Las charangas de Sotrondio animan «con fuerza» la cuenca del Nalón

El verano no es el mismo en Sotrondio sin su Concurso Nacional de Charangas. En la que fue su novena edición, apenas entraba gente en la plaza de Ramón y Cajal, junto al Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio, donde, además de cinco grupos muy motivados, se reunieron allí personas de todos los rincones de Asturias e, incluso, de fuera de la región.

Es, a fin de cuentas, «un concurso en el que cada vez quieren venir más charangas; al principio, había que llamarlas, pero ahora hasta se seleccionan», dijo Pablo Seijas, de la organización. Quince fueron las que querían ir a Sotrondio, pero solo unas pocas pudieron participar para animar la cuenca del Nalón: Baloo's Band, de la localidad de Elda, Alicante; Los Metralletas, de Alcolea de la Cinca, Huesca; No Ni Ná, de Málaga; Pacharanga Sound, de León; y Staccazzo, de Herencia y Villarta de San Juan, Ciudad Real.

A las once de la mañana empezaron todos con el pasacalles desde diferentes puntos de la localidad, cada uno a su ritmo y tocando todo un repertorio que repasaba tanto la música actual como los mayores éxitos de España de los 2000 o, incluso, un repaso a la infancia con temas de Disney. «Venimos desde Oviedo, tenemos una amiga que es de aquí y nos habló de esto. Vaya marcha que se traen», dijeron las amigas Nerea Valle y Laura Jiménez. Con lo que habían oído hasta ahora, se mostraban aún indecisas de quién se llevaría su voto, pues con la compra de un vaso se entregaba un boleto para decidir cuál sería la charanga que se llevaría los 500 euros de premio en categoría popular.

En total, el concurso de este año repartió 8.000 euros en premios; además de los tres primeros puestos y el decidido por el público, se galardonaba a la mejor percusión y al mejor solista. Sin embargo, aún con la competición y el goloso cheque que lo acompaña, lo que caracterizaba al ambiente, subrayó Sergio Prieto, trompetista de Pacharanga Sound, es que «aquí hay muy buen rollo, muy sano y nos tratan muy bien. ¡Se come genial!».

Y es que más que un concurso, lo que se vivía ayer era «una fiesta con mucha fuerza», como se destacó desde la organización. El aumento de la participación, remarcó Seijas, no solo se ha notado en las propias charangas «sino en el número de personas, esto va subiendo, lo que «nos alegra enormemente».

Los propios vecinos lo confirmaron también, con Sonia Fernández, de Sotrondio, a la cabeza. Rodeada de su familia y sentada en el palco de la plaza, destacó que «se viene todos los años». Lo hacen «desde que empezó, porque hay mucho ambiente, es una fiesta muy animada y con mucha juerga». El ganar o perder el concurso, continuó Sergio Fernández unas filas más arriba, no tiene importancia, «sino el pasarlo bien y disfrutar, cantar y bailarlo todo».

El concurso comenzó pasado el mediodía, con la plaza a reventar y Pedro Durán y Nerea Vázquez repitiendo en sus papeles de maestros de ceremonias. Presentaron las bandas al público y preguntaron, por ejemplo, qué harían con el dinero de quedar como ganadores «¡Pagar el peaje del Huerna!», bromearon algunos para risa del público.

Los primeros en animar el ambiente fue Baloo's Band, seguida después por Staccazzo, Pacharanga Sound, No Ni Ná y Los Metralletas. Todos ellos tuvieron media hora para repasar un repertorio trabajado especialmente para el certamen y tuvieron que esperar hasta la noche para saber quién se llevaba la palma a la mejor charanga de todas.

Hasta entonces, y para ir abriendo boca, a las 15.30 horas comenzó una comida popular en la calle para los 1.200 peñistas y los que compraron boletos con el menú, un total de 2.000 personas.