Tecnología infantil para medir la luz
Los alumnos de Primaria del colegio rural agrupado de Lena ganan el primer premio de la Semana de Impulso TIC con un aparato creado para ayudar a una compañera fotosensible
La enseñanza en los centros de Primaria de toda Asturias ha ido cambiando con el paso del tiempo, pero en el Colegio Rural Agrupado (CRA) de Lena hace años que se ha llevado a otro nivel y son los propios alumnos los que ponen a prueba los conocimientos adquiridos en clase gracias a proyectos escolares innovadores. El centro se propuso «trabajar en la brecha digital rural», un problema que el director del colegio, Alejandro Collantes, aseguró que «estaban muy comprometidos en superar».
Tanto es así que no es la primera vez que se llevan algún tipo de condecoración por sus innovaciones, de hecho, en la Semana de Impulso TIC –galardones que premian el talento asturiano en ingeniería informática– el CRA Lena se llevó dos premios en 2018 y 2020. Al que suma el de esta edición, que recogerá el director este viernes; un primer premio que se lo ha llevado su lumicrómetro, aparato ideada por los alumnos de quinto y sexto de Primaria para medir la luminosidad de una zona o una habitación.
En el área de Ciencias Naturales, explicó Collantes, «en el primer trimestre se empezó a trabajar el cuerpo humano y coincidió que llegó a Infantil una niña que les llamó la atención por las gafas oscuras que llevaba: era fotosensible». Observadores, los niños notaron que la pequeña se pasaba «mucho rato a solas en el recreo, en las zonas oscuras que ella podía soportar» y ahí nació una formación al alumnado para «trabajar toda la teoría sobre la fotosensibilidad» y ayudar a integrar su nueva compañera en un centro en el que apenas superan los 80 alumnos. Una vez conseguido, llegó la parte práctica y a través de la formación digital y tecnológica impartida en el colegio, los propios alumnos programaron y trabajaron un aparato que medía la luminosidad e informaba qué zonas podría soportar la pequeña.
Gracias a esto, se ayudó a los niños a tomar conciencia del tema, «convirtiendo un problema individual en un reto grupal» y así evitar «la posible burla ante lo diferente». En cuanto a conocimientos, se mejoraron enormemente las competencias digitales de los niños y, algunos de ellos, ya en el instituto, han demostrado un gran interés en las nuevas tecnologías.
El claustro, destacó el director, está muy satisfecho con el resultado y el lumicrómetro forma ya parte de la fábrica de ideas hechas realidad en el centro de Lena.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
