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«Es que no se lo quería perder ni la mar, así de gente estaba la playa de la Ribera». Para Agustín Estébanez, uno de los organizadores de la Semana Santa de Luanco, Gozón, las procesiones y actos de este año han sido todo «un éxito» en participación y seguimiento. La última de ellas, la Venia, que conmemora el Encuentro entre el Cristo Resucitado y la Virgen del Rosario, se desarrolló este domingo.
Celebrada tradicionalmente en el arenal a la entrada de la villa, la marea hizo que se retrasara quince minutos más de lo pensado. En algunos casos, la espera fue mayor para los luanquinos más fervorosos, quienes guardaron hueco desde el mediodía. «Aunque granice, a la Venia hay que venir y coger un buen sitio, que la gente siempre bloquea y esto hay que verlo bien», explicó Aitor Gutiérrez, luanquín que no se la ha perdido «nunca».
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Los dos pasos bajaron a la playa desde ambos extremos. En el arenal, con el público en silencio, avanzaron tres veces hasta que se enfrentaron y, finalmente, se dieron los tres banderazos, sin tocar la arena, para después descubrir a la Virgen.
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Con la sirena sonando de fondo, el público aplaudió fuertemente y siguió de cerca a los dos pasos mientras salían de la playa. Este año, como novedad, fue la Banda Gaites Cabu Peñes la que tocó el himno de España y el de Asturias, un cambio que algunos vecinos, como Cristina Fernández, vieron «muy refrescante».
Lo que «se mantiene», destacó esta vecina, es la Venia, «siempre es igual de emocionante».
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Abel Verano
Fernando Morales y Álex Sánchez
J. Gómez Peña y Gonzalo de las Heras (gráfico)
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