Una riada de culinos desborda Nava

Con buen ambiente y muchas ganas de folixa compartida vivía este sábado Nava una nueva jornada masiva de su 47 Festival de la Sidra, una celebración señera donde las haya del verano asturiano y que en los últimos años parece haber recuperado todo su esplendor, atrayendo a miles de visitantes para disfrutar de los mejores palos de nuestra bebida autóctona y forrar bien el estómago entre culín y culín con la magnífica gastronomía local. El festejo sigue hoy con otra de sus citas imprescindibles, la de la competición de escanciadores y un programa cargado de actividades hasta bien entrada la noche.

Durante la mañana de ayer tenía lugar uno de los momentos cumbres del Festival con el concurso para premiar la calidad de las sidras naturales del Principado y del concejo. El llagar gijonés JR se llevaba la palma con su Sed de Pkdo como la mejor de Asturias, mientras un clásico de toda la vida, Sidra Zapatero, se hacía con el galardón al mejor palo local. El palmarés regional lo completaban Sidra Foncueva de Sariego, en el segundo puesto y la maliayesa Val de Boides, de Sidra Castañón, en el tercero. Otro llagar naveto, Viuda de Angelón obtenía el premio a la 'Etiquetina más guapa' por su DOP Prau Monga.

Una vez desvelados los nombres de las mejores sidras asturianas, mientras en la plaza Manuel Uría y sus aledaños la atmósfera festiva iba conquistando cada rincón próximo a las terrazas de los locales hosteleros, se iría abriendo paso hasta los bajos del ayuntamiento la Buena Cofradía de los Siceratores de Asturias precedida por las gaitas y percusiones de La Bandina'l Rebollu. Con ellos tenía lugar otro de los puntos álgidos de la jornada, el 'Bautizu sidreru', una iniciativa lanzada ya en la pasada edición del Festival con el objetivo de transmitir la cultura en torno a nuestra bebida regional en las nuevas generaciones, empapándolas literalmente en el primer zumo de la manzana. Un total de dieciocho bebés nacidos desde la última celebración del certamen desfilaron en brazos de sus madres ante la particular pila bautismal en la que el presidente de la Cofradía, Ricardo del Río, les humedecía la mano con unas gotas de sidra del duernu (sidra dulce, sin alcohol).

«Gracies a les propiedaes de la sidra del duernu vais medrar sanos, nobles y fuertes. Y cuando seyáis vieyos, los Siceratores van siguir viendo cómo plantáis pumares, compartís culinos y caltenéis la nuestra cultura milenaria», sermoneó el máximo representante de los Cofrades ante la divertida concurrencia. Entre los neonatos más 'pequeñinos', Beltrán Martínez Fernández, de apenas mes y medio, recibía su primer contacto oficial con el néctar de los pumares. Sus padres, Adrián y Sabel elogiaban la ceremonia: «Nos parece estupendo que se empiece desde muy prontín a inculcar las tradiciones y la cultura sidrera, la propia de Nava. Es muy positivo que se promocione el ámbito agroalimentario para el desarrollo local y que venga gente de fuera a conocerlo», aseguraban.

El hermanamiento de las distintas sidras de Asturias por los Siceratores puso el broche a una jornada matinal que tendría continuación en la tarde con el pregón a cargo de fotógrafo naveto José Ornia y el chupinazo que abriría al público la 'Ruta de la Sidra' por las pipas instaladas en la calle.