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La cría, junto a su madre.
El primer bisonte en 10.000 años

El primer bisonte en 10.000 años

Se trata de «una cría grande, de unos 25 kilos», de la que aún se desconoce el sexo y es el hijo de la hembra que llegó en marzo al Parque de la Prehistoria de Teverga. Aún no tiene nombre, que «se seleccionará de entre las propuestas que nos dejen los visitantes en una urna»

Laura Mayordomo

Sábado, 17 de mayo 2014, 19:57

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16 de mayo de 2014. La fecha tiene su trascendencia porque tal día como ayer nació en Asturias el primer bisonte europeo en 10.000 años. La cría es hija de 'Pipa' y 'Rayo', los dos ejemplares adultos que moran en el Parque de la Prehistoria de Teverga desde el pasado mes de marzo. Cuando 'Pipa' llegó a la que es su nueva casa ya venía preñada, aunque para entonces nadie lo sabía. Ayer por la mañana, tras nueve meses de gestación, se descubría que había tenido a su cría. «Es grande, pesará unos 25 kilos. Un pedazo de bicho. Ahora mismo está mamando con ganas», relataba a eso de las cinco de la tarde un emocionado Fernando Morán, del Centro de Conservación del Bisonte Europeo en España (EBCC of Spain) y observador privilegiado de tan mágico momento. «Es una alegría enorme porque este bisonte, en cierta medida, es hijo nuestro».

Precisamente, la llegada de los ejemplares al Parque de la Prehistoria hace poco más de dos meses fue posible gracias a un convenio de colaboración entre el Principado, el Ayuntamiento de Teverga, el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (Fapas) y el propio Centro de Conservación del Bisonte Europeo en España. Por eso, y porque ayer era la primera vez que tenía delante a un animal de apenas un día de vida, «éste es especial», reconocía el veterinario.

Hay dos aspectos de la cría que, por el momento se desconocen. Uno es su sexo. «No está muy claro, porque aún no nos lo ha dejado ver», señaló Morán. «Tiene la mirada dulce y aniñada de las hembras, pero por su tamaño y voracidad, bien podría ser un macho». La otra incógnita es su nombre. Fuentes del Parque de la Prehistoria confirmaron ayer que éste «se seleccionará de entre las propuestas que nos dejen los visitantes en una urna» que se colocará a tal efecto en las instalaciones del equipamiento cultural de Teverga. También por decisión popular fueron 'bautizados' los padres de la primera cría nacida en suelo asturiano desde la Prehistoria. El nombre de 'Pipa' lo eligieron los alumnos del colegio público Padre Nicolás Albuerne, de Proaza, y el de 'Rayo', los del colegio La Plaza de Teverga.

Las hembras de bisonte europeo suelen tener dos crías cada tres años, aunque en cautividad el número de partos puede llegar a ser de uno cada año. Incluso pueden darse partos triples. Los dos ejemplares adultos de Teverga rondan los cuatro años y ella «va a ser una buena madre», aventura Fernando Morán a tenor del «tamaño» de esta primera cría. Las hembras suelen vivir unos 25 años y los machos, 20.

«Su falta de adaptación y la imposibilidad de domesticación los han llevado al borde de la extinción en todo el mundo, de la que se recuperan lentamente. La falta de espacios salvajes también supone un gran problema para la recuperación del bisonte europeo, una especie con pocas poblaciones, fragmentadas y aisladas, que hace que si se pierde una manada, la especie se acerque inmediatamente a la extinción», recordó ayer el Principado. Diez mil años después de su desaparición en Asturias, los primeros doce ejemplares de bisonte europeo llegaron a Siero y Villayón en junio de 2012, por iniciativa del Centro de Conservación del Bisonte Europeo en España, Adarsa y la Fundación de la Montaña Asturiana.

En Teverga, 'Pipa' y 'Rayo' -y ahora su cría- disponen de una finca de cuatro hectáreas a escasos metros de la senda del oso. «Es un sitio magnífico, donde tienen mucha comida», destacó Roberto Hartasánchez, presidente de Fapas. Además de hierba, el 30% de la alimentación de los bisontes se compone de licnina, que encuentran en las cortezas y las ramas más duras de los árboles. «Por eso son buenos desbrozadores».

Precisamente la cercanía a la senda del oso hace temer a los responsables del proyecto de reintegración del bisonte europeo en Asturias que este fin de semana se produzca un aluvión de visitas. «Es importante que no molesten a la madre ni a la cría», advierte el veterinario Fernando Morán.

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