Candamo se vuelca en aumentar la producción de fresa autóctona

La fresa de Candamo se distingue por su sabor, derivado del a calidad del terreno en el que se cultiva y un microclima que resulta muy beneficioso para esta labor. Quizás por eso «cada año está mejor». Así lo destacó el consejero de Medio Rural, Marcelino Marcos Líndez, en el cuadragésimo quinto festival celebrado en Grullos. En la jornada participaron dieciocho productores que vendieron el kilo a diez euros, pero la mayoría no era autóctona, porque el crecimiento de esta variedad aún va lento, en opinión de la muchos de los productores.

Líndez resaltó la apuesta del Ayuntamiento de Candamo por «aumentar la superficie y trabajar de forma conjunta para mejorar las plantas y recuperar el plantón de aquí». En su opinión, esto origina que cada año «se vayan incorporando nuevos productores, aunque dependiendo del año se pueda llegar a esta convocatoria con más o menos cantidad». Lo que para el responsable de Medio Rural en Asturias es «un auténtico manjar» y un producto «reconocido dentro y fuera de Asturias», para los agricultores no siempre resulta sencillo por tratarse de una producción costosa y con dificultades. Marcelino Marcos Líndez reconoció que «son producciones muy delicadas, que dependen mucho de las condiciones climatológicas en la recolección».

Hay que ir, remarcó el consejero, «apostando por la protección de las zonas de plantación» y «tomar medidas para prevenir el pedrisco», además de «hacer inversiones y convocatorias que desde la propia consejería sacamos adelante para las cuestiones de regadío o de cuidado de las plantas». Defendió asimismo los invernaderos como un seguro para la producción y aunque dijo se consciente de su alto coste, matizó que «ahí estamos las administraciones, para apoyarlos con ayudas».

La alcaldesa de Candamo, Marta Menéndez, resaltó, por su parte, el esfuerzo de los productores y dijo que «se seguirá trabajando porque la fresa autóctona siga creciendo».

Mientras transcurría la mañana, los productores iban vendiendo sus cestas. Luis Fernández, de Sandiche, que se hizo con el premio a la mejor presentación, cultiva fresa autóctona y cada vez está más animado. Fue uno de los participantes más significado en la defensa de la fresa del lugar. Afirmó que este año «viene muy buena cosecha, en cantidad y calidad». Produce mil kilos al año y si la autóctona no crece «es porque es más pequeña, cunde menos el peso y tiene más desperdicio». También cosecha de la variedad San Andreas y Albión. Como experto, conoce el terreno y sabe que tiene que ser «arenoso, bien trabajado con estiércol de viejo cucho cocido de hace tres años y que todo esté en su punto, claro».

Carmen García Llano, de Las Canales, también llegó con fresa autóctona y albión. Reconoció que la primera exige muchos más cuidados y a cambio tiene «más aroma, más sabor». En total, ella tiene unas seiscientas plantas, aunque autóctona «sólo cincuenta».

Más pesimista se mostró Mari Cruz Arango, que afirmó que el cultivo autóctono que va «regular» porque «parece que no tira». Este año salieron antes de tiempo y «apenas hay».

Amalio Sánchez Alonso comenzó hace quince años a producir fresa y sus plantones son de San Andreas y Albión. «La fresa da mucho trabajo y se depende mucho de la climatología», asegura, pero no falla desde hace tres lustros.

Guillermo García, uno de los tres miembros del jurado, explicó que para premiar se valora el tamaño, el grado de madurez, la uniformidad, la textura, al ausencia de defectos o los grados gris, el aroma y el sabor que puntúa triple respecto a los anteriores. Tras deliberar, Orencita Miranda se alzó con el primer premio, Isolina López, el segundo, y María José García, el tercero. La fresa de honor fue para Delfina Fernández Tamargo, de Santusesu.

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