Pravia celebra el Corpus sobre un manto de flores

Mirar al cielo de Pravia el día del Corpus ya es una tradición que forma parte del encanto de esta fiesta, que ayer volvió a acoger a decenas de personas en el entorno de la Colegiata Santa María la Mayor y en las calles aledañas. Con móviles y cámaras en la mano y los paraguas en los bolsos, vecinos y visitantes disfrutaron durante la mañana de las veinte alfombras de flores y sal que engalanaron la villa con sus colores.

Para algunos como Fabio de la Parte, de Miranda de Ebro; David López, de Ribadeo y Marcos García, de León, era la primera vez que veían el espectáculo. «Me llama la atención el tema de las alfombras, se ve que hay mucho trabajo detrás y que lo pisen, sorprende», señalaba García mientras sus amigos destacaban lo original de que la fiesta se celebre en jueves.

La sorpresa no fue tanta para Yovana Soto y Sonia González, de Pravia, que reivindicaban a las puertas de la iglesia la identidad de esta fiesta. «Es algo de Pravia que ojalá no se pierda nunca», afirmaban.

De mantener la tradición se encargaron este año un centenar de voluntarios que llevan meses trabajando en los diseños que ayer cautivaron al público.

La jornada no estuvo exenta de emoción pues Paco Donate, quien durante años fue párroco de Pravia, fue el encargado de oficiar la misa como celebración a sus cincuenta años como cura. A él le acompañó la Coral Santiago López y unos 30 niños que este año han hecho la comunión. La lluvia no perdonó, aunque dio una tregua para que la procesión caminara sobre las alfombras al ritmo de la Banda de Música de Pravia y bajo un cielo luminoso.

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