El Centro Asturiano de Oviedo desfila por Carnaval

No fue un lunes cualquiera. Familias enteras aguardaban, a las cinco de la tarde, la cola para apuntarse al desfile de disfraces en el Centro Asturiano. No querían perderse la tradicional fiesta de Carnaval. Casi doscientos participantes –sobre todo niños– desfilaron en el club de campo exhibiendo su atuendo: desde disfraces de temática libre a países del mundo. Un auténtico festival de color, creatividad y alegría.

Con tres galardones en juego, la competencia estuvo reñida. Los participantes se inscribieron de forma individual o en grupo y salieron ante un jurado, conformado por Marcos González, Patricia Redondo, María Baizán y Álvaro García; todos ellos con una larga trayectoria en esta labor, pues llevan años evaluando los disfraces en el club.

Este año, sin embargo, la decisión no fue sencilla. «Hay muchas dudas sobre a quién vamos a dar el premio, pero después de una sidra debatiremos mejor», decían entre risas.

Un detalle que ha destacado en esta edición es la presencia de numerosas madres desfilando junto a sus hijos, lo que ha añadido un toque entrañable y familiar al evento. «No hemos visto ni un padre desfilar con los niños, pero en general todos los miembros de la familias vienen disfrazados», aseguró Redondo. Entre los disfraces más vistos y aclamados, los de princesas.

Tras el desfile y la entrega de premios, la celebración continuó con una animada fiesta en la discoteca del Centro Asturiano. Entre música, bailes y risas, los asistentes pusieron un broche de oro a una jornada inolvidable en las instalaciones del club de campo,

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