El comunismo se viste de malva al llegar a cien
Centenario. El PCE cumple hoy su primer siglo de vida en el que acumula casi tantas luchas por la libertad como batallas internas. Y lo hace con un futuro que tiene nombre de mujer
No estará hoy Anita Sirgo en la Casa de Campo de Madrid. El que fuera escenario de las fiestas del Partido Comunista de España (PCE) no contará hoy con la fabada de Anita ni con las canciones de Ana Belén... Por no contar, no contará con nadie del PCE, porque la dirección del partido ha decidido celebrar el centenario con citas en localidades y fechas diferentes. Para hoy. actos en Ciudad Real y en Madrid, pero en la sede.
Asturias no tiene organizado nada para recordar hoy lo ocurrido aquel 14 de noviembre de 1921, cuando se puso en marcha el partido que tendría un papel protagonista tanto en la Segunda República como en la Guerra Civil. Y en la consecución de derechos en España. Y eso pese a que en estos cien años no solo han sido muchos los asturianos que han dejado su firma en el libro de la historia del PCE, sino que la propia región ha sido santo y seña del partido. Por Asturias fue diputada Dolores Ibárruri, tanto en las cortes republicanas como en las democráticas.
Junto a 'La Pasionaria', aparecen figuras como las de Horacio Fernández Inguanzo, 'El Paisano', Ángel León, Mario Huerta, Gerardo Iglesias, Manuel García Fonseca 'El Polesu', Paco Sarasúa, Jesús Montes o Manuel Vallejo. Una relación a la que el que fuera candidato por IU a la Alcaldía de Gijón y militante comunista Jorge Espina suma, entre otros, los de «Ramón García Roza, Víctor Cárcaba, Manuel Secades, Pedro Monroy, Avelino Díaz, Luis Redondo. Rubio Ballesteros, Daniel Palacio, José Ramón Herrero Merediz, Andrés Álvarez Costales o Víctor Fernández».
No olvida él a las mujeres. Recuerda, entre otras, a Carmen Álvarez y Ángeles Pollo, porque, como explica María José Capellín, «el PCE fue un partido con muchas mujeres». No solo fue el primero en tener al frente a una, Dolores Ibárruri, «sino que fue el que más militancia de mujeres tenía», recuerda Laura González.
Ambas son dos de los nombres en mayúscula que Asturias aportó al hoy centenario. La primera, antropóloga, se convirtió en la voz de 'La Pirenaica', la mítica emisora creada por el PCE, Radio España Independiente, tras huir de España con su compañero vital, el también comunista Manuel Vallejo, para evitar una cárcel segura. La segunda es la comunista asturiana que más posiciones políticas ha escalado.
«Fui la primera presidenta de la Junta, luego eurodiputada y, después, consejera», recuerda González que, no obstante, asegura que los auténticos héroes del comunismo «fueron todos los que se jugaron la vida por los derechos de los demás». Destaca ella a Anita Sirgo, superviviente de una salvaje represión. «Hay que pensar lo que era plantarse en aquel momento, como hizo ella, a tirar maíz a los esquiroles de la huelga», una mujer a la que también cita María José Capellín. «Para los nacidos en democracia eso no existió, no lo conocen».
Miedo en la clandestinidad
Como tampoco saben que ella fue, durante mucho tiempo, Eva Quintana, el nombre que adoptó para vivir en la clandestinidad, y que tuvo que salir «casi con lo puesto porque venían a por nosotros». Su exilio acabó en Bucarest, donde ella fue una de las últimas locutoras de la emisora que burlaba la censura franquista. «Nos llevaban a trabajar en un coche con lunas tintadas. La radio estaba en un lugar secreto. Las noticias nos llegaban por teletipo y también, por cartas o llamadas que pasaban por París».
No tuvo que usar nombre en clave Laura González, pero sí fue detenida y vio torturas. «Costó mucho tener lo que ahora tenemos». Como costó, también, seguir en el partido. Ambas se siguen reconociendo «comunistas», pero ninguna milita en el PCE. «Me alejé cuando se acercó a los nacionalismos», señala Capellín, mientras González recuerda: «A mí me expulsaron cuando se apropiaron de la sede. Firmó mi expulsión un chaval de veinte años que ni me conocía».
Para su segundo siglo, ambas creen que el PCE tendrá nombre de mujer. En Asturias, su secretaria general es Agustina Guglielmetti y en España, la figura de la vicepresidenta Yolanda Díaz se ha convertido en su bandera. «La conozco desde que era concejala en Vigo. Es una mujer muy trabajadora, muy formada y sin ningún protagonismo», explica González. «Los partidos deben cambiar para poder seguir», sentencia Capellín.
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