Un tesoro descubierto por la unión vecinal de Molleda, en Corvera
La estela aportada por los vecinos de Molleda dio inicio a los trabajos arqueológicos que han desenterrado los restos de un posible torreón de la Edad Media en la parroquia de Corvera
«Desde crío llevo oyendo hablar del castro de Molleda». Las palabras las pronuncia Sergio Ovies, aunque el sentimiento lo comparten muchos de los vecinos de la parroquia corverana para los que el castro es mucho más que una leyenda, sino parte esencial de su historia y su patrimonio.
Ovies es uno de los tantos vecinos que se ha criado escuchando historias del castro desde su infancia y ahora, tras las excavaciones llevadas a cabo por la Universidad de Oviedo y el Ayuntamiento de Corvera, que han permitido hallar un yacimiento arqueológico de una posible torre de la Edad Media, estaría más cerca de constatar que esas historias tienen, al menos, una parte de realidad.
De ello dan cuenta José Ramón Barrera y Manolita Barrera, también vecinos de Molleda y custodios de la estela hallada en el entorno del Escañorio, que podría pertenecer al castro. Su padre, Ramón Barrera, fue el encargado en los años 50 de guardar la estela funeraria bajo el hórreo de su casa hasta que en 1962 uno de los hermanos dio cuenta a un profesor de la misteriosa piedra que acabó siendo regalada a un arqueólogo dado el interés que había generado el hallazgo.
La piedra, actualmente custodiada en el Museo Arqueológico, es el primer rastro tangible que se tiene sobre el castro de Molleda. «Era una piedra enorme que estaba intacta, entera. A nosotros nos gustaba verla aunque siempre nos metían miedo con que no la tocáramos», recuerda José Ramón Barrera.
El castro, por el momento, no ha salido a la luz, aunque sí que lo ha hecho otro hallazgo en la misma zona, una fortificación medieval de la que se han encontrado restos de lo que parece ser un torreón de la Alta Edad Media.
El arqueólogo de la Universidad de Oviedo José Avelino Gutiérrez presentó esta semana el estudio relacionado con las últimas campañas de excavaciones. «Estamos ante un yacimiento arqueológico que tiene una envergadura muy superior a lo que se podía adivinar sin llegar a la consideración de castro», destacó en la presentación.
No obstante, tanto Ayuntamiento como Universidad seguirán buscando restos Las últimas contribuciones, aportadas por Julita Suárez, vecina de Molleda, hacen sospechar que el castro podría encontrarse en una colina cercana a la que fue hallada la fortificación medieval. Suárez ha aportado unas piedras de hierro encontradas en la zona, cercana a su casa, que podrían dar pistas sobre el castro. «No son de las carreteras que construyó Ensidesa en su momento, sino de fundiciones más antiguas», explican los expertos en una primera inspección. La leyenda, por el momento, continúa.
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