Borrar
El hidalgo de la Mancha, preparado para hacer su entrada en Puente de Arco, en el Descenso Folklórico del Nalón.

Ver fotos

El hidalgo de la Mancha, preparado para hacer su entrada en Puente de Arco, en el Descenso Folklórico del Nalón. FOTOS: JUAN CARLOS ROMÁN
Descenso folclórico del Nalón

La fiesta resurge en el río Nalón

Éxito. Pola de Laviana celebró la 53 edición de su Descenso Folklórico del Nalón rompiendo tanto el record de público como el de participantes

MARTA VARELA

Domingo, 21 de agosto 2022, 01:32

En un lugar de Asturias, donde el río se convierte cada tercer sábado del mes de agosto en una fiesta, hasta el hidalgo Don Quijote de la Mancha usa madreñes y navega con su galgo enfrascado en sus libros de caballerías, por el río Nalón entre Puente de Arco y La Chalana. Esto y mucho más es posible cada año en el Descenso Folklórico, que esta edición cumplía 53 años.

Al caballero le acompañaban carrozas espectaculares como los dinosaurios de 'Jurassic Park', pitufos de tamaño de gigante, un quiosco de tebeos y muchas golosinas de los años 70, un llagar coyán, un circo con todo tipo de personajes, una animada fiesta de la cerveza con aires alemanes asturianizados, 'Alicia en el País de las Maravillas', el Cristo Redentor de Río de Janeiro y los imprescindibles indios, vaqueros, egipcios, cubanos, picapiedras, vaqueros, socorristas y hippies alocados. Precediendo a las majestuosas y bulliciosas embarcaciones de los adultos, se encontraba el futuro del Descenso: tres embarcaciones capitaneadas por pequeños, que no dejaban de bailar y cantar y que luchaban por obtener uno de los premios del Descenso. La Soperina, junto a La Sopera, máximo galardón al que aspiraban el resto de embarcaciones, es el reconocimiento a un trabajo que sirve de unión entre familias, amigos y vecinos porque entre todos construyen y dan vida a estas creaciones.

La celebración lavianesa discurrió arropada por más de seis mil romeros y miles de personas que abarrotaron las calles de La Pola y las márgenes del río para disfrutar de la fiesta más singular de Asturias. Un Descenso en el que se rompieron todos los récords: tanto de participantes, con más de seis mil registrados y varios cientos más que decidieron participar de forma espontánea, como el de visitantes, que se acercaron a deleitarse con las ingeniosas embarcaciones. Así, en la capital lavianesa era imposible aparcar desde primera hora de la tarde, a pesar de que se habían habilitado más de cinco mil plazas gratuitas. Se coparon las zonas verdes y espacios particulares, demostrando así otra de las cualidades de los vecinos de esta bella localidad del valle del Nalón, la hospitalidad. Todo el mundo tenía ayer cabida en Pola deLaviana.

La magnitud que en los últimos años ha alcanzado la fiesta era comprobable tanto en las propias embarcaciones, el motor de la folixa, como en las calles lavianesas, donde la presencia de ciudadanos europeos era notable. Franceses, ingleses, belgas y portugueses se interesaron por la cita y llegaron a participar de ella de forma espontánea. Y es que si bien las peñas organizadas copan la mayor parte del desfile, no se ha perdido esa esencia inicial de desfilar y surcar el río de forma individual o con dos o tres amigos, disfrazarse y disfrutar. Esos son los requisitos que se necesitan para participar en una fiesta que encandila a los que a ella se acercan. Y es que la música no cesa en ningún momento, con media docena de charangas que se encargaron de anunciar durante toda la mañana con bailes y reconocidas melodías que el Descenso estaba de vuelta. Al comienzo del desfile, se iban intercalado entre las embarcaciones para que nadie dejara de bailar y de disfrutar de una jornada en la que ayer, además, brilló el sol.

Y si algo aprenden los primerizos en esta celebración es a cantar 'Chalaneru'. No hay más remedio: en algún momento del desfile, las 42 carrozas lo entonaron. Y como es obligatorio por tradición tanto al llegar a Puente de Arco para entrar en el Nalón, como al pasar por debajo del puente de La Chalana, se volvía a cantar con ímpetu y más o menos entonación el que se ha convertido en el himno indiscutible de la fiesta.

Y es que había ganas de pasarlo bien. Las peñas llevaban semanas plasmando sus ideas en las embarcaciones, ultimando detalles y confeccionando disfraces y elementos decorativos. El Descenso lleva dos años sin celebrarse -debido a la pandemia sanitaria-, que coinciden con los que se lleva esperando para celebrar que ya es una Fiesta de Interés Turístico Nacional, reconocimiento que le fue otorgado en 2020 y del que ayer presumieron los peñistas. Un orgullo que es el comienzo para que la celebración siga creciendo y en unos años pueda optar a un reconocimiento como el que ya le dan los visitantes. Camino al que no temen los lavianeses y que afrontan con una de las frases de la fiestas: «Seremos internacionales porque el Descenso se hace y se disfruta cada año, y si llueve que llueva», aseveraba Marcelo Martínez un peñista que no ha faltado a su cita en la última década.

Y es que lo complicado es encontrar a alguien en Laviana que no haya disfrutado de algún Descenso. Es habitual que los padres acudan a la fiesta con niños que apenas saben caminar, porque como explicaba Susana Álvarez, «ser de Laviana implica amar y vivir el Descenso desde dentro por eso tienen que aprenderlo de pequeños», mientras tiraba de la silla de su pequeño durante el desfile. «El río será otra cosa, habrá que esperar unos años», puntualizaba. Y es que descender por las escasas aguas del río Nalón es apto para los más audaces: son muchos los romeros que prefieren evitar este tramo. Es precisamente en las inmediaciones del río donde se producen algunos accidentes tanto entre los participantes como de las personas que acuden a verlo, que en algunas ocasiones escogen lugares para ubicarse sin darse cuenta del posible peligro, como ocurría ayer en las cercanías de Puente de Arco cuando uno de los participantes se acercó a uno de los muros entre la carretera y el Nalón precipitándose varios metros, para terminar en las piedras de la orilla en donde quedó tendido. El primer pronóstico sobre su estado era grave. Teniendo que ser evacuado por los sanitarios en una camilla donde fue estabilizado antes de ser trasladado al Hospital Valle del Nalón. El resto de incidentes fueron menores.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio La fiesta resurge en el río Nalón