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La marea violeta recorre Asturias
El Principado se vuelca para pedir el final de una lacra que deja ya 52 mujeres en lo que va de año en España
Cada nombre duele y en lo que va de año ya son 52 los de las mujeres que han sido asesinadas por sus parejas en nuestro país, según los últimos datos oficiales.
Todos y cada uno de esos nombres se recordaron este viernes en Avilés con un 'cementerio efímero', formado por las lápidas de todas esas víctimas, en una intervención que se expuso en la plaza de España y que coordinaron Amnistía Internacional Asturias y el Consejo Municipal de la Mujer de Avilés, en conmemoración con el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres que se celebra este 25 de noviembre. Durante el acto se guardó un minuto de silencio y acto seguido se leyeron los nombres, las edades y la procedencia de cada una de esas 52 mujeres, delante de cuyas lápidas se colocaron claveles blancos con lazos violetas. También se leyó un manifiesto conjunto que firmaron varias entidades sociales y en el que se definió la violencia contra las mujeres como «la máxima expresión de la discriminación hacia nosotras y que representa un mecanismo de control persistente, cuyo origen es la desigualdad entre hombres y mujeres».
Al igual que en Avilés, en numerosas localidades de Asturias se celebraron actos para pedir el fin de la violencia machista. Actos que en Oviedo coincidieron con el minuto de silencio que guarda la Corporación cada mes en memoria de las víctimas de la violencia de género, y a la que Vox sigue sin acudir. En Langreo, se celebró un Pleno con el 25Ncomo eje y en Mieres se leyó el manifiesto que condena esta lacra de la sociedad.
En las alas de la región tampoco faltaron diferentes actos para apoyar a quienes han sufrido este tipo de violencia y para concienciar a la sociedad de que hay que ponerle fin. Como en Cangas de Onís, donde fueron los escolares los protagonistas, como una marcha violeta por la capital canguesa. Concentraciones ante los ayuntamientos en Llanes, Infiesto... Al igual que en Luanco y en Candás y también en Noreña. Todo con un mismo objetivo: avanzar para poner fin a la lacra que supone la violencia de género.