El arroz con leche traspasa generaciones en Cabranes

Cabranes se caracteriza, en palabras de su propio alcalde, por ser un concejo «rural, pero innovador y en constante evolución». Un municipio con la vista puesta en el futuro que no se olvida de sus señas de identidad, como demuestran cada año durante el Festival del Arroz con Leche. No fue la de este año una edición al uso. Si bien las actuales restricciones sanitarias permitieron realizar ciertas actividades presenciales, no fue así con el evento gastronómico, que tuvo que adaptarse y retransmitirse por 'streaming'.

No hubo, por tanto, el peculiar y tradicional olor a arroz con leche que durante estas fechas inunda cada rincón de Santolaya. Este año, los concursantes del festival entregaron sus recetas en el polideportivo municipal, cada uno a una hora señalada para evitar aglomeraciones. Allí el jurado fue el encargado de degustar los cuarenta postres que se presentaron, 35 de aficionados y cinco de establecimientos de hostelería. «Un buen arroz con leche tiene que tener un buen requemado, el grano de arroz presente, pero no entero y la leche integrada. Tiene que ser un conjunto armonioso que no peque de reseco ni de licuado», explicaron.

Una fórmula a la que la familia de Rubén Cuesta parece tenerle tomada la medida. Este vecino de Cazanes logró alzarse ayer con el premio al mejor arroz con leche en la categoría de aficionados siguiendo así la estela de su madre. María del Pilar Álvarez se hizo con el mismo título en 2019 y 2018. Precisamente, poco antes de conocer los ganaderos, ella misma explicaba en una entrevista con Enrique Corripio, cronista oficial del concejo y presentador del acto junto a Juan Aguado, cuál era su secreto para hacer un buen plato.

El segundo premio fue para Margarita Vallejo, de Santolaya, y el tercero para María Remedios, de Piloña. En la categoría profesional el galardón recayó en la sidrería Covadonga.

La revelación de los ganadores del concurso culinario puso el colofón a un acto de una hora que se retransmitió desde el ayuntamiento. «La anterior edición fue virtual, en una situación de confinamiento. Gracias al esfuerzo colectivo y, como no, de los trabajadores de la ciencia, que sin descanso nos hicieron llegar la esperanza en forma de vacuna, esta edición puede ser semipresencial. Y pretende ser muestra de un trabajo y un manejo de la tecnología en el mundo rural que permite que nos adaptemos a las situaciones cotidianas, pero que también podamos llevar a cabo las extraordinarias, como este festival», destacó en su intervención el alcalde, Gerardo Fabián.

Llegó entonces el turno del cantante Vicente Díaz, que aprovechó su pregón para presentar su nueva canción. Se trata, según explicó, de un tema que interpretaba en ocasiones el coro de la Calzada y que solía gustarle cuando «era chavalete. Ahora he tenido el placer de hacerla mía».

Fue durante el confinamiento cuando comenzó a trabajar en ella. «Tengo la suerte de vivir en una casa rural y aproveché para poner la finca al día, caminar y coger la guitarra», recordó. Un tiempo en el que echó de menos subirse en el escenario, y no solo por él, sino por toda la gente que hay detrás. «Hay personas que llevan quince meses sin cobrar o que tuvieron que dedicarse a otras cosas. Para la música fue una época muy dura», reconoció.

La relación del cantante con el arroz con leche se remonta a su niñez, cuando su madre preparaba el tradicional postre y el iba «con una cuchara a probarlo. Me prestaba un montón», recordó.

Pero quizás el momento más emotivo llegó de la mano del consultorio médico de Cabranes. La médica Nuria Blanco y la enfermera Noelia Díaz fueron las encargadas de recibir el galardón 'Grano de Oro', como agradecimiento a la importante y desinteresada labor que realizaron durante estos meses de pandemia. «Es un honor recoger este premio sabiendo la importancia que tiene. No nos lo esperábamos. Nos pilló por sorpresa, quizás porque no estamos acostumbrados a estos reconocimientos», afirmó Díaz, encargada de hablar en nombre de sus compañeros.

Para ellos estos meses no han sido nada fáciles. «Nos enfrentamos a la peor situación de nuestra carrera profesional. Ese virus que estaba tan lejos, en China, lo teníamos aquí y tuvimos que luchar contra él, al principio con pocos medios», recordó. Pero poco a poco la situación se ha ido normalizando si bien la enfermera animó a «no bajar la guardia. No nos podemos olvidar que seguimos en plena pandemia, aunque parece que vamos ganando la batalla».

Borja Sánchez, consejero de Ciencia, Innovación y Universidad, fue el encargado de cerrar el acto institucional. Y lo hizo destacando el «ejemplo innovador» que es Cabranes. «Concejos como este tienen mucho que ofrecer a los nuevos nómadas digitales», aseguró.