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Candamo recupera su fresa tradicional

Candamo recupera su fresa tradicional

Investigación. El Ayuntamiento acaba de culminar la investigación que comenzó en 2015 junto a la Universidad y el Serida para salvar de la desaparición esta variedad autóctona

ALEJANDRO L. JAMBRINA

Domingo, 5 de junio 2022, 00:33

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La estrecha relación que une al concejo de Candamo con las fresas es una historia de amor que se remonta siglos atrás, cuando los antiguos pobladores de toda esta zona rural descubrieron que el suelo que pisaban tenía las condiciones idóneas para cultivar el «oro rojo» como algunos candaminos denominan a su fruto predilecto.

El problema es que todas las historias de amor tienen altibajos y esta no es una excepción. La fresa tradicional de Candamo lleva varias décadas sin producirse en el concejo y el motivo es sencillo: han ido apareciendo variedades nuevas más comerciales que con el paso del tiempo desplazaron a las tradicionales por su productividad.

Nadie pone en duda el valor de estas nuevas fresas o, mejor dicho, fresones, pero hace varios años que algunos vecinos del concejo comenzaron a echar de menos su fresa original. Tanto que el Ayuntamiento de Candamo puso en marcha un ambicioso proyecto para recuperarla. La iniciativa la coordinó la concejala de Desarrollo Local, Marta Menéndez, y reconoce que no ha sido una tarea sencilla.

«Iniciamos este proyecto hace ya seis años y ha sufrido muchos retrasos, pero se trataba de recuperar la variedad que tradicionalmente se plantaba y que se había ido dejando solo en pequeños cultivos. Para ello contactamos con la Universidad de Oviedo y con el Servicio de Regional de Investigación y Desarrollo Agrario (Serida), entidad dependiente del Principado, para hacer un convenio de colaboración», explica la concejala.

El resultado ha sido la obtención de alrededor de 850 plantas de la variedad tradicional, que el Ayuntamiento ha distribuido entre vecinos y productores locales, que a su vez acaban de cultivar estos plantones que previsiblemente verán la luz la próxima temporada.

Eso sí, el proceso ha sido largo y complejo. Lo explica al detalle Guillermo García, técnico del Serida. «En el año 2015 hicimos una primera prospección de nueve variedades que, presuntamente, eran tradicionales, pero que estaban en desuso y solo se encontraban en huertos familiares», explica García.

El siguiente paso fue limpiar esas candidatas a fresa tradicional de Candamo, pero no precisamente con una manguera y un trapo. «La fresa es una planta que tiene mucha facilidad de coger patógenos como hongos, bacterias y virus. Eso la debilita y hace que la fruta sea más pequeña, por eso el primer paso fue sanear ese material vegetal en un cultivo 'in vitro' que se llevó a cabo en las instalaciones de la Universidad de Oviedo», indica el técnico agrónomo responsable del proyecto.

En esta fase se trata de cultivar solo una parte de la planta, lo que se conoce técnicamente como el ápice de los estolones, en condiciones controladas con hormonas para estimular el crecimiento celular de la planta.

La planta madre

«El primer año no obtuvimos la cantidad de plantas que necesitamos y repetimos el proceso en 2016. De ahí sacamos una planta muy débil que tuvimos que aclimatar para que se convirtiese en la planta madre a partir de la cual se hicieron los ensayos posteriores».

Este proceso fue largo y laborioso, tanto que se tardaron siete años en poder entregar las plantas finales a los agricultores, en un proceso de descarte que llevó a los científicos a quedarse con una sola variedad. «Fuimos anotando las características de esta fresa final y de su planta, hasta llegar a 34 variables que identifican la fresa tradicional de Candamo. El próximo paso, que esperamos que se lleve a cabo este año, es registrar esa variedad de forma oficial en el Ministerio de Agricultura para que se pueda incluso comercializar la planta», anticipa Guillermo García.

Y la pregunta es, ¿qué tiene esta variedad de fresa para que merezca la pena tantos años de trabajo? Los que la han podido probar aseguran que es una fresa más pequeña y perecedera que las comerciales, pero mucho más dulce y jugosa y con un aroma mucho más pronunciado. Aún es pronto para verlas brotar en los cultivos de Candamo, pero tal vez haya alguna remesa que ya se pueda probar el próximo 12 de junio en el Festival de la Fresa de Candamo.

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