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Laura González ayer, en su domicilio de San Martín de Laspra. DAMIÁN ARIENZA

«En el espejo me veo con 81 años, pero tengo ganas de hacer cosas»

San Martín de Laspra. Veterana de la primera línea política en las filas del PC e IU, Laura González dedica su presente a presidir la asociación de la localidad castrillonense

BORJA PINO

Miércoles, 15 de febrero 2023, 00:50

Quien crea que la plácida quietud de la vejez está reñida con una vida activa y socialmente comprometida debería, tal vez, visitar la parroquia de San Martín de Laspra y detenerse a conversar, aunque solo sea durante unos pocos minutos, con Laura González Álvarez (Avilés, 1941). Porque a sus 81 años y con un bagaje político y sindical a su espalda capaz de llenar libros de historia, esta veterana del Partido Comunista, de Izquierda Unida y de Comisiones Obreras compagina hoy el sosiego que le proporcionan largas sesiones de cine, lectura y baños en el Cantábrico, con la intensidad y la responsabilidad de presidir, desde hace ya una década, la asociación vecinal del lugar.

«Si te lo propones hay tiempo para todo», ríe, cercana y afable, apoyada en la verja que da acceso a su casa de Laspra. Y es que en el pueblo, amén de por su pasado y por su labor presente, González es conocida por su dinamismo. «Al final los de nuestra generación no nos vemos tan viejos. Si me miro al espejo o leo lo que pone en el DNI sí que veo a una mujer de 81 años, pero también me siento con fuerzas para hacer algo y no aparcarme en un sillón». En cuanto a con qué llenar ese algo, fuera de lo meramente lúdico no alberga dudas, «cada uno debería dedicar un tiempo al común, a favorecer la vida de quienes le rodean».

Esa convicción es la que le ha permitido permanecer tanto tiempo capitaneando la asociación. No ha sido una tarea fácil, sobre todo en los últimos tres años, pues «lo de la covid fue muy duro». Eso sí, superada su dentellada «hemos recuperado bastante la actividad. De hecho, en 2022 volvimos a celebrar charlas y talleres, a montar el Belén, a preparar las carrozas para San Isidro...». Pero si por algo recuerda el año pasado es por la elección de Laspra como epicentro de los actos conmemorativos del octavo centenario de la fundación de Castrillón. «Fue un momento histórico para nosotros».

«Es triste haber pasado del consenso a la agresividad, y patético que el único acuerdo haya sido para reemplazar 'disminuido' en la Constitución»

Cómoda en su cargo y arropada por sus convecinos, González, empero, es consciente de que el momento del relevo se acerca. Sus cálculos sitúan en abril las próximas elecciones para la directiva, de las que «espero que salga sangre joven con nuevas ideas y que mantenga vivo lo logrado, porque estas asociaciones hacen una labor extraordinaria; sin ellas la zona rural estaría más muerta».

Sin embargo, no se engaña sobre el relevo: por ahora, detecta poca voluntad. «Muchos jóvenes son socios por nostalgia, pero viven o trabajan en otros lugares. Por comparación, Pillarno o Naveces retienen más juventud».

La política de la crispación

La dualidad entre realismo y optimismo, heredados de su padre y de su madre, respectivamente, también alimenta un análisis político que aún hoy, tras años retirada de la primera línea pública, gusta de formular. Y tampoco en ese ámbito se lleva a engaño. Forjada al calor del tardofranquismo y de la Transición, ve un panorama «complicado, muy diferente al de entonces. Es descorazonador que hayamos pasado de la búsqueda de consensos a la agresividad. Y me parece patético que el único acuerdo haya sido para retirar el término 'disminuido' de la Constitución».

Pero eso solo es una parte. En paralelo a esa crispación «se han logrado avances desconocidos: la reforma laboral, la subida del salario mínimo o la ley del 'solo sí es sí', eclipsada por un debate que no debería haber. Se tendría que haber corregido, y punto». Del mismo modo, es más amable en su análisis de la política regional, «sin tanta agresividad, aunque lo de los trenes no tiene nombre, habría que echar a todos los implicados, y sé que Adrián Barbón lo está pasando fatal».

Por el momento, a la espera de que en septiembre se le entregue la Medalla de Asturias que se le concedió este enero, su interés está puesto en su familia, su pueblo, en sus aficiones y, sí, en las elecciones de mayo. Y también en eso es clara. «Estoy contenta de que con Ovidio Zapico (IU) vaya a concurrir con una lista plural, pero me preocupa la división en Podemos; veo el reflejo de lo que nos ocurrió a nosotros hace años».

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