Pandenes, una parroquia rural en continuo crecimiento
Aniversario. La localidad celebra 90 años registrando un incremento poblacional y retomando actividades
ALICIA GARCÍA-OVIES
Lunes, 20 de junio 2022, 02:37
La reapertura del local social de Pandenes, en Cabranes, es el reflejo del «momento dulce» por el que pasa la localidad. La llegada de nuevos residentes ha supuesto un revulsivo para un pueblo que hace noventa años decidió levantarse para defender su patrimonio, logrando el reconocimiento de parroquia rural, un título que desde entonces les otorga identidad jurídica propia. Una efeméride que ayer celebraron, precisamente, en este inmueble que en otro época sirvió como escuelas para los niños del pueblo. «Que se celebre este acto me produce sensaciones emocionales difíciles de describir», reconoció Humberto Vigil, alcalde de la parroquia.
El origen de Pandenes como ente inframunicipal está en la decisión de la corporación de adjudicar el monte de la zona a la localidad de Torazo. Los vecinos en contra de esta medida decidieron defenderlo solicitando su reconocimiento como parroquia rural, un título que les permitió tener capacidad jurídica propia y acabar ganando en el juzgado lo que no consiguieron en los despachos.
Este fue el primer paso de una unión vecinal que se ha mantenido en el tiempo. Llegaron a crear una cooperativa y hasta una cuenta bancaria común. «Los vecinos aportaban dinero y cuando alguno tenía un problema económico y necesitaba ayuda podía cogerlo de allí», recordó Aladino Ramos.
Con los años, el virus de la despoblación fue avanzando en la zona rural y la localidad llegó a mínimos históricos. Pasando a 180 vecinos en los años cuarenta a poco más de una treintena. Situación que en el último lustro ha empezado a revertirse. El denominado 'efecto Cabranes' tiene un fiel reflejo en la zona. «Pandenes está notando un aumento poblacional de origen muy diverso. Incluso vuelven niños», destacó Vigil. Solo en el último año se han instalado en el pueblo cuatro parejas.
Esto ha permitido recuperar la actividad de la Asociación Cultural y Recreativa Amigos de Pandenes, creada por el propio Vigil en 2003 y que languidecía debido a la pérdida poblacional y a la pandemia. Su presidenta actual es Natalia Muñoz-Casayús. Ella llegó al pueblo cabranés con su pareja en septiembre después de decidir abandonar Madrid.
Una de sus primeras actuaciones ha sido la reapertura del local social, aunque, según adelantan, tienen muchos proyectos en mente para dinamizar el pueblo.
Aunque si bien Pandenes vive «un momento dulce» con la recuperación de población, también tienen «un serio problema de financiación». La riqueza que genera la entidad es escasa y la subvención anual del Principado «no cubre ni las mínimas necesidades». «La ley de parroquias rurales, si bien nos reconoció capacidad jurídica, como toda normal al cabo de casi cuarenta años se ha quedado corta. Es necesaria una reforma de dicha ley», indicó ayer Vigil.
El cabranés considera necesario crear la figura de la vicepresidencia, «que pueda cubrir la vacante del presidente en caso de fallecimiento, incapacidad o dimisión». También pidió «una definición clara de competencias y sobretodo una financiación acorde con los tiempos».
Porque, aseguró, «Pandenes tiene futuro. Su ubicación en un cruce de carreteras que nos acerca a quince minutos de la playa y media hora de grandes urbes e industria es un acicate para vivir en un entorno natural con calidad de vida».
En esta línea, la Federación Asturiana de Parroquias Rurales está en conversaciones con el Gobierno regional para conseguir las mejoras necesarias para las 39 instituciones que hay en el Principado, como adelantó su secretario general, José Manuel García. El acto también contó con la asistencia de un gran número de vecinos, así como del alcalde de Cabranes, Gerardo Fabián, quien aseguró que la parroquia seguirá teniendo el apoyo municipal para seguir resurgiendo en todos los ámbitos.
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