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Urgente Se desata un incendio en un bloque de viviendas de La Corredoria, en Oviedo
Agentes de la Guardia Civil disuelven a los participantes en el botellón que tuvo lugar en la madrugada del ayer en el paseo de San Pedro, en Llanes. FOTOS / VÍDEO: Xuan Cueto

Noche sin tregua de lucha contra el botellón

Despliegue. La Guardia Civil disuelve botellones por toda Asturias y formula más de 170 denuncias. Solo en Llanes y Ribadesella fueron dispersadas 1.500 personas, algunas de las cuales recibieron a los agentes a botellazos

GLORIA POMARADA

Domingo, 15 de agosto 2021, 01:32

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El botellón sigue sin dar tregua en las noches de verano. Los incidentes del pasado fin de semana hicieron ya saltar las alarmas, con imágenes de aglomeraciones sin control y la consiguiente llamada a la responsabilidad a lo largo de los últimos días. Lejos de remitir, en la costa del oriente se volvieron a registrar este sábado reuniones masivas de jóvenes bebiendo en la vía pública e incumpliendo las medidas sanitarias. Sucedió en concejos como Ribadesella y Llanes, donde la Guardia Civil dispersó en distintos puntos a cerca de 1.500 personas a lo largo de una noche ardua y no exenta de momentos de tensión, de la que fue testigo EL COMERCIO.

Para evitar los botellones, se desplegaron también efectivos de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic), encargados de peinar cada rincón conflictivo. Llegada la medianoche, el dispositivo arrancó en Ribadesella, donde la tranquilidad que reinaba al caer la oscuridad fue dejando paso a acumulaciones de grupos en la plaza Nueva y calles adyacentes del casco urbano. La Guardia Civil dispersó a 700 personas en el centro y otras 150 en un botellón en La Atalaya, en ambos casos incumpliendo las medidas sanitarias. Se produjeron además numerosas identificaciones de personas sin mascarilla, no sin reticencia e incluso un intento de un joven de salir corriendo, sin éxito. Otros, como un grupo de amigos de Madrid, se mostraron más colaborativos y, después de un reconocimiento del perro encargado de detectar drogas, expresaron a los agentes su agradecimiento por el trato recibido. «Da gusto, los guardias nos han tratado divinamente», afirmaron.

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Bien distinta fue la actitud de quienes se congregaron en el paseo de San Pedro de Llanes, de nuevo uno de los lugares más conflictivos. Al igual que sucediera el pasado fin de semana, fue escenario de botellones y enfrentamientos con los agentes, a quienes recibieron al grito de «mucha policía, poca diversión», cánticos de «alcohol, alcohol, hemos venido a emborracharnos» e incluso arrojándoles botellas. Por fortuna, no hubo que lamentar heridos.

Ni siquiera el orbayu intermitente disuadió de continuar la juerga, que pasadas las tres de la mañana perturbaba de forma notable el descanso de los vecinos. Vistos los ánimos en el paseo de San Pedro, la Guardia Civil tuvo que subir portando escudos antidisturbios. El mejor arma es sin embargo la palabra y así lo ejemplificaron los agentes, repitiendo una y otra vez a los grupos la orden de colaborar y abandonar la zona con tranquilidad. Consiguieron así, en coordinación con la Policía Local de Llanes, dispersar a las 500 personas que allí se encontraban. No faltó, sin embargo, quien terminó por encararse con los agentes, bajo el pretexto de que «no hay toque de queda ni nada». Si bien esa medida, solicitada por el Principado y denegada por el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), no se aplica en la región, sí fueron muchas otras las normas incumplidas, desde ordenanzas municipales que prohiben el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública a no llevar la mascarilla pese a encontrarse en grupos que no mantenían la distancia de seguridad.

También en el concejo de Llanes dispersaron fiestas en lugares apartados, como la zona de la capilla de La Guía, donde contabilizaron 25 jóvenes, o el área recreativa de Garaña, con medio centenar y abundantes remesas de alcohol. Al verse sorprendidos, algunos participantes huyeron entre la vegetación para evitar ser identificados. En ese punto fue asimismo incautada marihuana. En Celorio, evitaron una aglomeración de unas 50 personas, mientras que en Arriondas hicieron lo propio con un botellón de 25. En la comarca se registraron además botellones en la zona de La Isla, en Colunga.

Ya fuera del oriente, pero también en la demarcación de la Comandancia de Gijón, los agentes disolvieron cuatro botellones en Candás: en el Parque Inglés, Valdés Pumarino, Parque Museo Antón y Paseo Marítimo. En Luanco se produjeron varios requerimientos por aglomeraciones, en San Juan de la Arena un botellón de un reducido número de personas en la Playa de los Quebrantos y en Salinas varios botellones más en La Peñona, la zona de El Náutico, de las dunas en San Juan de Nieva, el Parque de la Deva y de la Colonia. Se formularon en total 170 denuncias. Por su parte, la Comandancia de Oviedo disolvió un botellón con 40 personas en Grado.

A la noche de desfase siguió la imagen, ya bajo la luz del día, de botellas, latas y bolsas desperdigadas por el suelo. Restos de otra muestra de conductas incívicas que, en plena pandemia, adquieren además tintes de temeridad y a las que el despliegue policial se afana en hacer frente.

En Luarca también hubo un botellón con presencia de muchos jóvenes en la zona de la playa, aunque en esta ocasión no intervino ni la Policía Local ni la Policía Nacional de la capital valdesana.

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