«Un vecino tuvo un accidente y no hubo manera de llamar al 112»
Aislados. Trabajadores, ganaderos, científicos y escolares del valle del Cibea piden solucionar la falta de cobertura móvil e internet en la zona
CARLOS BERNAL
Domingo, 19 de noviembre 2023, 00:33
En el valle del Cibea es común escuchar cláxones por los caminos que atraviesan su docena de pueblos. «Es el butanero, la cartera o el veterinario, que avisan de que llegan, porque desde que pasan Las Mestas, pierden la cobertura móvil», explica Joaquina, la hostelera de Sorrodiles, el único bar abierto desde la pandemia en todo este valle del extremo sur de Cangas del Narcea. En las pistas de los pueblos altos del Cibea, Fuentes de Corbero o Siero, no es raro ver coches parados en el arcén y gente hablando por el móvil.
«Es el valle peor comunicado de Cangas y no sé si de Asturias, hay que salir de casa y subir monte arriba si quieres llamar», indica Santiago Líndez, presidente de la Junta Gestora de Villarmental, conduciendo valle abajo dirección el centro de salud de Cangas. «Tenemos que bajar a sacar cita en persona por el problema de la cobertura», asegura.
La deficiencia de cobertura móvil trae consigo sustos que podrían tener consecuencias irreversibles. «Hace cinco años estuvimos a punto de perder a un vecino en un accidente, no hubo manera de conectar con el 112», explica Marcelino Frade, que reside a la entrada de Regueras del Cabo, a pie de la CN-4. «Gracias a un sobrino y a un hermano que consiguieron sacarle del coche, sigue vivo el paisano», continúa.
«Yo di cuenta del accidente de un camión, tuve que bajar primero hasta las Mestas para tener suficiente cobertura y avisar al 112», añade Antonio López, ganadero de Villarmental, que se pregunta cómo van a hacer los ganaderos del Cibea para llevar al día la agenda electrónica a la que la nueva PAC, que entra en vigor el 1 de enero, les obliga para cobrar las ayudas europeas. «Vamos a estar como nuestros nietos durante la pandemia: peleados todo el día con el ordenador», augura.
La pandemia provocó el cierre del bar que había en la parroquia de Carballo, la más poblada del valle, con 71 viviendas y cerca de 200 vecinos. Pero también asentó población: desde Madrid a Tremado, una familia con un hijo cursando ahora la ESO, y desde Escocia a Carballo, otra con dos hijos, de cuatro y seis años, escolarizados en el CRA Río Cibea desde 2021. «Mi pareja y yo teletrabajamos y pensamos en solucionar el problema de cobertura instalando radioenlaces conectados de monte a monte con repetidores que ya existen», cuenta Diego Alonso, que concilia su trabajo como programador web con su vida familiar. «Es una alternativa más rápida y económica», asegura. En 2022, Alonso abandonó su proyecto empresarial, ConectaNarcea, al no obtener entonces los permisos del Ayuntamiento necesarios para conectar su tecnología al repetidor municipal de Siero.
La bióloga canguesa Carmen Martínez, al frente de la empresa con base tecnológica en Carballo, Aromas del Narcea, que investiga desde hace cinco años las posibilidades comerciales en la industria del perfume de la rosa Narcea, autóctona del Cibea, se enfrenta al mismo problema. «Hemos hablado hasta con el ministerio porque no hay manera de trabajar, empezando porque no recibimos la información que nos proporcionan las estaciones agroclimáticas y cámaras que hemos instalado en nuestras parcelas experimentales», explica la científica del CSIC, que asegura que la situación se lo hace pensar dos veces a las empresas que se plantean financiar el proyecto. A Martínez le preocupa que su proyecto empresarial «fracase por culpa de la cobertura». Un proyecto vinculado a un recurso agrario que traería consigo de nuevo prosperidad al Cibea, un valle carbonífero que sufre las consecuencias demográficas, económicas y sociales del cierre de la minería en la zona.
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