Vuelve a Pimiango el pigargo europeo
ROSANA SUÁREZ
Lunes, 27 de junio 2022, 02:16
Trece nuevos ejemplares de pigargos europeos fueron trasladados ayer a la localidad de Pimiango, en Ribadedeva, para continuar con el intento de reintroducción de esta especie que se inició el año pasado.
Las aves, nacidas este año en su hábitat natural de Noruega y que llegaron el sábado al aeropuerto madrileño de Barajas junto a otros cinco ejemplares aún demasiado pequeños y que serán trasladados posteriormente a Asturias, permanecerán hasta el final del verano en el jaulón que se ha habilitado en Pimiango para pasar su periodo de aclimatación antes de dar el salto y empezar a surcar los cielos. Para lograr el objetivo de crear una población reproductora de pigargo en España, se puso en marcha en 2021 una primera fase experimental del proyecto, de dos años de duración, al final de la cual se valorarán los resultados obtenidos en cuanto a la interacción de esta gran rapaz con otras especies silvestres, especialmente aquellas en un estado desfavorable de conservación, así como posibles impactos negativos o dinámicas positivas sobre los usos socioeconómicos. Si la fase experimental alcanza una evaluación positiva, el Proyecto Pigargo tendrá su continuidad con la liberación anual de hasta veinte ejemplares durante al menos cinco años más.
Nidos artificiales
Tras una completa revisión veterinaria y la obtención de muestras para diversas pruebas analíticas con el fin de colocarles un emisor GPS que permitirá seguir sus movimientos cuando sean liberados, los pigargos partieron desde Madrid rumbo a la costa oriental asturiana.
Las aves trasladadas, que aún no han aprendido a volar, reposan ya en los nidos artificiales que han sido construidos para ellas dentro del recinto especial instalado en Pimiango. Será cuando puedan volar por sí mismas cuando pasen a un sector más amplio dentro de ese mismo recinto.
Allí, hasta que sean soltadas definitivamente, estarán una temporada aclimatándose a la zona y socializando entre ellas, mientras son alimentadas y vigiladas por los técnicos del Proyecto Pigargo, al igual que ya pasó con el primer grupo de pigargos liberados en octubre.
«Pese a los miedos iniciales, las aves se han integrado bien en el hábitat y se desenvuelven sin afecciones a la fauna salvaje o doméstica», detalla la bióloga Lorena Juste, coordinadora del Proyecto Pigargo.