Sanciones y aforos completos
Playas llenas y atascos en un día con más de 34 grados
El de ayer fue un día de calor. Cielos despejados y el sol brillando en toda su intensidad invitaron a los asturianos a disfrutar de las playas para soportar temperaturas que llegaron a alcanzar una máxima de 34,2 grados, en San Antolín de Ibias. Pero muchos concejos del interior superaron los 30 grados, como Aller, Tineo, Somiedo, Cabrales y Salas, Los desplazamientos hacia las playas fueron masivos y los conductores ya se encontraron con problemas en torno al mediodía, en la autovía A-8, en las inmediaciones de Villaviciosa. La colisión de dos vehículos, sin que se registraran heridos, provocó retenciones que alcanzaron los cuatro kilómetros. Pero quienes llegaron a los arenales se encontraron, en muchos casos, con la sorpresa de que los accesos estaban cerrados, pues el aforo se había completado.
Especialmente problemática fue la situación en el oriente asturiano, con el cierre de las playas de Colunga y la de Vega (Ribadesella). En el occidente, la situación fue más llevadera.
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En el oriente todas las playas registraron una alta ocupación. Como viene siendo habitual en Llanes en época estival, de nuevo hubo quien decidió estacionar su vehículo en espacios no permitidos, obstaculizando de esta forma el tráfico y provocando importantes atascos en lugares como Niembro. La Policía Local se afanó en facilitar la circulación e impuso varias sanciones a quienes aparcaron de forma incorrecta.
También tuvieron mucho éxito otras zonas, como el Sella y el descenso en canoa. Entre quienes se decantaron por esta actividad estaba el alicantino Arturo García. «Decidimos venir al Sella porque te permite disfrutar sin demasiados agobios y es una actividad al aire libre en la que vas con tu canoa y no tienes por qué acercarte demasiado a otras personas», explicó.
Aguas abajo, en la playa de Santa Marina, el madrileño Nacho Pérez disfrutaba de la soleada mañana junto a su hijo. Destacó que «en la arena prácticamente todo el mundo cumple con la distancia de seguridad». Otra cosa es, reconoció, lo que sucede en la orilla, donde «no se lleva mascarilla y la gente está más junta».
Los arenales del occidente recibieron a los bañistas sin grandes aglomeraciones. En las playas valdesanas los horarios de máxima afluencia coincidieron con la marea baja, lo que ayudó a respetar las distancias de seguridad entre los usuarios. «La situación es tranquila. Apelamos a la responsabilidad individual y hacemos un esfuerzo de control y pedagogía a través de la Policía Local en los paseos y zonas estrechas donde se pueden concentrar más personas», explicó el alcalde, Óscar Pérez, que prevé un agosto más concurrido.
Con gran afluencia de bañistas se encontraban las playas de Cudillero, donde «se controlaron aforos de aparcamiento y disolvimos aglomeraciones de grupos, sobre todo, de gente joven», dijo el alcalde, Carlos Valle.
En el caso de las playas de Peñarronda y Arnao, en Castropol, donde se controla el aforo de los arenales en tiempo real a través de una aplicación, la ocupación se mantuvo a nivel medio durante prácticamente toda el día.
También las playas de Castrillón registraron gran afluencia, especialmente las de Salinas y San Juan. No hubo los anteriores problemas de tráfico y los agentes de la Policía Local prestaron especial atención a que los usuarios utilizasen las mascarillas. «La gente la lleva consigo, pero muchos la colocan en el codo o se la bajan. Hay que requerirles para que se la pongan bien», aseguraban los agentes.
Donde sí hubo que sorportar atascos fue en los accesos a la gijonesa playa de San Lorenzo, especialmente a última hora.
En esta información han colaborado Lucía Ramos, Belén G. Hidalgo y Giovanna Fernández.
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