El PSOE echa de menos a su arquitecta de pactos
Adriana Lastra. Con los socios de investidura cada vez más lejos, comienzan las voces críticas en el seno del partido por la decisión de Sánchez de apartar a la vicesecretaria general de la portavocía en el Congreso
DANIEL FERNÁNDEZ
Domingo, 1 de mayo 2022, 02:21
Pocos días después de que EL COMERCIO desvelara, el pasado 8 de agosto, el plan de Pedro Sánchez para relevar a la asturiana Adriana Lastra como portavoz del grupo socialista en el Congreso, un dirigente nacional de este partido advirtió, a preguntas de este diario, del riesgo que corría el presidente del Gobierno de perder los apoyos de la investidura. «Adriana era la arquitecta de los pactos y ahora perderemos ese activo. No veo muy acertado ese movimiento», afirmaba. Premonitorio o no, lo cierto es que desde que la vicesecretaria general del PSOE dejó la portavocía parlamentaria que ahora ocupa Héctor Gómez, Pedro Sánchez ha visto como buena parte de sus apoyos se esfumaban y cómo importantes medidas, como la reforma laboral o, esta semana, la convalidación del decreto anticrisis salían adelante por los pelos. «¡Y ya estamos calvos!», decía a EL COMERCIO ayer el mismo dirigente socialista que en agosto dudaba de la conveniencia del relevo de Lastra.
Lo ocurrido esta pasada semana en el Congreso, con el voto negativo de ERC a la convalidación del decreto anticrisis por la guerra de Ucrania ha vuelto a elevar el volumen del runrún puertas adentro del PSOE. Como ya ocurriera en febrero con la reforma laboral, cuando los socios de investidura dieron la espalda al Ejecutivo y solo la equivocación a la hora de votar de un diputado del PP salvó al Gobierno de Pedro Sánchez y Unidas Podemos de un ridículo histórico. «Si somos incapaces de llegar a una votación sin tener amarrados los apoyos, es que algo se está haciendo mal», afirma el anteriormente citado dirigente socialista.
La pérdida del apoyo de ERC está siendo crucial para el PSOE. Y aquí es donde más echan de menos los socialistas a Adriana Lastra. «Ella fue la gran arquitecta de los acuerdos de legislatura con los socios de la investidura. La complicidad que siempre ha mantenido con Gabriel Rufián -portavoz de los republicanos- ha sido clave para sacar adelante los asuntos claves, como los presupuestos», añade a EL COMERCIO el mismo dirigente del PSOE. «Adriana y Rufián sabían que por muchas diferencias que pudieran tener, una vez que se sentaban a negociar sería muy raro que no hubiera un acuerdo. Quizás porque ambos tienen una capacidad de trabajo impresionante. Sabían que cuando había que remangarse, se remangaban; que si había que negociar toda una noche, se negociaba; que si había que hacerlo un domingo, se hacía... Y ahora eso no se ve», apunta.
Todos los ojos apuntan al sutituto de Adriana Lastra, Héctor Gómez. En el PSOE dicen que «no tiene la cintura» que tiene la riosellana a la hora de sentarse a negociar «ni sabe conectar bien con los demás». Este último punto lo corroboran desde Esquerra Republicana. «No estamos cómodos con el nuevo equipo, parece que miran por encima de nosotros y no se dan cuenta de que sin nuestros apoyos se acabó la legislatura», afirmaron desde el partido catalán a preguntas de este diario.
En el PSOE este distanciamiento con sus principales apoyos parlamentarios preocupan. Y más cuando el cambio de liderazgo en el PP no está traduciéndose en un acercamiento del grupo parlamentario a las posiciones del Gobierno, como se demostró esta pasada semana en el Congreso cuando los populares votaron en contra del decreto anticrisis. El apoyo de Bildu salvó a Pedro Sánchez de otro importante revés parlamentario.
«Nos pasó con la reforma laboral y no hemos aprendido. Cada vez que tenemos que enfrentarnos a una votación complicada, el lío interno es gordo», apunta el mismo socialista que advirtió de la pérdida de capacidad negociadora que sufría su partido con el relevo de Adriana Lastra como portavoz.
«Sabíamos que a final de legislatura, como es obvio y siempre ocurre, se iban a tensar las relaciones. Todos se van recolocando de cara a las elecciones. Pero ahora estamos asumiendo unos desgastes absolutamente innecesarios», añade el dirigente del PSOE.
Por eso, considera que estos meses que quedan por delante hasta la convocatoria electoral -la legislatura acaba el próximo año- «van a ser muy duros si no se produce un giro importante. Es vital recuperar la confianza de nuestros socios», añade.
Mientras tanto Adrian Lastra sigue centrada en su cargo de vicesecretaria general del PSOE. Ella será la encargada de perfilar la estrategia y hoja de ruta del partido de cara a la triple convocatoria electoral que su partido debe afrontar a corto plazo: las autonómicas y municipales de mayo de 2023 y las generales, cuya fecha aún no se baraja.
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