«Quiero tener algo estable, que no me discriminen»
El día a día de Rubén transcurre en la calle; su vida no es fácil, como la de muchas otras personas que no tienen un hogar. Esta es su historia
La vida de Rubén nunca ha sido fácil. Nació hace 45 años en Tudela Veguín y con 16 se independizó. Trabajó como repartidor y más tarde en el sector de la construcción, hasta que un accidente laboral lo dejó con una incapacidad del 70%. Se separó de la madre de sus hijos, dos adolescentes de 13 y 14 años que viven tutelados en Gijón. Residía en Oviedo antes de la pandemia y acudía a las visitas programadas por la consejería. Cuando el Gobierno anunció el confinamiento, Rubén viajó a Gijón para poder seguir viéndolos. Pasó por el Albergue Covadonga y acabó instalándose en una tienda de campaña entre las viejas vías del tren. Con una pensión no contributiva de 484 euros ha solicitado una vivienda social. Su objetivo: recuperar a sus hijos.
Cuando iniciamos la grabación de este documental Rubén vivía lo más dignamente que se puede vivir en una tienda de campaña, pedía limosna y hacía recados. Este verano se compró otra tienda, aislante y un toldo porque el agua ya se filtraba. El noviembre lo desalojaron. Rubén duerme desde entonces en la calle, a la espera de una llamada, a la espera de una vivienda que le permita vivir con sus hijos.
Esta es su historia.
