¿Por qué el cielo y el agua del mar son azules? Lo podrás escuchar en Asturias desde la playa
Voces de la ciencia. La megafonía de varias playas y piscinas emitirán mensajes científicos en agosto, gracias a la Universidad
La tía de Covadonga Huidobro era muy blanca y pecosa y, en verano, usaba una crema de zanahoria. ¿Servía para broncearse? Quizás. ¿Se protegía de los rayos de sol? En absoluto. Los niños acostumbran a coger cangrejos y conchas en la playa. ¿Deberían hacerlo? Es mejor que no. La mar está cada vez más caliente y, aunque pueda resultar agradable a veces, lo cierto es que es una mala señal, proque indica que tenemos «un planeta con fiebre». Hay aún visitantes que se sorprenden de no ver al anochecer apenas arena donde por la mañana había una amplia playa en algún municipio asturiano. Es el «baile gravitacional» de las mareas.
Y así, de la zanahoria a las mareas, hasta 20 mensajes. Los que componen 'Voces de la ciencia', un pionero, divulgativo y divertido proyecto que ha puesto en marcha la Universidad de Oviedo, a través de la Unidad de Cultura Científica y de la Innovación, del Vicerrectorado de Innovación. El origen, un café de trabajo, explicó uno de los investigadores implicados en el proyecto, José Manuel Montejo. En un congreso previo, habían conocido experiencias de otros lugares, donde trataban de hacer llegar pequeñas píldoras científicas al público general, mientras esperaban en una cola, en las servilletas de una cafetería... ¿Por qué no a la playa? ¿Pasear en bañador con un megáfono? Mejor usar los sistemas de megafonía que ya existen.
El equipo de la Unidad de Cultura Científica seleccionó 20 mensajes, que duran apenas medio minuto, e ideó varias maneras de transmitirlos. A partir del día 1, se podrán escuchar en la megafonía de las playas de Cudillero, Tapia de Casariego, Muros de Nalón, Carreño, Villaviciosa y Ribadesella, además de las piscinas municipales de Pola de Lena y en el centro deportivo de La Morgal, que depende del Principado de Asturias.
Es decir, quien esté tomando el sol en Cudillero cualquier día de agosto, a las 12.30 de la mañana y las 17.30 de la tarde, podrá aprender, pro ejemplo, que «el monstruo marino de las películas existe... y vive en Asturias». O entender por qué el mar es azul, si el agua es incolora. O descubrir todos los poderes que tiene ese agua, que hasta reduce la fatiga y puede ser un «sorprendente antibiótico natural». Podrán disfrutar de la jornada mientras conocen por qué unas playas tienen la arena fina y otras sólo piedra e incluso recordar cómo deben hacer una reanimación cardiopulmonar.
Además, se han editado más de 2.000 postales con los mensajes, que se distribuirán en las Oficinas de Turismo de estos municipios.
La vicerrectora de Investigación, Irene Díaz, presentó este lunes en rueda de prensa, en el Edificio Histórico de la Universidad, una iniciativa que nace con vocación de continuar y crecer y llegar a más municipios (alguno ha declinado participar este año en el programa). El objetivo, despertar el interés por la ciencia y el espíritu crítico, en un lugar con un amplísimo público. La iniciativa, recordó Díaz, cuenta con la colaboración del Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades a través de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología.
La vicerrectora estuvo acompañada por los investigadores José Manuel Montejo y Covadongo Huidobro, que han sido los encargados de elaborar los mensajes, buscando «cuestiones relacionadas con el verano, con una evidencia científica que a priori puede ser desconocida», desde la física a la biología y la química. «Cosas cotidianas que no todos sabemos por qué se producen», explica Huidobro. A eso, han querido añadir la concienciación sobre que «pequeños gestos son muy importantes, como coger conchas en la playa o el uso de los microplásticos», continúa Montejo. El lenguaje que se usa en los mensajes ha sido elegido expresamente para que «pueda ser entendido por los más pequeños».
Saber cuál será el efecto es complicado pero, como dicen los investigadores, «siempre es mejor hacer las cosas que no hacerlas».
