Borrar
¿Quieres despedir a tu mascota? Puedes hacerlo en el nuevo canal de EL COMERCIO
Una parte de los profesionales que conforman el servicio de Nefrología del HUCA, que celebra su 50 aniversario. Pablo Nosti

El servicio de Nefrología del HUCA entra en su edad de oro

El equipo que dirige el doctor Emilio Sánchez se enfrenta a una enfermedad, la renal, que ahora afecta a un 15% de la población y que la OMS considera «prioritaria»

Jueves, 16 de octubre 2025, 06:48

Comenta

Cuando el servicio de Nefrología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) echó a andar, «ésta era una especialidad relativamente joven» y «se hablaba muy poco de enfermedad renal». Cuenta como anécdota Emilio Sánchez, su máximo responsable a día de hoy, que «tú comentabas que eras nefrólogo y mucha gente nos confundía con los necrólogos. Te decían: 'Ah, tú eres de los que miras a los muertos'».

Cincuenta años después, el servicio de Nefrología del HUCA entra en su edad de oro siendo un pilar fundamental del sistema sanitario, sostenido por un equipo de 26 médicos –entre facultativos especialistas y residentes–, 83 enfermeras y tcaes y dos auxiliares administrativos. En cuanto a la enfermedad renal, se ha convertido en un problema de salud pública de primer orden, en el que ahora tienen puestos sus ojos desde las administraciones públicas a la Organización Mundial de la Salud (OMS).

«Ésta es una especialidad y una patología que han ido ganando visibilidad y eso es muy muy importante», constata el doctor Sánchez, jefe de la unidad de gestión clínica de Nefrología del HUCA. El pasado mes de mayo, de hecho, la OMS declaraba la enfermedad renal crónica (ERC) como «una enfermedad prioritaria por tratarse de una pandemia». Las estadísticas avalan la preocupación que muestran los especialistas y las autoridades sanitarias: se estima que a una de cada siete personas no le funcionan correctamente los riñones. En torno al 15% de la población; unos 150.000 asturianos.

Se prevé que «Asturias sea la primera» en implantar el cribado de detección precoz previsto por el Ministerio de Sanidad en 2028

Los trasplantes y la diálisis domiciliaria

A tal punto llega la situación que en el plan estatal de abordaje de la cronicidad 2025-2028 «aparece por primera vez la salud renal como algo prioritario». Otra evidencia más de la evolución de una especialidad que, en el caso del HUCA, celebra su 50 aniversario con dos grandes satisfacciones. Por un lado, «el aumento de los trasplantes, que, sin duda, es la mejor opción de tratamiento renal sustitutivo», apunta Emilio Sánchez. Y por otro, «se ha conseguido que Asturias esté a la cabeza de España en penetración de la diálisis domiciliaria, que tiene incontables ventajas desde el punto de vista clínico y de sostenibilidad económica, social y medioambiental», añade el también presidente de la Sociedad Española de Nefrología (SEN).

El Ministerio de Sanidad se plantea como objetivo para 2028, dentro de su estrategia frente a la cronicidad, que el 30% de los pacientes que necesiten dializarse lo hagan en su casa. En Asturias, «ya estamos en el 25%», suraya Sánchez, que aporta las siguientes cifras: «Actualmente, tenemos en la región 950 pacientes con trasplante renal funcionante, 600 en hemodiálisis y 85 en diálisis peritoneal».

Pero en el balance de este medio siglo de actividad, hay otros «hitos» que reseñar. Juan Orviz, enfermero supervisor de área, pone en valor que «tengamos una consulta propia de ERCA (enfermedad renal crónica avanzada) que ha recibido este año la acreditación de calidad». Dicha consulta, antesala de la diálisis, «es fundamental y muy necesaria». Y desde aquí, el servicio de Nefrología ya está dando cumplimiento a uno de los retos que marcan el futuro de la especialidad. A saber: «Incluimos a los pacientes en lista de espera para un trasplante antes de que entren en diálisis» y, de esta forma, «algunas personas pueden llegar a trasplantarse sin tener que pasar por diálisis».

Una gota de sangre y orina para determinar la función renal

Evitar esta terapia, que permite filtrar las toxinas y exceso de agua de la sangre cuando una persona pierde la función renal, «es lo mejor para el paciente y el sistema sanitario». Aunque «hay que dejar claro que esto sólo puede ocurrir cuando hay un riñón de donante cadáver que no es compatible con ningún paciente de los que están esperando en diálisis». En ese caso, «hace años enviábamos el riñón a otra comunidad; ahora, se queda en Asturias».

Más retos por delante: «Seguir dando visibilidad a la enfermedad renal e insistir en la prevención. Ojo con la obesidad, porque ahí estamos fallando», incide Juan Orviz, que aprovecha la ocasión para hacer hincapié en «el papel imprescindible que juega la enfermería» dentro de un servicio en el que «estamos a pie de cama» y «los pacientes son cada vez más crónicos, están cada vez más tiempo con nosotros y son casi familia». Además de en prevención, también se está trabajando en el diagnóstico precoz de esta enfermedad «silenciosa», que suele manifestarse en etapas muy tardías. El Ministerio prevé implantar en 2026 un cribado específico, que permitirá conocer la función renal de una persona a través de una gota de sangre y una gota de orina. «Y Asturias quiere ser la primera comunidad en la que se haga», se enorgullece el doctor Sánchez.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio El servicio de Nefrología del HUCA entra en su edad de oro

El servicio de Nefrología del HUCA entra en su edad de oro