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La ventana trífora de la iglesia de San Tirso el Real, en Oviedo, es una de las mejor mantenidas. Pîña
Urgencias del Prerrománico

Urgencias del Prerrománico

El Prerrománico cuenta con cien mil euros de presupuesto. Insuficiente para su mantenimiento | El profesor de la Universidad de Oviedo Lorenzo Arias analiza catorce de los monumentos del conjunto de arte asturiano y sus deficiencias

sandra s. ferrería

Domingo, 5 de enero 2020, 03:40

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En Asturias se conserva el más completo y homogéneo conjunto de arquitectura altomedieval de todo el Occidente Europeo. La región conserva monumentos fechados del siglo IX y primeros del X. Para conservar y mantener tal nivel de patrimonio, conocido como el Prerrománico Asturiano, es necesario un importante presupuesto. La administración asturiana ha reservado este año 100.000 euros. Una cifra insuficiente, a juicio de expertos como Lorenzo Arias Páramo, profesor titular de Historia del Arte en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Oviedo y autor de numerosas publicaciones relacionadas con este arte.

El Prerrománico se distribuye por toda la geografía asturiana, desde Oviedo hasta Caravia, pasando por Pravia y Villaviciosa. En una entrevista publicada por este diario, el recién nombrado director general de Patrimonio, Pablo León, afirmó que todo el Prerrománico «necesita alguna adecuación». Unas medidas que se encuentran recogidas en el Libro Blanco, publicación que realiza un balance de las actuaciones realizadas para la conservación y las que son necesarias acometer en el futuro.

El Libro Blanco aborda únicamente las propuestas de actuación en ocho monumentos. Entre ellos se encuentra la Cámara Santa de la Catedral de Oviedo, por ejemplo, para la que señala que es necesaria una actuación integral en el interior de la cripta de Santa Leocadia.

Lorenzo Arias, sin embargo, profundiza más en el patrimonio asturiano y analiza catorce monumentos basándose en la pintura mural, en el estado de conservación arquitectónico, en la arqueología y en la protección del entorno. Así, no duda en asegurar que el monumento que en peor estado se encuentra es la iglesia de San Julián de los Prados, construida por Alfonso II en el año 812 en la capital asturiana. «Es fundamental restaurar la pintura mural», advierte. Sin embargo, existen dos condicionantes para acometer tal labor: la financiación y la entrada de vehículos a Oviedo, que pasa a escasos metros del monumento. Por ello, sería imprescindible intervenir previamente en el edificio para que las humedades no estropeasen las pinturas murales una vez restauradas. Es algo que el experto ve difícil, ya que sería necesario «enlucirlo», es decir, cubrirlo con una capa de mortero «como las casas de los pueblos».

Respecto al estado de conservación arquitectónico, Arias afirma que no existe ningún problema grueso, «solo pequeñas fisuras», pero sí apuesta por aumentar la investigación arqueológica en el monumento, «podría dar información sustancial, en el pasado se hicieron prospecciones pero no excavaciones». La protección del entorno es uno de los mayores problemas. «La solución es alejar la autopista y que quede contigua a la Fábrica de Armas. Esto incidiría de manera benefactora, porque la cara sur del edificio está negra».

El listado de los elementos que necesitan actuaciones urgentes continúa en Oviedo, concretamente con la fuente de Foncalada, único monumento que se conserva de Alfonso III en la capital asturiana. «Presenta un deterioro avanzado», asegura el profesor. La receta para su mejora pasaría por «encapsularla». Para ello, se necesitaría una expropiación de los terrenos de alrededor y una reorganización urbanística, «pero es muy difícil», admite.

De arriba a abajo, de izquierda a derecha: Foncalada, para Lorenzo Arias la solución para este monumento, que está «muy deteriorado», sería encapsularlo; Santa Cristina de Lena, donde «las excavaciones perimetrales son necesarias, pero su principal problema es el tipo de piedra, que se «desescama» y San Julián de los Prados, donde urge restaurar las pinturas murales, y alejar la carretera de entrada a Oviedo que impacta en la cara sur del edificio. Piña, Pardo y Rojas
Imagen principal - De arriba a abajo, de izquierda a derecha: Foncalada, para Lorenzo Arias la solución para este monumento, que está «muy deteriorado», sería encapsularlo; Santa Cristina de Lena, donde «las excavaciones perimetrales son necesarias, pero su principal problema es el tipo de piedra, que se «desescama» y San Julián de los Prados, donde urge restaurar las pinturas murales, y alejar la carretera de entrada a Oviedo que impacta en la cara sur del edificio.
Imagen secundaria 1 - De arriba a abajo, de izquierda a derecha: Foncalada, para Lorenzo Arias la solución para este monumento, que está «muy deteriorado», sería encapsularlo; Santa Cristina de Lena, donde «las excavaciones perimetrales son necesarias, pero su principal problema es el tipo de piedra, que se «desescama» y San Julián de los Prados, donde urge restaurar las pinturas murales, y alejar la carretera de entrada a Oviedo que impacta en la cara sur del edificio.
Imagen secundaria 2 - De arriba a abajo, de izquierda a derecha: Foncalada, para Lorenzo Arias la solución para este monumento, que está «muy deteriorado», sería encapsularlo; Santa Cristina de Lena, donde «las excavaciones perimetrales son necesarias, pero su principal problema es el tipo de piedra, que se «desescama» y San Julián de los Prados, donde urge restaurar las pinturas murales, y alejar la carretera de entrada a Oviedo que impacta en la cara sur del edificio.

Los primeros puestos de los monumentos del Prerrománico en peor estado lo completa San Salvador de Valdediós, en Villaviciosa. Su mayor problema se encuentra en sus pinturas murales, restauradas en 1993. «Hay espacios en los que no se ha intervenido, y es necesario». Esos espacios serían la nave norte, la sur, la antecámara de la tribuna y el pórtico sur. «Las humedades son el peor enemigo de estas pinturas», asegura Lorenzo Arias.

En Villaviciosa también se encuentra San Salvador de Priesca, que ocupa el cuarto lugar en esta clasificación. Perteneciente a la última etapa constructiva de la monarquía asturiana, esta iglesia también tiene su punto débil en las pinturas murales. Según explica Arias se encuentran «muy deterioradas» tras los daños sufridos en un incendio en la Guerra Civil. «Y no hubo intervención sobre ellas», critica. Estas pinturas murales estarían situadas en los tres ábsides, en la pared sur, y en la pared este situada encima del arco toral. Además, otra debilidad de San Salvador de Priesca se encuentra en la protección del entorno. «La carretera pasa al lado del ábside», con los peligros que ello conlleva.

San Salvador de Valdediós, donde habría que acometer obras para que las humedades no estropeasen las pinturas murales.
San Salvador de Valdediós, donde habría que acometer obras para que las humedades no estropeasen las pinturas murales. Paloma Ucha

El quinto puesto lo recibe Santa Cristina de Lena, situada en el concejo de Lena, en la parroquia de San Lorenzo de Felgueras. Las excavaciones perimetrales «son siempre necesarias» aunque el principal problema «que la acompaña desde siempre y la acompañará» es el tipo de piedra de la construcción, «que se desescama», es decir, que pierde materia. Además, el experto cree que en el interior es necesario consolidar la decoración escultórica «porque es muy relevante iconográficamente hablando». Asimismo, destaca un detalle, el iconostasio. Se trata de una pieza que fue colocada posteriormente «y que está en una situación de estabilidad controlada», por lo que pide una revisión y consolidación de dicha pieza.

Desde Lena volvemos a Oviedo con Santa María del Naranco (puesto número 6) y San Miguel de Lillo (puesto número 7). Respecto a la primera, Lorenzo Arias señala que existen humedades, y es necesario un estudio, ya que en la cara norte se producen filtraciones. Además, critica la existencia de una carretera al lado de dicho monumento. San Miguel de Lillo, por su parte, se encuentra ahora en un proceso de restauración. Pero ambos comparten una inmediata necesidad a ojos del experto: la excavación arqueológica. Bajo el punto de vista del experto de la Universidad de Oviedo se necesita realizar una excavación en el entorno de ambos monumentos con el fin de conocer el conjunto palatino de Ramiro I.

El pórtico y la torre de San Pedro de Nora son las principales críticas de Lorenzo Arias a este monumento, sito en el concejo de Las Regueras. La torre campanile «es una obra» de Luis Menéndez Pidal «y habría que buscar fórmulas para prescindir de ella». Además, señala que el pórtico es nuevo «y es una 'intentio'». Respecto a las excavaciones, señala que se hicieron en el entorno del perímetro, «y en relación con la protección del entorno tiene un aprobado alto».

A continuación se sitúa Santiago de Gobiendes, en Colunga. El principal problema de este edificio es que el cementerio se encuentra «pegado» a la cara norte «e introduce humedades». Respecto al interior, Lorenzo Arias apuesta por musealizar el ábside, con el fin de proteger las tres arquerías del original, con sus capiteles.

El mantenimiento exterior de techumbre y tejado es la pata de la que cojea Santa María de Bendones, situada en el concejo de Oviedo. «Es lo que más le urge, porque es una de las que más restauradas está y el entorno no le es hostil», señala Arias.

San Salvador de Priesca. Las pinturas murales se encuentran muy deterioradas desde el incendio producido en la Guerra Civil y la carretera pasa al lado.
San Salvador de Priesca. Las pinturas murales se encuentran muy deterioradas desde el incendio producido en la Guerra Civil y la carretera pasa al lado. Simal

Por su parte, Santianes de Pravia conserva un 10% de la original en planta, «en volumen todo es nuevo». Lo más destacable de este monumento son los restos escultóricos originales de interés expositivo que se conservan en la sacristía. El mayor problema, como ya se señaló en otras edificaciones, es el paso de una carretera cerca del monumento. Como elemento positivo, la iglesia de Santianes tiene al lado con el museo del Prerrománico. Por su parte, San Andrés de Bedriñana se conserva en buen estado, ya que fue restaurada durante la década de los años 90. Sin embargo, necesita el mantenimiento propio de este tipo de patrimonio.

Acercándose al final del ranking de necesidades, Lorenzo Arias sitúa la iglesia de Santo Adriano de Tuñón, de la cual destaca su buen estado debido a la reciente restauración realizada. Tal y como ocurre en Santiago de Gobiendes, en Tuñón también el cementerio está al lado de la iglesia, y aunque se mantiene, las tumbas se separaron, con lo que los efectos de las humedades son menores. Asimismo se restauraron las pinturas murales como el sol, la luna y parte de una cruz.

El listado lo cierra la Iglesia de San Tirso el Real, en Oviedo, que conserva en su construcción una ventana trífora en perfecto estado, con cuatro capiteles, dos reutilizados y dos originales. «No tiene mayor nivel de conservación», señala.

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