Tragos para todos los gustos para despedir el año en Asturias

Los nuevos comienzos siempre son un motivo de celebración. El año 2025 se presenta como una nueva hoja en blanco en la que se escribirán propósitos, historias, viajes, aventuras y oportunidades que llenarán esos nuevos 365 días. Pero antes de que de comienzo, toca reencontrarse con esas personas que han hecho que el 2024 sea especial de muy distintas maneras y volver a brindar por todos aquellos momentos que ya han quedado marcados en el año que termina.

Bajo ese motivo se reunieron cientos y cientos de personas a tomar el vermú en La Ruta de los Vinos de Gijón. Cualquier excusa era buena para escapar un rato y reunirse con familiares y amigos. Era difícil caminar por las terrazas entre abrazos, besos y conversaciones sin fin de aquellos que llevaban tiempo sin verse. Precavidos por la cantidad de adeptos a esta 'tardevieja' que cada vez se hace más popular, el grupo de amigos de Laura Suárez había reservado una mesa. «Nos juntamos siempre. Venimos a primera hora normalmente, pero como este año no íbamos a poder hemos ido sobre seguro, porque si no, es difícil», explicó a este periódico. Entre el grupo de amigos, Ruben Iglesias, Marina Calvo y Marina Santos iban a correr la San Silvestre a las cinco de la tarde. «Esto es la bebida isotónica» decían señalando las cervezas. De noche, volverían a reencontrarse.

Con unas festivas diademas de 2025 estaban Sara Álvarez, Álex Fernández, Laura Arenas, Olaya Alonso, Hugo Jiménez y Laura Fernández. Esta última vive ahora en Segovia pero las fiestas siempre las pasa en Gijón. Por la noche, «somos más de pijama que de lentejuela» por eso aprovecharon a quedar a la hora del vermú. «Está muy bueno el día y hay un ambiente en el que se está muy a gusto. Para nosotros esto ya es tradición. A la una cada 31 de diciembre todos en La Ruta de los Vinos», afirmó. De vuelta a casa por las fiestas navideñas, para Fernández este vermú era «un momento especial porque se junta todo el mundo».

Susana Baquedano lleva cuatro años viviendo en Pamplona con su marido. Hoy, aprovechaban el día para reencontrarse con «los amigos de toda la vida» de Gijón. Desde que están lejos de su tierra, este vermú se vuelve más especial. «Todos los años hacemos este vermú torero que empalmamos con la cena de navidad». Una cita que cada vez se ve con más buenos ojos entre la gente de su edad. «Se nota un aumento de unos años para aquí, antes no se llevaba tanto, pero la gente de cincuenta años en adelante cada vez se anima más a la fiesta de día».

En la tarde de Nochebuena se reunieron por primera vez a tomar el vermú Ana Martínez, Cristina Robes, Elisa Robes y Marian Luengo, amigas de toda la vida que por circunstancias cada vez coinciden menos. Tanto les gustó este reencuentro que decidieron volver a reunirse para brindar en Nochevieja. «Ahora se va a convertir en tradición», decían sonrientes.

Las familias también tienen un hueco en este vermú. «Hoy delegamos la cena en nuestra madre, ¡aunque colaboramos!», decía Belén Fernández que tomaba un refrigerio con su hermana y demás familiares. «Siempre tenemos un hueco para brindar» y aunque en Nochevieja no lo alargan tanto como en Nochebuena, «si se tuerce algo, ¡quedamos a comer aquí!», señaló.

El vermú de Nochevieja, al igual que el de Nochebuena, parece ya una tradición ancestral en Oviedo y en el resto de localidades de la región y del país. Siempre multitudinario, el vermú se unió en 31 de diciembre con el tardeo también muy típico de manera que los ovetenses comenzaron la celebración del año nuevo durante la mañana del 31 de diciembre y muchos la acabaron con los primeros claros del 1 de enero de 2025 Lugares como La Paloma, el Bocamar, el Montoto o el Aguaducho del Campo San Francisco vieron como miles de botellas de cava y champán se consumían entre otras tantas personas deseosas de disfrutar de los últimos coletazos de 2024.

A diferencia de la Nochebuena, en el último día del año no es tan tradicional la cena familiar en casa así que lo que empezó sobre la una de la tarde se fue alargando durante todo el día, principalmente entre los mayores a 30 años que disfrutaron de los rayos del sol aunque sufrieron con el intenso frío que se metía entró según avanzaba la tarde.

El ambiente está siendo festivo en las calles de Avilés y, sobre todo, relajado. Muchos aprovechan para hacer compras apurando los últimos días y algún detalle que falta para los banquetes que aún restan mientras otros no pierden ocasión de tomar algo con amigos o familiares. Algunos incluso hacen las dos cosas, como Manuela Morán y Ángela Martínez que «hacemos la compra y tomamos el café». Acostumbran a hacerlo todos los días y Nochevieja no ha sido una excepción, con la ventaja añadida de disfrutar de los rayos de sol que llegan a las terraza de Vidal.

También todos los días se reúnen en el Myfriend María Eugenia González y sus amigas. Lo hacen desde hace veintidós años y habitualmente acostumbran a tomar un café o un vino o una cerveza, pero hoy han decidido cambiar esa costumbre pidiendo una botella de cava para celebrar el fin de año.

Paloma Sanchís, en cambio, toma una caña con personas no habituales. En torno a su mesa en la terraza del Marvi se reúnen las mujeres de su familia, parte de las cuales residen en Alemania. «En Nochebuena y Navidad es más complicado, pero esta semana de Nochevieja a Reyes siempre la pasamos juntos». No están todos los que son, porque ellas se relajan mientras otros se quedan cocinando o haciendo recados. «También hay quien ha preferido ir a la playa, porque durante el resto del año la ven poco».

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