'Jesusín' celebra sus 75 años en procesión a San Nicolás

El Cristo Jesús de Galiana, más conocido en Avilés por 'Jesusín', celebra su 75 aniversario y la cofradía que lleva su nombre lo celebra con actos que culminan el viernes, 22 de noviembre, con una procesión desde su capilla hasta la iglesia de San Nicolás de Bari. Allí se oficiará de manera inusual una misa con besapiés, a las 19 horas, que tendrá carácter solemne al ir acompañada por la banda de música de la cofradía y la de Colloto.

Como portavoz de la cofradía María del Carmen Fernández González 'Marita', asegura que el Cristo procesionará a hombros de cuatro cofrades, acompañado por su báculos y si el tiempo acompaña llevará faroles. Saldrá de su capilla y descenderá por Galiana hasta la iglesia de San Nicolás de Bari por la entrada de Álvarez Acebal.

Esta talla, una obra del conquense Luis Marco Pérez, fue creada en 1950 y restaurada en el taller de Ángel Martín en Medina de Rioseco, en 2015. Entonces tenía fracturados los dedos del pie derecho y una rotura del pie izquierdo y desajustes que afectaba a una mano.

Los trabajos se completaron con la restauración de la policromía de la imagen por parte de Mª Ángeles González y su intervención fueron corregidas distintas lagunas cromáticas, se vidriaron los ojos del Nazareno y se dio volumen a las gotas de sangre que resbalan por su frente.

Nuestro Padre Jesús de Galiana comenzó a llamarse 'Jesusín' porque «así se lo puso el pueblo, por alguna razón, empezaron a llamarlo así, quizás por cercano, por pequeño, por meritorio, pero fue la gente quien le puso este adjetivo y así se mantiene».

La cofradía, identificada por los colores morado para los hábitos y rojo de los claveles, cuenta con 250 cofrades y su hermano mayor es en la actualidad Saturnino Paniagua. «Para nosotros este Cristo es un orgullo, una satisfacción, nos movemos alrededor de él y significa todo». También cuentan con «mucha gente no cristiana pero sí devota».

'Jesusín' no sale en procesión desde Semana Santa y sólo lo hizo en la Novena ya que los dos días que estaba previsto, en la procesión del Encuentro y en la del Santo Entierro, tuvo que suspenderse a causa de la lluvia.

El historiador Javier Menéndez Ferré, es autor de 'Las tres miradas de Cristo', una conferencia en la que compara las tres imágenes hechas hasta ahora. Se implicó con el proyecto, investigó sobre la cofradía, entró en la dinámica y se hizo un experto en este tema a través de una búsqueda que incluye testimonios reales y mucha hemeroteca de LA VOZ DE AVILÉS.

Lo primero que destaca es que está hecho «por un artista de muy buen nivel y es una obra de arte, sin duda». Considera que la madera de cedro del Líbano con las que está realizada es la mejor, «por la calidad de la madera y porque con sus características protege muy bien la talla» y le permite tener una buena vejez», afirma.

El Cristo es de tamaño natural, mide 1,75 m, aunque no lo parezca por su posición arrodillado, y sostiene una cruz que está articulada. Destaca que los nervios de las manos, de los pies y todo el estudio anatómico es perfecto, así como la definición y la expresividad. En palabras de Menéndez Ferré, «la imagen representa a un varón anatómicamente perfecto y completo en todos sus detalles» y el tallado se ejecutó «en diferentes partes y secciones que conforman una figura articulada».

Este historiador define el trabajo del artista como «el resultado de su buen hacer y es una imagen canónica, de bulto redondo, ejecutada a golpe de gubia, que representa la primera caída de Cristo camino del Calvario».

El rostro es extraíble, una técnica habitual que tiene como finalidad «poder dotar a la imagen de ojos de cristal y que ha sido realizada con indudable maestría, y precisamente respecto a los ojos, que conserva los originales, fueron tallados sobre la pieza de madera y policromados».

La cruz se compone de 69 pequeñas piezas, «probablemente porque el imaginero quiso aprovechar al máximo los restos de talla de la pieza original», indica Javier Menéndez. La peana de es de madera de pino con la ornamentación en abedul, «réplica de la original desaparecida pero con algo más de altura en sus proporciones».

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