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Calles llenas de fantasía en un desfile histórico
Multitudinario. Miles de personas disfrutaron, pese a la lluvia, de los antroxos, moxigangues y carroces que recorrieron las calles del centro de Avilés
ALEJANDRO L. JAMBRINA
Miércoles, 2 de marzo 2022, 00:58
Las calles de Avilés se volvieron a abarrotar de gente ayer martes para disfrutar del Gran Desfile de Carnaval, que ayer cumplió su edición número cuarenta y puso el broche de oro a unas fiestas que seguro que se recordarán durante mucho tiempo. Este año no ha habido un solo día del Antroxu avilesino en el que la ciudad no se llenase de color, música y disfraces de todo tipo para celebrar por todo lo alto la vuelta a la normalidad tras dos años que sin duda han sido extremadamente difíciles para todo el mundo.
Y ayer tampoco fue una excepción, porque los avilesinos y también multitud de visitantes de toda la región se dieron cita a las seis y media de la tarde para ver desfilar a cientos de personas, miembros de agrupaciones locales, charangas, fanfarrias y también para disfrutar de los artilugios que ya participaron el pasado sábado en una de las ediciones del Descenso de Galiana más multitudinarias que se recuerdan y que ayer volvieron a salir a las calles para exhibirse en público como las obras de arte que son.
La comitiva partió de la calle José Cueto con puntualidad inglesa y lo curioso es que el Antroxu más tradicional también regresó en el día de ayer a los desfiles de carnaval. Avilés no sólo recuperó la figura de La Vieya y El Cornelu, además estos personajes tradicionales del folklore local encabezaron el desfile subidos en un carro tirado por bueyes, en «un pasacalle que combina con orgullo las raíces de nuestra tradición más ancestral y el exitoso carnaval moderno que convierte a Avilés en un referente festivo dentro y fuera de la región», celebró Vitu Pintado, uno de los promotores que han logrado recuperar esta tradición.
La lluvia fue protagonista, pero no empañó el desfile y el público aguantó hasta el final en las calles con ilusión
Detrás de los bueyes les siguieron varias agrupaciones locales que no quisieron perderse la oportunidad de disfrutar del desfile del martes de carnaval más esperado de los últimos años. Los primeros fueron un grupo de integrantes de la Asociación de Discapacitados Físicos de Avilés y Comarca (Difac), ataviados como abejas. Su presidente, Manuel Cubero, se disfrazó de apicultor y agradeció a la organización haberles facilitado su participación.
«No todos los años hemos podido desfilar porque es complicado para las sillas de ruedas, pero este año nos han puesto a un grupo de voluntarios para ayudarnos y eso se agradece, un carnaval inclusivo», celebró Cubero.
Lo cierto es que una treintena de voluntarios velaron en todo momento por la seguridad de todos los participantes y ayudaron a la Policía Local para que no se produjese ningún incidente. Y así fue, la mayor preocupación de todo el mundo ayer fue la lluvia. El pronóstico meteorológico no era bueno, pero el cielo avilesino respetó el inicio del desfile y, pese a que al final cayeron algunas gotas el último tramo, el público aguantó con ilusión y no se movió de su sitio hasta que el último artilugio llegó a la plaza de España.
Tampoco faltó en el desfile la presencia de la Cofradía de la Sardina Arenque, personajes ilustres del Antroxu avilesino que precisamente hoy se encargarán de cerrar las fiestas con el entierro y la quema de la Sardina, que se celebrará en el barrio de Llaranes a eso de las seis de la tarde.
«Han sido unos carnavales fantásticos, creemos que casi ha habido más gente que en años anteriores antes de la pandemia y eso nos pone muy felices porque significa que en Avilés tenemos ganas de celebrar y pasárnoslo bien», reconocía con satisfacción María Nieves Bárbara, integrante de la Cofradía de la Sardina Arenque.
Y así fue, gente desde luego no faltó y no hubo ni un tramo del recorrido en el que hubiese un hueco libre. «Los críos están más ilusionados incluso que en la u
ucabalgata de Reyes y eso ya es decir mucho», comentaban varias familias que esperaban para ver el desfile en la plaza de la Merced, uno de los puntos calientes donde más público se dio cita para disfrutar del desfile del martes de carnaval.
Eso sí, igual que en jornadas anteriores la mascarilla volvió a ser un complemento indispensable en casi todos los disfraces y Avilés volvió a demostrar que la fiestas también pueden ser seguras con un poco de responsabilidad ciudadana.
Como suele ser habitual en el desfile del martes de carnaval, la comitiva pasó frente a la iglesia de Santo Tomás de Cantorbery y continúo el recorrido por la plaza de Pedro Menéndez, que pese a estar en obras también acogió a un buen puñado de personas. «Hemos venido a ver el desfile aquí porque puede que sea el último con la fuente antes de que se la lleven», comentaban Manuel García y Mariluz Hernández.
Sin duda el momento más peliagudo de todo el desfile ocurrió al ascender la calle de la Cámara con los artilugios del Descenso. Cuando llegaron a la recta final del recorrido ya llovía con ganas y hubo que empujarlos con fuerza, además una farola se cayó al suelo sin previo aviso, sin que hubiese que lamentar daños personales.
«Solo pedíamos que no lloviese, sobre todo por la gente, pero bueno nosotros vamos a desfilar con alegría, ya tendría que haber un temporal para que nos marchásemos», bromeaba Miguel Mulero, integrante de la peña El Puntazu, que el sábado ya ganaron el primer premio del Descenso de Galiana con su artilugio de 'Alicia en el país de las mascarillas'.
Y la verdad es que se mojaron, pero al final todos los participantes en el desfile llegaron a El Parche sin ningún problema y allí los recibió el actor y humorista Alberto Rodríguez, que ejerció de maestro de ceremonias y fue presentando uno a uno a los participantes en el concurso de disfraces, describiendo meticulosamente sus atuendos y vestimentas para que el jurado tomase buena nota de cara a los premios que estarían por entregar al final de la tarde.
Entre los candidatos había algunos llegados de todos los rincones de Asturias, como Toño García, que con su impresionante disfraz de Ave Fénix llamó la atención de todos los avilesinos. «Vengo yo solo desde Barcia porque el Antroxu avilesino es mítico, uno de los mejores de toda Asturias, y espero ganar un premio al mejor disfraz», reconocía con confianza este valdesano.
Y así fue. Toño García se llevó el segundo premio de la categoría individual, dotado nada menos que con 120 euros. El primero fue para 'Acerico', que sumó 150 euros de galardón, y la plata en esta categoría se la colgó el curioso personaje disfrazado de 'Medallista Olímpico'.
En la categoría de grupos, que también contó con numerosos participantes, el primer premio se lo llevaron los 'Vampiros de Luarca', que pese a aterrorizar al público durante el desfile se llevan mil euros por este galardón.
En el podio de los grupos les acompañaron los chicos de 'Aladín de Serín', que quedaron segundos, y la tercer plaza la ocuparon los integrantes del grupo 'Tropical Happy', una grupo de familias gijonesas que recorre los carnavales de toda Asturias y que en se llevaron un premio de 400 euros por sus ritmos caribeños con los que animaron el desfile.
La última categoría del concurso de disfraces, no por ello menos importante, fue la de parejas. El primer premio fue para la pareja 'Ratoncito Pérez', que se llevaron a casa 280 euros por su originalidad. El segundo premio se lo llevaron 'Fantasía Niña y Unicornio Floral', dotado con 190 euros, y el tercero los 'Payasos Sombrero'.
En total se repartieron 2.960 euros en el concurso asociado al desfile. El jurado valoró ante todo «la calidad, originalidad de los disfraces, así como el esfuerzo en su ejecución» de todos los participantes en esta XL edición.
La entrega de los galardones a los mejores disfraces fue sin duda el broche de oro a un desfile de carnaval que arrancó a las seis y media de la tarde de la calle José Cueto y finalizó, con la entrada del último participante en el escenario de la plaza de España, a eso de las diez de la noche.