El desfile de carrozas de las fiestas de El Bollo no reunieron mucho público

El cambio de horario del segundo desfile de carrozas de las Fiestas de El Bollo, que por primera vez ayer se celebró por la mañana, todavía no puede tener la valoración adecuada que determine si esta apuesta de la Concejalía de Festejos puede continuar o si debe rectificarse. Las condiciones meteorológicas con las que amaneció Avilés hicieron que fueran pocas las personas en la calle siguiendo la marcha de un desfile que también acortaba el recorrido limitándolo a la unión de Las Meanas y El Muelle. El tiempo desapacible hizo, además, que el número de niños y niñas sobre las carrozas fuera sensiblemente menor al del domingo.

En esta primera valoración hay que incluir también en la reflexión que era la primera vez en la que el desfile se celebraba a mediodía, en lugar de por la tarde, con lo que todavía no todo el mundo había adaptado su ritmo del día de la Comida en la Calle a esta nueva propuesta festiva matinal. Todo ello obliga a dar un margen para hacer una valoración más certera del cambio.

No obstante, en la calle, hubo quienes le dieron ya su aprobado porque después podían disfrutar de la Comida en la Calle en familia con total tranquilidad y también quienes lo suspendieron radicalmente viendo la cantidad de personas que siguieron el recorrido y lo desangelado de algunas de las carrozas, que en algunos casos mostraban vacíos más que significativos.

Lo positivo fue que, después de una mañana en la que el orbayu fue el protagonista y que mirar hacia el cielo no invitaba al optimismo, poco antes de las doce del mediodía sorprendentemente comenzaron a despejarse las nubes y la comitiva pudo salir, es más, en el recorrido de las carrozas incluso hubo algún momento de sol.

Todas estaban dispuestas en perfecto orden en la Pista de la Exposición desde bastante antes de las doce de la mañana y no fueron pocos los que aprovecharon ese momento para hacerse fotos con ellas. La comitiva arrancó puntualmente y para este día se eligió a la Banda de Música de Avilés para abrir el recorrido, tras el preceptivo vehículo de la Policía Local que garantiza siempre la seguridad. Seguía detrás de los músicos avilesino clásicos de este desfile, los bueyes y el carro de José Luis Ondina y un xarrés (el carro de güelito).

Les siguió el tren turístico y la primera carroza, en el día de ayer la de la asociación vecinal de Versalles con el Puente de San Sebastián plagado de los superhéroes de las Jornadas del Cómic. En el tren y esta primera plataforma ya se veían los primeros vacíos que se iban confirmando en el resto del recorrido en otras carrozas, aunque en otras no había espacio para un niño más.

Ayer el recorrido estuvo acompañado musicalmente por las asociaciones culturales Esbardu y Ximielga la Saya, las charangas El Felechu, Beerbena y Ceda el Paso, la fanfarria Pepe el Chelo y los sus Muchachos, y las bandas de gaitas de Castrillón, Corvera y Avilés.

Las carrrozas, como en el día anterior, fueron las seis de las asociaciones de vecinos de Avilés centro, Versalles, Quirinal, Jardín de Cantos, Miranda y El Carbayedo; la Cofradía de El Bollo; y el Ayuntamiento de Illas. A ellas se unieron las dos que llevaban a las niñas y jóvenes elegidas como xanas y xaninas, y a las aspirantes por separado.

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