Secciones
Servicios
Destacamos
La astrofísica Lucía González impulsa Allande Stars, un proyecto de divulgación astronómica en el medio rural que une ciencia, cultura y territorio, con el apoyo de la Fundación Caja Rural de Asturias

Desde el concejo de Allande —el único de Asturias con certificación Starlight que lo reconoce como lugar de excelencia para la observación astronómica—, la astrofísica Lucía González impulsa Allande Stars, un proyecto de divulgación astronómica que une ciencia, cultura y territorio para dar vida al medio rural.
Con el apoyo de la Fundación Caja Rural de Asturias, Allande Stars organiza jornadas que despiertan la curiosidad por el universo y demuestran que mirar al cielo también puede ser una forma de dar futuro al territorio.
–Mi vocación científica nació desde muy pequeña, fascinada por la naturaleza y por las estrellas y el cielo que veía desde mi casa, en Allande. Volver al lugar donde crecí era un sueño personal y, al mismo tiempo,
quería que la ciencia y la astronomía se convirtieran en una de las formas de luchar por el futuro del territorio. Es en las zonas rurales, con baja contaminación lumínica, donde se puede vivir la experiencia de la observación astronómica en toda su belleza. Para mí, la divulgación científica es una forma de conectar conocimiento y cultura, y qué mejor lugar que mi tierra natal para hacerlo.
–Allande Stars nace de la idea de que la astronomía no es solo “mirar a las estrellas”, sino que es una rama de la ciencia transversal a otras ramas científicas como la biología o la arqueología y hasta disciplinas como la música y el arte. Nuestro objetivo es diseñar jornadas y recursos turísticos que den a conocer estos rincones de las zonas rurales a través de la ciencia y generar experiencias enriquecedoras combinando la astronomía con elementos del patrimonio natural y cultural, invitando a los participantes a descubrir las zonas rurales en riesgo extremo de despoblación.
Lo que hace diferente a Allande Stars es precisamente esta fusión entre ciencia y territorio: no solo mostramos las estrellas, sino que cada experiencia permite descubrir y valorar el entorno y su cultura.
–Acercar la ciencia al público general requiere traducir conceptos complejos en experiencias atractivas y motivadoras. Más allá de eso, nuestros principales desafíos tienen que ver con ser una empresa pionera en Asturias, donde aún queda mucho por hacer en divulgación científica y en materia de astroturismo. Desarrollamos nuestra actividad principal en la zona rural, donde una persona tiene que hacer a menudo más de 200 km para disfrutar de una charla de divulgación científica en directo. Este carácter inclusivo está alineado con valores de la Fundación como la sostenibilidad o el “dar vida al territorio rural”.
En ese sentido, el apoyo de la Fundación ha sido clave. Gracias a su financiación, por segundo año consecutivo podemos hacer tres jornadas de astronomía en diferentes municipios, garantizando que la divulgación científica llegue a todos los lugares, con experiencias de calidad y gran valor educativo.
–En 2024, por ejemplo, llevamos a cabo tres jornadas de dos días de divulgación científica tituladas “Origen cósmico del Patrimonio Asturiano”. Una de las actividades fue la ruta astrogeológica, basada en la relación entre los paisajes geológicos de estos lugares, qué elementos químicos son protagonistas y qué procesos astrofísicos los generaron hace miles de millones de años. Por ejemplo, el oro que los romanos explotaban en las minas de Allande se creó en eventos extremadamente violentos, como supernovas o colisiones de estrellas de neutrones, mucho antes de que naciera nuestro Sol.
–Afortunadamente, en Asturias aún hay zonas rurales con muy baja contaminación lumínica, para contemplar el cielo nocturno. Si observamos el mapa en el que el satélite VIIRS de la NASA estudia la evolución de la contaminación lumínica en todo el planeta, vemos que en Asturias contamos con “islas de oscuridad” en las alas, es decir, en el suroccidente asturiano y en los Picos de Europa, donde el cielo se muestra en todo su esplendor, entre otros. Pero no solo encontramos astronomía mirando al cielo, también en las orientaciones de nuestros yacimientos arqueológicos, en las iglesias, en las tradiciones, en el Camino de Santiago, etc. Todo ello convierte a Asturias en un destino atractivo y muy especial para disfrutar de la astronomía.
–Sin duda. Mirar al cielo invita a cuestionarnos cómo funciona el universo, y eso puede sembrar la semilla de la curiosidad científica desde muy temprana edad. Sin embargo, para Allande Stars el reto radica en hacer que los adultos de todas las edades apaguen las pantallas y móviles, y reconecten con la naturaleza y el cielo. Nuestras actividades no son para niños/as, sino para todos, porque la luz de las estrellas es un derecho de la Humanidad, y lo estamos olvidando.
–Seguir acercando la astronomía a la sociedad, especialmente en zonas rurales. En este momento, tenemos en marcha un proyecto precioso en el que entrevistamos a personas mayores para recuperar sus saberes
y memorias astronómicas, una forma de conectar el conocimiento científico con la tradición y la identidad local, con el apoyo de la Fundación y del Principado de Asturias.