Adiós a otro Metrópoli de récord
Despedida. El festival echa la persiana tras renovar esta edición el éxito de asistencia de todos los años, con el que esperan superar la cifra de 400.000 asistentes
Noemi Vega
Lunes, 7 de julio 2025, 02:00
¿Recuerdan qué hacían el verano de 2014? Posiblemente, si pasaban el estío en Gijón, en algún u otro momento asomaran la nariz por ese nuevo festival que prometía una veintena de conciertos –Elefantes, Loquillo, Mala Rodríguez...–, que ponía en marcha una comic con y prometía hacer las delicias de los amantes de Star Wars. Es más, posiblemente, no hayan dejado de hacerlo, lo de pasarse cada verano una, dos, o diez veces por allí desde entonces. El éxito de la fórmula Metrópoli es innegable. Hace mucho que es un imprescindible de la programación gijonesa. Y la edición que ayer puso fin a diez días de diversión no se quedó atrás. Entra el certamen en la adolescencia temprana sin signos aparentes de cansancio. Más de 400.000 almas calcula la organización que han traspasado las puertas del recinto ferial Luis Adaro para dejarse engullir por el universo cultural y musical del certamen.
Muestra del éxito de aforo, fue la fiesta Bresh, que un año más sirvió para poner punto y final al festival. Hubo luz en plena noche, hubo música y hubo toneladas de apurada diversión para despedir la cita hasta el año que viene.



Pero antes, durante la tarde, visitantes y comerciantes hacían balance de esta edición. «Es un espacio para compartir con amigos», contaba Alejandra Rozada. Y para muestra, un botón, porque fue en el festival donde conoció a las jóvenes con las que disfrutaba de esta última jornada de Metrópoli y con las que coincidía en que, en su caso, «es un espacio de ocio para pasar el tiempo con personas a las que les gusta el anime tanto como a nosotras». Otro grupo de incondicionales –también afines al mundo de la animación japonesa– se mostraba de acuerdo en que son fechas para intercambiar impresiones con aficionados del mundillo y, también, «conocer gente nueva con los mismo gustos», confirmaba Andrea Menéndez.
Este año, la organización hizo cambios que los asiduos al festival notaron. Un ejemplo fue la redistribución de algunas secciones, como la zona anime, que ha pasado a un pabellón lateral, algo que no convenció a todos: «Al estar en un lado la gente va directamente al pabellón principal y resulta difícil de ubicar», declaraba Mara Soisa. Sin embargo, otras medidas fueron aplaudidas. La ausencia de noria hizo que hubiera más espacio en la zona del escenario principal, donde los más fiesteros pudieron disfrutar con más comodidad, tal y como pueden atestiguar los asistentes a la fiesta Bresh. Muchos habían pasado antes por el escenario secundario, en el que actuó Califato 3/4 para despedir los conciertos.

«Se agotó el stock»
En cuestión de ventas, Samuel Sanmiguel, uno de los trabajadores de 'Espadas y Mas' –puesto en el que los fans de la ciencia ficción pueden conseguir las armas de sus series y películas favoritas– subrayaba que «se agotó el stock de las armas más buscadas», algo que ya había sucedido en años anteriores.

También satisfechos estaban artistas como Shaun Elay, una joven que hace arte interactivo, y que no pasó inadvertida durante la jornada: «Mucha gente se para a ver cómo pinto y a preguntarme», celebraba. Aunque para los veteranos del festival, como ella, no es novedad: «Siempre que vengo a Gijón tengo una gran acogida en Metrópoli y la gente se lleva mis láminas porque las colecciona», señaló la joven artista.
Un balance más que positivo de un festival para el que muchos ya vuelven a contar los días.
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