Borrar
Astillero Montes retratado por Foto Lena en 1958.

Ver 16 fotos

Astillero Montes retratado por Foto Lena en 1958.
Palacio de Revillagigedo

Un millar de imágenes entre cientos de miles

Un año de trabajo y de minuciosa búsqueda se oculta tras la gran exposición sobre la fotografía en Gijón que llegará el año próximo al Revillagigedo

M. F. Antuña

Gijón

Viernes, 22 de noviembre 2024, 15:05

Elegir un millar de imágenes entre cientos de miles. Esa es la cuestión. Ese es el reto que estos meses afrontan en la fototeca del Muséu del Pueblu d'Asturies para componer la magna exposición sobre Gijón que a finales de marzo abrirá sus puertas en el Palacio de Revillagigedo. Es la más grande jamás montada. La más ambiciosa. Sacará a la luz fotografías icónicas e inéditas y nos contará a nosotros mismos con la universal mirada que siempre propicia la fotografía. Es también una deuda pendiente. Porque la fototeca del museo a la vera del Piles atesora más de dos millones de imágenes que cuentan a Asturias en particular y al mundo en general, y en años previos se montaron exposiciones monográficas dedicadas a Oviedo, Avilés y Villaviciosa. Faltaba la que ahora se prepara con mimo y paciencia.

Duchas y casetas en la playa de San Lorenzo en 1965 en una instantánea captada por Manuel José Muñiz.

Un año de trabajo se oculta tras este proyecto, que nació al tiempo que veía la luz 'Orto y ocaso', la muestra que contó este año el pasado industrial de la loza y el vidrio en la ciudad, y puso ante los ojos públicos ese patrimonio cultural que atesoran los museos municipales, que trabajan para conservarlo y difundirlo, para que no caiga en el olvido. «Todo lo que se va exponer es patrimonio público de Gijón», constata Juaco López, que ejerce de comisario de una muestra que se nutre también del Museo del Ferrocarril y el Museo Casa Natal de Jovellanos, para hacer hueco a las imágenes de índole industrial y artístico respectivamente. «Queremos dar a conocer el trabajo de recuperación de patrimonio fotográfico a nivel de Asturias que se hizo en los museos de Gijón», introduce López sobre una tarea que arrancó creando un guion expositivo en torno al que se comenzó a trabajar y aún se labora desde el conocimiento del espacio que albergará la muestra, el Palacio de Revillagigedo, y las posibilidades que sus salas brindan. «Se va a dividir en dos partes, una será cronológica, con las fotos más antiguas desde mediados del siglo XIX hasta el último tercio del XX, unos 130 años de fotografías de Gijón», revela López, que trabaja mano a mano con el equipo del Muséu del Pueblu d'Asturies, que se nutre del gran conocimiento en torno a la historia de la fotografía asturiana de Francisco Crabiffosse, que ejerce como colaborador. «Se trata de reivindicar el papel de los fotógrafos. En la parte cronológica se van a ir viendo una selección de los fotógrafos que trabajaron en Gijón: profesionales, amateur, fotoperiodistas», señala. Habrá luego otra parte conformada como pequeñas exposiciones en las que se tratan diferentes motivos universales, como es la tarjeta postal, el retrato o el fotoperiodismo.

«Una vez decidido el guion, teníamos que ver de qué disponemos y la suerte es que tenemos miles y miles de fotografías, cientos de miles». Y esa fortuna inmensa es al tiempo una trabajera inconmensurable de visionado y decisión. No es fácil, porque además a esos fondos se unen algunas imágenes adquiridas para la ocasión e incluso algunas colecciones de fotos que se acaban de incorporar al museo, como es el caso del de Manuel José García Muñiz. No solo eso. Los fondos son tantos, que sobre algunos no se había investigado en profundidad o no se se les había dado suficiente visibilidad, y eso aspira también con esta muestra. «Estamos buscando entre fondos que habíamos manejado poco, como por ejemplo de los años cincuenta y sesenta, ahí vamos a mostrar a Gonzalo Vega, y otros archivos como los de Foto Lena, Manuel Espín y Pedro Alonso Rebollar. Son tantos los nombres llamados a contar a su manera la ciudad: Constantino Suárez, Julio Peinado, Joaquín García Cuesta, Laureano Vinck, Acuña, Modesto Montoto y también nuestro añorado compañero Joaquín Bilbao, cuyo archivo fue donado pr la familia a la institución años atrás. Sin olvidar grandes nombres como los de Alfredo y Arturo Truan, dos ilustres maestros. «La idea es mostrar a los ciudadanos de Gijón los recursos que tenemos, pero esta exposición siempre va a ser la punta del iceberg», resume López, que incide en que la universalidad de la fotografía hace que su localización espacial sea lo de menos. «Va a servir para que los gijoneses conozcan la ciudad del pasado, pero también para que una persona de fuera pueda ver la evolución de cualquier ciudad española o la del retrato en la fotografía desde mediados del siglo XIX».

Tan complejo como hermoso es este montaje que permitirá mostrar cámaras fotográficas para acompañar el viaje, que reunirá copias de época con otras realizadas por Castro Prieto para la ocasión, y que incluirá dos audiovisuales, uno con fotografías y otro con películas familiares de los años veinte y treinta que forman parte de la colección del museo. Y más: se verán álbumes de época. El recorrido es completo y complejo. Tanto que para disfrutarlo en profundidad hará falta alargar la visita más allá de un día. Pero es que además de esta exposición y su propio disfrute estético saldrá otra ganancia para todos: «Vamos a poner en orden lo que tenemos y eso servirá para completar la historia de la fotografía en Gijón».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Un millar de imágenes entre cientos de miles