El hórreo, elemento vivo de identidad
Comienzan los trámites para declarar estas construcciones del norte peninsular manifestación representativa del patrimonio cultural inmaterial español
Las manifestaciones representativas del patrimonio cultural inmaterial son –y así las define el Ministerio de Cultura– aquellos elementos patrimoniales de alto valor cultural que presentan una gran capacidad de arraigo y de apropiación simbólica para buena parte del territorio español. Y por ello son protegidas y salvaguardadas. Así que no es de extrañar que el Principado celebrase ayer como una grandísima noticia que el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicase la incoación del expediente –es decir, diese inicio a los trámites– para declarar como tales los hórreos del norte peninsular.
Este reconocimiento, que supondrá un hito en la protección de estos elementos etnográficos, pone en valor el papel de los hórreos como elementos vivos de la memoria colectiva, la cohesión social y la identidad de las comunidades que los sostienen. Y entre ellas, claro, Asturias, donde hay unos 2,83 hórreos por kilómetro cuadrado. Es pues el Principado una de las comunidades en las que este tipo de arquitectura tradicional tiene mayor dinamismo. «La figura del maestru horreru, la vitalidad de las asociaciones patrimoniales y la celebración de eventos culturales so l'horru son prueba de ello», destacaba orgulloso el Ejecutivo regional, donde la decisión del Gobierno de España ha sido recibida con especial satisfacción, «al constatar que las políticas culturales asturianas se citan como ejemplo de impulso institucional».
En concreto, la resolución del BOE destaca la singular trascendencia del Plan del Horru, que incorpora medidas centradas en los aspectos inmateriales de estas construcciones, anticipándose así a la declaración estatal. «Esta reconocencia, amás de poner en valor el patrimoniu material, sorraya la importancia de les práctiques, saberes, usos y significaos que los horros encarnen na nuestra sociedá. Asturies lidera esti enfoque con visión y compromisu», subrayaba ayer la consejera de Cultura, Vanessa Gutiérrez.
Entre las medidas impulsadas por la consejería se encuentra el Almacén del Horru, dentro del proyecto Pegoyu, en colaboración con la Fundación Cetemas, que permite disponer de un banco de piezas procedentes de hórreos y paneras desmontados que se ponen a disposición de profesionales de la carpintería para su uso en reparaciones o rehabilitaciones de otros elementos. Además, en los últimos años Cultura quiso reforzar este compromiso a través de una convocatoria específica para la recuperación de hórreos, paneras, cabazos y otros elementos de interés etnográfico, que este ejercicio contó con 429.738 euros para intervenir en más de un centenar de elementos tradicionales en cincuenta concejos. El Principado también introdujo recientemente mejoras en la tramitación de la convocatoria de estas ayudas para facilitar el arreglo de los hórreos: entre ellas, el abono anticipado de las subvenciones y la ampliación del plazo de justificación hasta agosto de 2026, cambios que facilitan la ejecución de los proyectos.
Desde 2019, la consejería de Cultura ha destinado más de dos millones a la recuperación de hórreos, «lo que evidencia una política sostenida y decidida en favor de la conservación del patrimonio etnográfico asturiano».
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