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Por la izquierda, en la fila de atrás, el compositor Luis Vázquez del Fresno y los cantantes Marina Pardo, María Zapata, Beatriz Díaz (con los niños Irene Gutiérrez, Gabriel Orrego, Rita García y Carla Gutiérrez) y Juan Noval-Moro. Delante, Susana de Dios (diseño de vestuario), Emilio Sagi (dirección de escena) y Rubén Díez (dirección musical), en el patio de butacas del Campoamor. ÁLEX PIÑA
La ópera más asturiana alza el telón

La ópera más asturiana alza el telón

El reto es mayúsculo: levantar «desde cero» 'La dama del alba', cuyo estreno absoluto abrirá el 75 aniversario de la temporada lírica ovetense el domingo

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Domingo, 4 de septiembre 2022, 09:07

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A estas alturas de septiembre, en el Campoamor ya casi nadie oculta su cansancio. «Estamos agotados porque el trabajo ha sido muy intenso, pero también muy contentos y esperando que todo salga bien», resume nuestro director de escena más internacional, Emilio Sagi, una auténtica leyenda del oficio, con una sonrisa -cansada, pero sonrisa al fin y al cabo-, desde el gran teatro ovetense, donde ha intentado conjugar «el plano real con el irreal, entrando en un mundo de fábula, de narración legendaria tan arraigada en esta tierra. Y todo, con dos ejes temáticos: el amor entendido como una fuerza más poderosa que la muerte y el vigor de la naturaleza asturiana, que invade por completo el espacio escénico».

Verde y vida furiosos que dominan el escenario en el órdago mayúsculo lanzado por la Ópera de Oviedo para abrir la temporada en la que el ciclo lírico celebra su 75 aniversario bajo la presidencia de honor del rey Felipe VI: inaugurarla el próximo domingo, 11 de septiembre, con 'La dama del alba'. Un auténtico 'tour de force', un estreno mundial con sello asturiano por los cuatro costados, porque la partitura y el libreto corren a cargo del pianista y compositor gijonés Luis Vázquez del Fresno, con más de un centenar de obras en una brillante trayectoria que transita infinidad de géneros y territorios estéticos. Un hombre que hace pocos días tuvo que pasar por urgencias tras sufrir varias arritmias.

'La dama del alba'

  • Compositor gijonés. Con partitura y libreto de Luis Vázquez del Fresno, inspirado en la obra de teatro 'La dama del alba', de Alejandro Casona.

  • Fechas y horarios. El estreno mundial de esta producción propia de la Ópera de Oviedo de cerca de tres horas de duración será el próximo domingo, día 11 (19 horas), en el Teatro Campoamor. El resto de las funciones llegarán los días 13, 15 y 17. Todas, a las 19.30 horas.

  • Nombres propios. Dirección musical: Rubén Díez, al frente de la Orquesta Sinfónica del Principado (OSPA). Dirección de escena: Emilio Sagi. Diseño de escenografía: Daniel Bianco. Diseño de vestuario: Susana de Dios. Diseño de iluminación: Albert Faura. Dirección del Coro Titular de la Ópera de Oviedo (Coro Intermezzo): Pablo Moras.

«Fue, en parte, por la tensión acumulada, pero también por la vida sedentaria, porque llevo dos años enclaustrado con esta ópera en la que empecé a trabajar hace tres décadas. Y, de hecho, ya había perdido la esperanza de que se estrenase y empezaba a pensar que, si me moría, igual conseguía un estreno póstumo», tira de retranca playa sobre su personal reinterpretación de la obra firmada en 1944 por Alejandro Casona.

La historia se remonta tan atrás que Vázquez del Fresno recuerda que, con solo diez años, ya escuchó hablar de 'La dama' y que su hija se llama Alba no por casualidad. Así que el gijonés parecía predestinado a atacar este drama rural en el que el amor y el torrente vital pugnan por imponerse sobre el dolor y el acecho de una muerte seductora. Y lo hizo. Y su obra cumbre durmió el sueño de los justos escondida en un cajón durante años. Hasta que el hoy exdirector de la temporada, Javier Menéndez, y después su sucesor, Celestino Varela, confiaron en él para subirla a escena. Una apuesta tan arriesgada que ha conllevado también meses de trabajo para Sagi y sus colaboradores más cercanos. Como la jefa de caracterización del Campoamor, Belén Rueda, y la responsable del diseño de vestuario del coliseo ovetense, Susana de Dios, que admite que «ha sido una machada horrorosa, pero ha merecido la pena, porque trabajar con Emilio es un auténtico honor y una oportunidad brutal. Él tiene las cosas muy claras y mi misión es ayudarle, que todo quede lo más cerca posible de la visión global que está en su cabeza». Una propuesta -promete- donde «la escena es preciosa y la música, maravillosa. Por no mencionar que tener al compositor paseándose por el teatro resulta muy especial».

En el centro, Emilio Sagi y Susana de Dios, con el contratenor Mikel Uskola (Peregrina), durante uno de los ensayos en el coliseo ovetense.
En el centro, Emilio Sagi y Susana de Dios, con el contratenor Mikel Uskola (Peregrina), durante uno de los ensayos en el coliseo ovetense. A. P.

Para conseguir plasmar la idea de Sagi, De Dios empezó a sumergirse ya en octubre del pasado año en cientos de búsquedas 'online' hasta dar con algunas piezas de vestuario de los años cuarenta. Misión «compleja» si tenemos en cuenta las tallas («las mujeres de entonces eran más pequeñas») y «lo delicado de unas prendas que ya han cumplido ochenta años. Sobre todo, con el trasiego que implica una producción como esta».

Pero lo consiguió y, finalmente, en esta 'Dama del alba' habrá piezas de época mezcladas con otras confeccionadas para la ocasión recurriendo a modistas locales y a talleres como La Alborada, en Mieres, de donde salió el vestuario de Peregrina, en el que el paño de Béjar y los mejores terciopelos se combinan con los brocados empleados en la vestimenta tradicional asturiana. O a la pequeña sastrería Edy, donde cosieron con mimo los trajes del Abuelo. «Y, por supuesto, gracias también al gran equipo de sastrería del teatro».

«Peregrina es la muerte, un ser atemporal que rompe con el realismo que predomina en el resto del vestuario», explica Susana de Dios, que ha querido «dejar el dinero en casa, en gente que trabaja de una forma increíble y con materiales de primera calidad». En tejidos naturales (algodones, linos, panas...) que ayudan a definir a cada uno de los personajes a través de atuendos «costumbristas que juegan con tonos muy básicos: blancos, negros, crudos, grises... Hasta que, al final, con la intervención del coro, estalla el color».

Uno de los pasajes interpretados por el tenor sierense Juan Noval-Moro –a la izquierda–, con la mezzosoprano Sandra Ferrández (Madre) y el bajo-barítono David Lagares (Abuelo).
Uno de los pasajes interpretados por el tenor sierense Juan Noval-Moro –a la izquierda–, con la mezzosoprano Sandra Ferrández (Madre) y el bajo-barítono David Lagares (Abuelo). A. P.

«Es en ese segundo acto cuando la partitura incorpora los sones populares de 'A coger el trébole' y la letra de 'Señor San Juan' en torno a la hoguera, pero la música no es en absoluto localista, sino totalmente universal», cuenta el tenor sierense Juan Noval-Moro, que se meterá en el papel de Quico, un rol que se adapta a su registro vocal como un guante. «Es un mozo de cuadras que no tiene el peso trágico de otros personajes que sufren la muerte de Angélica», encarnada por la ovetense María Zapata en el segundo cast. «Yo soy gayasperu y ando por ahí cortejando a les moces. Digamos que soy un personaje más luminoso, más ligero, que otros como Adela, que ha tratado de suicidarse tirándose al río».

Y la Adela del primer elenco es nada menos que la soprano allerana Beatriz Díaz, que -tan entusiasta como acostumbra- acortó sus vacaciones para dejarse atrapar por un papel «lleno de aristas» desde principios de agosto y que califica el proceso como «algo mágico». «Hay que tener en cuenta que esta es una obra que solo estaba sobre el papel y que estamos viendo crecer desde cero, pasar a las tres dimensiones. No es como otras óperas. Aquí no hay referentes. Todo te sorprende porque no sabes lo que va a pasar y estás trabajando sobre algo que nadie ha visto antes. Es como un lienzo en blanco», resume lo que están viviendo estos días en el Campoamor, donde manda el espíritu de equipo.

«El ambiente es fantástico», concuerda Noval-Moro. «Porque, además, en Asturias, tenemos la suerte de que hay mucha gente muy buena que se dedica al teatro lírico y de que la Ópera de Oviedo apuesta por toda esa calidad».

La cantante bielorrusa Marina Pinchuk (en el papel de Telva), en un espacio escénico que es un canto a la naturaleza asturiana y a la victoria del amor sobre la muerte.
Imagen - La cantante bielorrusa Marina Pinchuk (en el papel de Telva), en un espacio escénico que es un canto a la naturaleza asturiana y a la victoria del amor sobre la muerte.

Así que ellos afrontan el estreno «entre las ganas y la expectación por ver la acogida que tendrá» una 'Dama del alba' en la que Rubén Díez, asturiano de Avilés, dirigirá a la OSPA y el también avilesino Pablo Moras se pondrá al frente del Coro Intermezzo, mientras que la mezzosoprano cántabra -pero asturiana de adopción y corazón- Marina Pardo encarnará a Telva y los benjamines Rita García, las hermanas Irene Gutiérrez y Carla Gutiérrez y Gabriel Orrego, del Coro Divertimento, se transformarán en Andrés y Falín.

«Los ensayos están yendo muy bien. Tenemos dos elencos estupendos, de gente muy implicada en una obra fantástica con escena de Emilio Sagi, ¿qué más podemos pedir?», se pregunta el maestro Díez. Y Luis Vázquez del Fresno, que al fin está ante «un sueño cumplido», asiente a su lado: «Yo también estoy encantado, porque entre los músicos hay un nivel enorme y los cantantes están poniendo lo mejor de sí mismos».

Un sueño que espera que continúe rodando por el mundo cuando esta producción propia de la Ópera de Oviedo de casi tres horas de duración -descanso incluido- viaje a otros teatros y demuestre «que en Asturias se pueden hacer cosas muy importantes en el plano internacional porque hay muchísimo talento a todos los niveles. Así que le dedico esta ópera a todos los asturianos, que solo tenemos que creérnoslo».

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