Las tierras del alma bajo el ojo de Navia

Quiere ser y es un homenaje a esa España campesina que languidece, que desaparece y apenas si ya se deja ver en pueblos vacíos y silenciosos, pero cuya herencia conviene tener muy presente. José Manuel Navia, fotógrafo de paisajes y paisanajes, ha querido detenerla en sus tiempos y en sus espacios, ha querido retratarla a fuego lento, como exige el ambicioso proyecto que el viernes presentó en la Laboral, donde también ofrece este fin de semana un taller. 'Alma tierra' es el título del libro, que incluye 158 imágenes y que se acompaña de textos del escritor leonés Julio Llamazares.

«En mi trabajo, el mundo rural, la cultura campesina, siempre ha estado muy presente, no solo en España, sino también en otros países, como Portugal, Marruecos, el Sur de Italia, y en España en concreto con este libro he querido entrar en el problema de la despoblación». Hace ya diez años que de una forma humilde, junto a Julio Llamazares, nació el proyecto al que se unieron después Acción Cultural Española y Ediciones Anómalas para alumbrar el libro y la exposición homónima, que el autor confía en que pueda viajar a Gijón en el futuro.

El proyecto se hizo grande y, durante los años 2018 y 2019, Navia recorrió el país, trabajó en un terreno tan duro como hermoso, repleto de bellezas, de historias, de aventuras. «Ha sido una gozada, quienes viven en el medio rural son verdaderos héroes anónimos, mujeres, hombres y niños que no solo resisten en el territorio, sino que reivindican el derecho a vivir en su mundo», apunta el fotógrafo, que siempre ha jugado en sus obras con la arquitectura, los paisajes, la antropología y la etnografía. «Son gente sencilla con una vida acompasada y con unos valores que no tienen por qué acabarse», concluye.

Con todos esos ingredientes surge el arte y nace el aprendizaje. Y también la constatación de una evidencia contra la que es difícil batallar: «La vida rural ni se ha acabado ni tiene que acabarse, pero la manera de vivir de nuestros antepasados por ley de vida sí». Dicho de otra forma, la cultura campesina se muere, pero eso no tiene que significar ni el despoblamiento ni el olvido de sus porqués. Hay nuevas maneras.

En su viaje por España, Navia ha parado en enclaves magníficos, Asturias incluida. El grueso del trabajo, más de un 70 por ciento, se llevó a cabo durante el 2018 y 2019, pero también en la selección de instantáneas hay algunas de archivo. Eso sucede con las asturianas, captadas en torno a los años 2011 y 2012 cuando recorrió las brañas de los vaqueiros en Tineo, Belmonte y Somiedo junto a nuestro compañero Pablo Antón Marín Estrada. «He aprovechado ese material para el libro», relata Navia, nacido en el barrio madrileño de Prosperidad pero con antecedentes familiares gallegos muy cercanos a Asturias. «Recuerdo una frase que le dijo un vaqueiro a Pablo Antón, y era que la vida que llevaban nuestros mayores no era vida para llevar ahora», recrea Navia, sabedor de nuevo de ese ocaso que se oculta en tan breves, sabias, certeras y contundentes palabras.

El libro se goza mirando y leyendo, y mirando, apuntando y disparando se disfruta del placer de la fotografía. A sus alumnos enseña estos días cómo fotografiar esa España despoblada: «Se hace con tiempo, dejándonos llevar, hablando con la gente, acompasándote con su manera de vivir, hay que lograr que cuando están contigo se olviden de que estás ahí para hacer fotos».