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Nico Kreikemeyer posa con la camiseta de la Atlética. A. A. A.
Balonmano

La saga de los Kreikemeyer continúa en Avilés

El Horizonte Atlética ficha al extremo Nico, que sigue los pasos deportivos en la ciudad de su abuelo Herrmann, su padre Christian y su tía Dagmar, leyenda del tiro con arco

Alberto Santos

Avilés

Martes, 1 de julio 2025, 10:28

Aunque Avilés no es Alemania, el apellido Kreikemeyer es un clásico en la ciudad y ha estado vinculado al deporte avilesino desde hace más de medio siglo. Y lo seguirá haciendo gracias al último fichaje del Horizonte Atlética de balonmano, Nico Kreikemeyer, que se enfundará la próxima temporada la camiseta que vistió en los años 60 su abuelo, Hartwig Herrmann Kreikemeyer.

Una oferta de empleo vinculó a Herrmann con Avilés para siempre a mediados del siglo pasado. En la villa se casó con la avilesina María Luisa Lorenzo, ya por entonces socia de la Atlética y con experiencia como oficial de mesa de baloncesto desde los 15 años. Tuvieron dos hijos, Christian y Dagmar, que siguieron los pasos deportivos de la familia. Christian, padre de Nico, también jugó a balonmano y practicó tiro con arco, y Dagmar se convirtió en una maestra arquera, deporte en el que atesora varios campeonatos y subcampeonatos de España y un subcampeonato de Alemania, país en el que reside. Los Kreikemeyer llegaron a fundar el Club Arkeros Corvera y Herrmann fue su presidente, cargo que también desempeñó en la Federación Asturiana.

Nico Kreikemeyer nació en Oviedo y apenas pudo vivir un año en Avilés, pero su vínculo con la ciudad ha permanecido intacto gracias a los viajes frecuentes para visitar a sus abuelos. Su abuelo y su padre, Christian, son los 'culpables' de su pasión por el balonmano, deporte que empezó a practicar en León, ciudad en la que vive desde hace dieciséis años. «Comencé en las escuelas deportivas desde muy pequeño, fui avanzando poco a poco hasta que entré en el proceso de captación del Ademar y estuve desde infantiles hasta juveniles», recuerda.

En los dos últimos años jugó en Primera Nacional con el Ezequiel 4Valles La Robla, «en dos temporadas duras», y Nico no se lo pensó cuando le surgió la oportunidad de fichar por la Atlética Avilesina. «Estoy más que contento porque es un club familiar que conozco desde hace años, además de que mi abuelo jugó en la Atlética. Conozco la ciudad, es una alegría entrenar en un club que funciona muy bien, con mucho nivel, buena gente y buen trato. Así es más fácil la adaptación porque es la ciudad de mis orígenes», destaca el extremo.

Este reencuentro familiar tiene a sus abuelos «contentísimos, estaré más cerca de ellos, podremos vernos más porque por deporte y estudios hace bastante tiempo que no podíamos». Además, puede compatibilizar el balonmano con la carrera de biotecnología, que continuará desde septiembre en Oviedo.

Nico Kreikemeyer asegura sobre su nueva etapa en la Atlética Avilesina que «por ganas y esfuerzo no va a faltar, por ahora lo que se me ha pedido lo he ido cumpliendo». Su posición natural es de extremo izquierdo, aunque se moverá también por la derecha en el nuevo proyecto del Horizonte que volverá a liderar desde el banquillo Juan Muñiz para intentar otra temporada exitosa.

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