Sira Gutiérrez apunta alto en la hípica asturiana
Promesa. La joven amazona, nieta del histórico portero rojiblanco Jesús Castro, ya gana sus primeras competiciones como amazona
Siempre se dice que el deporte es una carrera de fondo. No por mucho correr se llega primero a la meta. Es el primer concepto que debe asumir cualquier promesa que aspire a destacar en alguna disciplina. Sira Gutiérrez de Castro lo sabe bien. A pesar de tener solo doce años y llevar ocho desde que se subiera por primera vez a un caballo, esta joven amazona es consciente de que le queda mucho por aprender, a pesar de que haya encadenado victorias en las últimas competiciones que ha tenido en Asturias. De momento, se divierte con la hípica y es el orgullo de su familia, con larga tradición deportista. No en vano es nieta del histórico guardameta del Sporting Jesús Castro, fallecido en 1993.
No ha sido un camino fácil para Sira. Las responsabilidades laborales de su padre provocaron que viniera al mundo en Hong Kong. Allí dio a luz su madre Joanna de Castro. A los cuatro años empezó a montar a caballo. Lo hizo en Suecia, donde residieron durante algunos años antes de poner rumbo a Tel-Aviv. En Israel estuvieron un año antes de poner rumbo de vuelta a casa. Sira Gutiérrez empezó con su preparación en el Hípico de Meres, bajo la supervisión de Carlos Muñiz, que ha tutelado sus pasos y conduce su evolución, iniciándola en los saltos de obstáculos.
De momento, con doce años, realiza los recorridos con dificultes de sesenta centímetros, la categoría más baja de las competiciones. Ayer, en el CSN2* de Luanco, consiguió una nueva victoria en su corto currículum a lomos de 'Don Juan', su inseparable montura. No cometió ni un solo derribo y realizó el circuito establecido por la organización en el campo de la Mofosa en menos de 52 segundos, ocho más rápido que la segunda clasificada.
«Me he divertido muchísimo», asegura esta promesa de la hípica asturiana, que participa por primera vez en la competición de Gozón. Curiosamente, es también su estreno en un recinto de hierba, habituada a la arena de otros circuitos. «He tenido suerte», comenta Sira Gutiérrez, restándole importancia a su triunfo, que da continuidad a las victorias recientes conseguidas en el Forcón –en dos ocasiones– y varios puestos de podio en otras pruebas.
A pesar de que sus inicios no fueron sencillos por los cambios de residencia, está muy contenta de la estabilidad que ha tenido con su profesor en el Hípico de Meres. «Aprendí mucho con él», afirma en alusión a Carlos Muñiz. No se quiere plantear objetivos ambiciosos, dada su juventud, pero sí reconoce que ambicioa ganar «algún campeonato», pero sobre todo, admite que su máxima aspiración es «seguir aprendiendo» para seguir divirtiéndose con la hípica.
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