El Ceares, un equipo con 6.000 euros al mes que logró el ascenso

Marcó Juan Carlos y el Nuevo Nalón entró en ebullición. Pablo Busto se tapó con las manos la cara y empezó a correr como un gamo a lo largo del área técnica, absolutamente fuera de sí. Xosé Estrada, mientras, prácticamente se encogía de hombros. Porque entonces era tal la vorágine y el tumulto que se formó tras el gol del capitán, cuyo disparo se coló entre una maraña de piernas como si quisiera darle un punto extra de épica a una historia ya de por sí de película, que incluso el vicepresidente del club gijonés tuvo que intuir que ese grito eterno de los cientos de hinchas situados tras la portería local era de alegría por el gol del ascenso. El definitivo 0-2. «Ni siquiera pude ver el gol. Ya no me acuerdo muy bien cómo fue todo. Solo sé que la gente enloqueció», cuenta entre risas Xosé Estrada. «Habíamos tenido varias ocasiones para sentenciar, pero no terminaba de llegar el gol. Fue una liberación. Sentimos 'vale, ya está. Lo hemos conseguido'», cuenta Juan Carlos, autor del tanto.

La celebración de la proeza comenzó en el mismo campo de L'Entregu. Y terminó en la madrugada en La Cruz, con los técnicos y los jugadores brindando por un ascenso que se había resistido en la primera oportunidad con la derrota ante el San Martín, muy dolorosa por ser delante de sus seguidores. «La gente en el barrio no nos para de dar las gracias. Nos dice que les hemos hecho muy felices. Y hacer felices a la gente, en un año tan complicado como es este, cuando hay tantas personas que lo han pasado tan mal, es una alegría doble», relata Juan Carlos.

El desánimo nada más que duró un día. El lunes. Porque cuentan en el club 'teyero' que el técnico Pablo Busto decidió dar 'carpetazo' y centrarse a partir del miércoles en la oportunidad de conseguir el hito en el Nuevo Nalón. «Somos los primeros. Somos el mejor equipo de la categoría hasta el momento. Y tenemos más opciones de subir», insistía Busto.

La clave para recomponerse, coinciden, fue mantenerse al margen del ruido. El sábado la plantilla del Ceares entrenó en solitario en el Gómez Lozana de Aboño y no se ejercitó como habitualmente en La Cruz. Recuerdan los presentes en ese último ensayo antes de la gran final como Héctor Zuazua, uno de los grandes destacados de la victoria después en el Nuevo Nalón, coló innumerables balones en una residencia colindante con el campo del Aboño. Como en ese momento no se vislumbraban señales de vida alguna en la finca, la preocupación de los directivos 'teyeros', se dirigió ya más en la falta de balones para preparar un posible 'play off'. «Pues ya podemos subir mañana, porque solo tenemos cuatro balones para entrenar», bromeaban.

Lo cierto es que el plan les salió estupendo. Al día siguiente, el Ceares se mostró deshinibido. Y jugó uno de sus mejores partidos. Incluso el técnico de L' Entregu, Marcos Suárez, en un gesto muy deportivo, reconoció la superioridad. «Habéis sido mejores», dijo. Así se confirmó un sueño que parecía imposible. «El objetivo era no pasar apuros y formar un proyecto y hemos conseguido un sueño», explica Pablo Busto. «'Presta' mucho tener una alegría así», afirmaban nada más confirmarse la proeza uno de los socios y también ejecutivos de este club social que tenía para este curso uno de los presupuestos más bajo de Tercera División.

El Ceares nada más que disponían de 6.000 euros al mes entre primera plantilla y técnicos. La coyuntura antes del comienzo era además muy complicada por la incertidumbre con la que se presentaba la temporada por la pandemia y con el aforo limitado durante todo el año. Nadie mencionó nunca la palabra ascenso al momento de celebrarse las cumbres para planificar la temporada, con las hasta tres reuniones telemáticas lideradas por el director deportivo Iñigo Arza con el futuro entrenador, Busto. Un novel en la categoría, que ha resultado ser la revelación.

«Si el virus lo permite, ya veréis como está La Cruz para recibir a históricos», avisan en el club 'teyero'. El barrio gijonés se medirá a cara cara ante clubes de peso en el fútbol nacional y con pasado reciente en el profesionalismo. Todo un logro. Para ello, tras la regulación del Real Decreto impulsada por la Federación Española de Fútbol, permitirá que el Ceares multiplique su presupuesto, se coste los viajes y pueda competir con la misma dignidad y orgullo que tiene por bandera. Se calcula que tendrá una inyección cercana a los 120.000 euros. Un salto cualitativo. «Vamos a competir y queremos ahora asentarnos en la categoría», reconocen con optimismo en el club.