Real Oviedo - Sporting de Gijón
Un derbi asturiano muy repartido en la encrucijadaLa plantilla del Siero, ubicado a la misma distancia de Gijón que de Oviedo, se divide entre rojiblancos y azules: «Hay piquilla, pero muy buen ambiente»
E. C.
Viernes, 10 de enero 2025, 07:43
A veinticinco kilómetros del campo El Bayu, en Pola de Siero, se encuentra el Carlos Tartiere, el estadio en el que el sábado se disputará el derbi asturiano, el partido de máxima rivalidad regional entre el Real Oviedo y el Sporting de Gijón. La distancia es muy similar a la que separa la instalación sierense de El Molinón, veintidós kilómetros. Su particular ubicación hace que el equipo más representativo que disputa sus partidos en él, el Siero, viva con mucha rivalidad interna un encuentro en el que buena parte de Asturias vive esta misma división. «Hay piquilla, pero también muy buen ambiente», destaca Eduardo Llosa, oviedista de cuna y que a sus 29 años es uno de los veteranos del equipo.
La división por bandos es máxima en este equipo de la Primera Asturfútbol. La cercanía a Oviedo y a Gijón hace que al balanza esté tan equilibrada que ni siquiera los propios futbolistas saben si hay mayoría de uno u otro equipo. «La verdad es que pensé que había mayoría del Sporting porque tenemos a seis jugadores de Gijón», afirma Llosa. Su compañero Pablo Roces cree en cambio que «la gente tira más por el Oviedo».
El ambiente de derbi ya se vive en este club que lucha este año por el ascenso a Tercera. Durante toda la temporada la rivalidad se manifiesta cada vez que uno de los dos equipos pierde un partido. «Si ganan los dos, nadie habla. Pero cuando pierde uno y el otro no se nota el pique», explica Pablo Roces, un joven de 20 años que lleva solo tres dedicado al fútbol. «Antes hacía atletismo. Jugué en el Romanón en prebenjamines y volví hace poco. De ahí pasé al Siero», explica este aficionado rojiblanco que cree que el sentimiento sportinguista le viene de sus tíos.
Quien lleva toda una vida siendo aficionado del Real Oviedo es Eduardo Llosa. «Soy socio desde que mi abuelo me hizo de pequeño». Entrenador en el Romanón, el calendario del fin de semana no siempre le permite acudir al Carlos Tartiere, pero el sábado tiene claro que estará en su butaca para presenciar el partido. Jugador desde pequeño, Llosa llegó a defender los colores del Real Oviedo en el juvenil de División de Honor e hizo una pretemporada con el Vetusta. «Me tocó jugar con Nacho Méndez y otros futbolistas de su generación. Del Oviedo estuve con Viti, Jimmy, Lucas...», recuerda.
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La rivalidad que se vive dentro de este club, en el que hasta el propio cuerpo técnico está dividido, es muy similar a la que se registra en el concejo. «En Siero, como está muy cerca de las dos ciudades, creo que la afición está al 50%. En La Pola hay mucho ambiente, todo el mundo se junta en las terrazas y celebran los goles en la cara del rival», sostiene Pablo Roces, una visión que ratifica Eduardo Llosa. «Desde siempre se vive este partido con mucha pasión. Creo que hay más gente del Sporting, pero hoy en día, niños como mi sobrino, que tiene once años, son más del Oviedo. Ellos vivieron cómo el equipo resurgió. A los mayores les tocaron los años del Sporting en Primera y eso se nota».
Los dos futbolistas del Siero esperan la victoria de su equipo, aunque Pablo Roces se conforma con un «empate. El Sporting lleva 23 años sin ganar en el Carlos Tartiere, así que mejor que una derrota...». El joven futbolista tiene sentimientos encontrados con su equipo. «Siempre tengo la sensación de que empezamos bien y el equipo se acaba desinflando. Ojalá ganen, porque es impresionante cómo apoya la afición, los recibimientos son una pasada».
Eduardo Llosa tiene hasta una apuesta por el resultado: 2-0. «Veo al equipo que va por rachas. Al principio no arrancaba, luego cogió un tramo bueno... Le falta un punto de regularidad, porque de plantilla va muy bien. Este año, mínimo el 'play off'». El que le ha sorprendido es el Sporting. Sin «grandes nombres» en el mercado de verano el equipo se mantuvo muchas semanas en los puestos nobles. «Mucho de ellos será responsabilidad del entrenador». Lo que también tiene claro es que la próxima semana será intensa en el Siero, con una plantilla que vive a medio camino entre el Sporting y el Real Oviedo. A una parte le tocará reír y a la otra aguantar. «Una de nuestras claves el buen ambiente del vestuario».
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