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Con letras doradas se escribe el nombre de Vicente del Bosque (Salamanca, 1950) en la historia del fútbol. Seleccionador de la única España campeona del mundo, el técnico recibirá el próximo 28 de mayo el Premio Iñaki Churruca que entrega la Unión de Peñas del Sporting (Unipes). «Iñaki fue el que habló directamente conmigo», reconoce el propio Del Bosque en declaraciones a EL COMERCIO, explicando cómo se fraguó la distinción y la manera en que se lo comunicaron. «Que me entreguen el premio Churruca es un detalle al que no le podía decir que no viniendo de alguien que fue coetáneo mío», continúa el entrenador más laureado de La Roja. Su batuta llevó a la Selección Española a romper barreras, coronando la cima del fútbol en Johannesburgo en 2010 y consiguiendo una nueva Eurocopa dos años después.
Pero su prolífica trayectoria no se ciñe solo a los banquillos. Del Bosque y Churruca fueron rivales de clubes y compañeros de vestuario en la Selección en la década de los setenta. Separados por meses al nacer, el salmantino vino al mundo en 1950 e Iñaki un año antes, el exseleccionador confirmaba su asistencia personal a la cita del 28 de mayo en Gijón para recoger el galardón que lleva el nombre de la leyenda rojiblanca: «Cuento con ir, sí. Es algo que le agradezco mucho a Iñaki».
Criado futbolísticamente en las categorías inferiores de la extinta U. D. Salamanca, fue reclutado muy joven por el Real Madrid. Con el club blanco disputó más de 300 encuentros entre 1973 y 1984, años en los que le tocó batirse el cobre con el Sporting de oro. «Recuerdo a Churruca como un jugador muy bueno de ese Sporting. En esos años era un equipazo, con Quini, Maceda, Joaquín o Redondo», enumera.
Aunque ningún triunfo brilla como la estrella del Mundial de Sudáfrica, el palmarés de Vicente del Bosque –sumando sus títulos como entrenador y seleccionador– no le envidia a nadie. Es campeón de Champions, de Eurocopa, de Liga y de Copa del Rey, entre otros muchos trofeos colectivos e individuales. Precisamente una de sus dos finales en el torneo del KO tuvo al Sporting como verdugo. Los madridistas se impusieron 2-1 en el partido por el título de 1982. Por todo ello, a Del Bosque le cuesta ver a los rojiblancos lejos de la élite. «La Segunda División es una categoría muy difícil y es muy complicado salir de ahí. No hay rival fácil», justifica.
Como adversario, Del Bosque visitó varias veces Gijón, aunque todas de jugador. El salmantino también formaba parte de la plantilla madridista que privó a los asturianos de su primer título de Liga en 1979. Fue de la partida en el duelo que midió a merengues y rojiblancos en abril de aquel año y que se saldó con una victoria casi definitiva de los de Chamartín en la carrera por el título gracias a un solitario gol de Santillana (0-1).
Menos veces le tocó pisar el césped del templo sportinguista como entrenador. Del Bosque solo se sentó en los banquillos de El Molinón un vez. Fue en marzo de 2013, durante su etapa como Seleccionador, cuando la Federación Española de Fútbol escogió El Molinón como sede de uno de los encuentros de clasificación para el Mundial de Brasil 2014. La Roja no pasó del empate a un gol ante Finlandia, en un duelo que supuso la primera presencia del combinado nacional en Asturias con la estrella de campeona mundial bordada en el pecho. Además, los asturianos David Villa y Juan Mata participaron en aquel duelo. A pesar del pinchazo en suelo asturiano, España lograría clasificarse como primera de su grupo para la Copa del Mundo de Brasil, donde no iba a pasar de fase de grupos. Fue el segundo y último Mundial bajo la batuta de Del Bosque.
Como una persona que marcó «un antes y un después en la Selección Española» se refiere Gustavo Alonso a Vicente del Bosque. Para el presidente de la Unión de Peñas Sportinguistas (Unipes), el colectivo que distingue al exseleccionador, es un «motivo de satisfacción enorme» que una leyenda como el salmantino «quiera recoger el premio que lleva el nombre de otra leyenda del sportinguismo».
La de este año será la segunda entrega del premio Iñaki Churruca. En su anterior edición también fue a parar a un protagonista de los banquillos, Marcelino García Toral. «La concesión de este premio nació el año pasado con una vocación de no restringirlo únicamente al sportinguismo», precisa el propio Alonso, explicando que lo que se pretende es que sirva para «valorar la trayectoria de una persona o una asociación que pudiera ser merecedora». En ese sentido, no cabe duda de que pocas candidaturas encarnan mejor los valores del fútbol a nivel deportivo y humano que la de Vicente del Bosque: «Es una persona que se define por sí misma. Solo ocho selecciones han sido campeonas del mundo, una es España y con él como entrenador».
El acto en el que se distinguirá a Vicente del Bosque tendrá lugar en el Restaurante Bellavista, el miércoles 28 de mayo, y se espera que además del propio exseleccionador y su familia asistan representantes del Sporting y de varios colectivos de Unipes.
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