El gen deportivo de Campanal se hace eterno

Que los Vaquero llevan el deporte en la sangre es algo fuera de toda duda. De su longevidad competitiva dio buena muestra Marcelino Vaquero, 'Marcelo Campanal', que se mantuvo en activo casi hasta su muerte, de la que acaban de cumplirse cinco años. Ahora queda claro que ese gen es eterno y se ha transmitido a sus hijos. Dos de ellos, Marcelino y Daniel Vaquero, llevan toda su vida vinculada al deporte, en especial al tenis, que les inculcó su madre, Mari Cruz Guitarte, y ahora han reunido sus talentos para lograr un éxito que tiene una importante carga emotiva. Acaban de proclamarse juntos campeones de España de pádel por equipos en la categoría de mayores de 50 años.

La prueba, celebrada el pasado fin de semana en Zaragoza, reunió a los dos hermanos más de siete años después para ayudar al Club de Campo Villa de Madrid a alzarse con el título nacional. «Cuando yo vivía en Asturias jugábamos todos los torneos juntos y estuvimos durante diez años invictos», recuerda Dani Vaquero, que no duda en calificar a su hermano Marce como «un tigre». El reparto de parejas rivales se realiza por suma de años entre los dos jugadores, lo que hizo que los hermanos Vaquero tuvieran que enfrentarse con otra pareja más joven, lo que hace aún más meritoria su actuación.

«Creo que es una cosa a nivel ya de educación, sobre todo por mi padre y mi madre deportistas. Mi padre nos enseñó a hacer deporte, a competir, y no podemos vivir sin ello», valora Dani, que no dudó en recomendar al club madrileño la incorporación de su hermano Marce. «Me dijeron: si tiene un perfil como el tuyo, que venga para acá. Y les respondí que este tío, antes de perder va a sudar sangre», recuerda con una sonrisa.

Este reencuentro no se termina aquí, porque ambos jugadores de pádel seguirán jugando juntos «por equipos, porque por parejas yo tengo mis compromisos con el club. El circuito de veteranos en España es brutal, el nivel de competitividad que hay en cualquier circunstancia ha subido hasta ser la primera potencia mundial».

Marce y Dani no son los únicos hermanos Vaquero que han dado continuidad a su experiencia en el tenis a través del pádel. Sus hermanas Mari Cruz y Marga también abanderan la genética familiar, aunque en su caso en Barcelona. «Mi madre es la que nos metió la afición por el tenis, y nos acordamos mucho también de nuestro padre. Ese recuerdo hace que tengamos ganas de seguir compitiendo, le gustaría que lo hiciéramos toda la vida hasta la muerte, como hizo él, entrenar, cuidarnos, competir, ser mejores... Eso te ayuda a estar motivado durante tu vida, eso es salud también», recuerda emocionado Dani Vaquero.

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