El kárate asturiano sigue siendo mundial gracias a Borja Gutiérrez
El joven deportista de Grado, entrenado por Lino Gómez, es el único español que ya tiene plaza para la cita intercontinetal de El Cairo
«Empecé a hacer kárate con cuatro años. A mí siempre me ha gustado el fútbol, pero aquí, en Grado, tiene mucha fama el gimnasio de Lino. Me apuntaron mis padres y... ¡Hasta aquí!», explica Borja Gutiérrez. A sus 21 años, el joven deportista es el único español del cuadro masculino que ya tiene plaza para el Mundial de Kárate absoluto que se celebrará en El Cairo a finales de noviembre.
Su esfuerzo le ha costado llegar hasta ahí. «Estoy estudiando Psicología en la Universdiad de Oviedo y ahora voy a empezar cuarto de carrera. Intento sacar tiempo». La disciplina se la empieza aplicando en su organización. «Si entrenamos a las 10, pues a lo mejor me levanto a las 8 o 7 y media». Agradece las facilidades que le dan también desde el centro universitario: «La Universidad te ayuda bastante, sobre todo con las fechas de los exámenes».
Gutiérrez compite en combate individual en la categoría de más de 84 kilogramos, la de mayor pesaje. Su billete para la cita mundialista lo obtuvo gracias a su puesto en el último torneo continental. «Hay distintas formas de clasificarse. La mía fue por quedar séptimo en el último Campeonato de Europa absoluto porque los que iban delante mío iban ya por ránking», cuenta.
Un logro, a su temprana edad, que dista de ser el único. «He sido bronce en el Mundial sub 21 y en el Europeo sub 21, este año también empecé yendo al Campeonato Mediterráneo con la selección absoluta y quedamos campeones por equipos...», enumera el karateca. Subcampeón nacional absoluto en mayo, sorprende la cantidad de logros cosechados a tan temprana edad. «El kárate te da concentración, respeto al adversario, humildad, sacrificio», destaca.
Su próximo objetivo en el calendario es la liga absoluta que disputará en Salzburgo. «Ojalá quedase campeón para llegar bien rodado al Mundial», expresa. Además, si todo va bien, en noviembre sacará su primer dan. Es decir, el primero de los grados del cinturón negro en kárate. Un mes que para él será importante, pues a finales del mismo, entre el 27 y el 30, le aguarda la cita mundialista de Egipto. «¿Un sueño? Que el kárate fuese olímpico. Sería una pasada poder ir a unos Juegos».
El prototipo de alumno
«Empezó conmigo con cuatro años y yo diría que su eclosión a nivel deportivo la tuvo en cadete». Hablar de Lino Gómez (Pola de Somiedo, 1962) es hacerlo de kárate en mayúsculas. Referente como deportista y persona, la Federación Española de Kárate le concedió el noveno dan el pasado verano. Más de cincuenta años, en los que ha sido todo como deportista y preparador, avalan su trayectoria. De su mano ha crecido Gutiérrez, a quien define como «el prototipo de alumno de kárate». «Entrena tres días, tiene a su preparador físico y es un fantástico estudiante. Es una persona comprometida y buen compañero». Confía en que ir al Mundial «le va a dar muchos puntos y a ayudar mucho en su crecimiento».
Gómez se deshace en elogios de su pupilo, de quien celebra sus logros recientes, y quien aventura un gran futuro. «Ahora mismo estamos en un buen momento, en Asturias, a nivel deportivo». Él, que lleva más de medio siglo ligado a la disciplina, destaca «los patrones de conducta» que aporta el deporte que él mismo abandera.
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