El menú de campaña de los candidatos

La campaña electoral se presenta intensa. Más intensa que nunca. ¿Y cómo cargan pilas los candidatos? ¿Cuidan su alimentación o tiran de bocata? ¿Son de hábitos saludables o en estas dos semanas de carretera no hay margen para cuidarse? Adrián Barbón, por ejemplo, cuenta que sus comidas «son ligeras, rápidas», pero «intentamos que sean también equilibradas». El candidato socialista, que aspira a revalidar la presidencia del Principado, bebe «mucha agua e infusiones», evita el café y «reservo siempre tiempo para leer y estudiar los análisis de campaña, porque son jornadas con muchos kilómetros a la espalda».

El candidato del Partido Popular, Diego Canga, también procura comer ligero, en su caso, carne o pescado «con un poco de verdura», a la comida; y de cena, «ensaladas, guisantes con jamón... Y una copa de vino o una cerveza». Durante el resto del día, «solo bebo agua». Comparte con EL COMERCIO que «dejo los platos de cuchara para el fin de semana. Es cuando me relajo, pico algo entre horas...». Lo que no cambia es su rutina de desayuno: café, tostada, miel o mermelada. «De manzana, piesco o arándanos, siempre asturianas», precisa.

La dieta de Manuel Iñarra, sin embargo, consiste en «tirar un poco de lo que se tercie, porque no tenemos mucho tiempo» durante estos días. Con una salvedad: «Cuando voy a ver a mi madre sí que como bien. Ahí, me permito tener una comida más tranquila, sosegada». El candidato de Ciudadanos procura aprovechar ese momento para «recuperar la calma y desconectar de la locura que supone una campaña».

Precisamente por la exigencia que conlleva, física y mental, Covadonga Tomé intenta no descuidar lo que come. «Por salud», señala. En ese aspecto, la doctora Tomé se impone a la Covadonga que es candidata de Podemos. De hecho, aun «encantándome los bocatas», suele optar por las ensaladas si tiene que comer fuera. Eso sí, cuando comparte mantel con los de casa, se lo toma como «un momento de conversación, sin tele y sin móvil».

En el caso de Ovidio Zapico, cabeza de cartel de IU, «soy persona de plato del día cuando como fuera» y, si el reloj aprieta, «puede que tire de un pincho». Dicen quienes comparten su día a día que «no es nada repunante para la comida», que su «debilidad» es el queso -«cualquiera que sea asturiano»- y que toda ruta debe tener «una parada para descansar un poco y tomar un café».

En cuanto al candidato de Foro Asturias, Adrián Pumares, cuenta que siempre desayuna requesón con miel. A partir de ahí, «si come bien es porque su mujer lo cuida mucho: es muy buena cocinera, casi una maestra de la repostería», revelan sus compañeros de campaña. A Pumares le gusta comer de plato, aunque «me adapto a todas las circunstancias».

También Carolina López, candidata de Vox, se adapta «a lo que va surgiendo». Dice que «son días en los que no paramos y vamos con el tiempo justo». Aun así, la alimentación no es algo que le preocupa: «Asturias tiene una gran gastronomía y productos de primera calidad». No obstante, en caso de poder elegir, «soy más de salado que de dulce» y suele empezar el día con una tostada de pan que acompaña de jamón o buen queso. «El desayuno me da energía», afirma.

A juzgar por las recomendaciones de Claudia Rosete, secretaria del Colegio Profesional de Nutricionistas-Dietistas de Asturias, la dieta de los candidatos tiene sus luces y sombras. Esta experta con clínica en Gijón aconseja hacer tres comidas al día. El desayuno: «Completo, que aporte todos los macronutrientes. Grasa saludable, como aceite de oliva o aguacate; pan integral de calidad; proteína magra; y lácteos». Al almuerzo: «Elegir la opción más saludable si se come fuera. Vegetales de primero, seguidos de carne o pescado. Evitar las salsas y las grasas, que producen somnolencia». Y la cena: «Debería ser ligera; por ejemplo, puré de verdura o tortilla francesa». Como consejo adicional, Rosete propone evitar el café -que contribuye a la acidez que ya de por sí puede generar el estrés- y los rebozados. Fruta, nueces o un bocadillo de jamón y tomate pueden ser un buen tentempié en caso de apuro. Dicho queda.