Gominolas de arándanos
A los niños les encantan y se divierten preparándolas y sus padres ven en ellas una forma diferente de comer fruta y de aprovecharla cuando está muy madura
La Real Academia Española define 'gominola' como «golosina blanda y masticable, generalmente en forma de bolitas y recubierta de azúcar». La descripción del diccionario no entra en si son más o menos buenas para la salud, aunque esta cuestión sea la que genera debate a la hora de su consumo. Pero no se mete porque, como en todo, los beneficios o daños dependen de la cantidad de ellas que se coma, la regularidad con que se haga y la calidad de las mismas.
Lo fundamental para decidir es atender a los edulcorantes, aditivos y conservantes que lleven, así como a los ingredientes que se hayan utilizado, pues no todas son iguales. Las golosinas tradicionales, que tienen el azúcar como un ingrediente fundamental, traen parejo, por lo general, un aporte calórico bastante elevado. En detalle, rondan en torno a las 350 kilocalorías por cada 100 gramos. Y aunque su sabor u olor puedan recordar a frutas, lo cierto es que su porcentaje en la receta es nimio.
Las que elabora en estas páginas Jéssica García, en cambio, no llevan más que el azúcar propio de los arándanos que emplea y que previamente ha cultivado y cosechado ella misma en Villaviciosa. «Opcionalmente, se puede añadir un poco de azúcar o erythritol –edulcorante conseguido mediante un proceso natural de fermentación– durante el proceso o al final, a modo de cobertura, pero no es un requisito obligatorio», explica, al tiempo que adelanta que aun sin añadir azúcar, el sabor resultante es dulce.
La idea de hacer chuches a partir de sus arándanos le surgió de casualidad, porque tiene un hijo de tres años. Además, los niños pueden ayudar en la elaboración, que es sencilla y rápida. Basta con disponer de 10 minutos para hacer las gominolas y dejarlas reposar en frío un par de horas. «A ellos les gusta comerlas y les divierte prepararlas, y los padres consiguen entretenerlos en casa, aprovechar la fruta antes de que se estropee y lograr que coman fruta de otra manera», explica García, «porque nosotros aquí utilizamos arándanos, pero podríamos emplear la misma proporción de frambuesa, fresa o kiwi, por ejemplo».
Su fórmula se consigue tan solo con tres ingredientes: arándanos, agua y agar-agar, el cual se emplea como espesante y texturizante. El color de la gominola resultante es amarronado, fundamentalmente porque los arándanos se cuelan para que vayan sin piel, y aguantan en casa tres o cuatro días.
Lo que hoy es Arándanos El Llano empezó en 2012, cuando la madre de Jéssica decide cultivar arándanos en la finca familiar de Fuentes. «Yo estudié Biología y, en 2016, me puse al frente del negocio, que despega como tal realmente en 2019». Las gominolas, de momento, no forman parte del negocio; sí, en cambio, la mermelada –también de mora y frambuesa–, el zumo y los arándanos frescos, que venden en toda la península. Actualmente, disponen de una hectárea de terreno, en la que trabajan distintas variedades para aprovechar al máximo la temporada del arándano en Asturias, «que va de junio a principios de otoño».
Paso 1
Para preparar una tanda de gominolas necesitamos: 100 gramos de arándanos, 100 mililitros de agua, 10 gr. de agar-agar y, opcional, 50 gr. de edulcorante (azúcar o erythritol). Además, para la elaboración necesitaremos una batidora, un colador, una pipeta, un cazo y moldes de silicona.
Paso 2
Echamos en el vaso de la batidora los arándanos limpios, sin que sea necesario haberlos cortado previamente. Acto seguido, echamos el agua y batimos el conjunto durante unos pocos segundos, solo hasta que las piezas de fruta estén bien trituradas.
Paso 3
Colocamos el cazo en un fuego y, sobre este, ponemos un colador. Pasamos por ahí la mezcla resultante de la batidora, porque queremos que nos pase solo el jugo de los arándanos y no la piel. Podemos ayudarnos de unas varillas. Ponemos el cazo a fuego medio y lo dejamos hasta que vaya a empezar a hervir.
Paso 4
Justo cuando vaya a empezar a hervir, añadimos los 10 gramos de agar-agar. Si quisiéramos emplear algún edulcorante, habría que integrarlo con el gelificante primero y luego añadir la mezcla al cazo. Removemos con ayuda de unas varillas, puesto que con una cuchara quedan grumos, y retiramos del fuego.
Paso 5
Una vez retirada la mezcla del fuego, utilizaremos una pipeta para poder llenar las oquedades de los moldes de silicona y, de esta manera, dar forma a las gominolas. En este caso, tendrán apariencia de osito y de corazón. Cuando estén listos, los metemos a la nevera y los dejaremos reposar un par de horas.
Paso 6
Transcurrido el tiempo de reposo en frío, será el mometo de desmoldar. Este proceso en sencillo y lo pueden hacer los niños, pero hay que ir poco a poco. Opcionalmente, las gominolas podrían pasarse por azúcar, erythritol o algún otro edulzante para darles una cobertura dulce y otra textura.