Borrar

La miel, a examen

El verano es decisivo para los apicultores, que ahora reparten el tiempo entre los panales y las naves donde realizan la extracción

Viernes, 26 de julio 2024, 22:35

Junio y julio son los meses más importantes para la producción de miel en Asturias «porque es cuando tenemos las mayores floraciones y las mejores condiciones climatológicas», explica el presidente de la Indicación Geográfica Protegida (I.G.P.) Miel de Asturias, Julio Fernández. Los apicultores pasan ahora la mayor parte del día en el terreno, recolectando, y reparten el tiempo en las naves en las que realizan la extracción de la miel y su posterior envasado.

La miel amparada por la marca de garantía asturiana es aquella producida íntegramente en la región, a partir de la flora y vegetación existente en la zona. Así, lo que prevalezca en el entorno determina el tipo de miel que se elaborará, por lo que «la localización de los colmenares es importantísima», asegura Fernández. La I.G.P. –que empezó en noviembre de 2022– contempla nueve tipos dominantes en el Principado, cuyas diferencias se perciben en las características organolépticas y físico-químicas de la miel resultante; es decir, varían tanto a la vista como al olfato y al gusto. Hay tres agrupaciones florales –bosque, costa y montaña– y otras seis monoflorales cuando hay un predominio: roble, eucalipto, castaño, brezo, calluna y madroño.

La diversidad de la miel asturiana se debe a que los 87 operadores –productores, que son mayoría, y envasadores– amparados actualmente están repartidos por el territorio: de Vegadeo a Ribadesella y de Felechosa a Degaña y Cangas del Narcea pasando por Oviedo, Grado y Allande. El occidente, eso sí, mantiene la mayoría. «En esta zona siempre se tuvieron abejas como complemento de la ganadería», explica Óscar Martín, quien en 2007 optó por profesionalizar la tarea y sacó la marca Casa Martín.

El calendario del apicultor lleva señalado desde primavera, que es cuando ultiman los preparativos sobre el terreno para empezar a cosechar. En torno a mayo empiezan con eucalipto y brezo de primavera, y con el inicio del verano pasan al castaño y el brezo para acabar, entre septiembre y octubre, con roble, calluna y madroño. «El campo no es dos más dos y también depende la ubicación de los panales, pero más o menos ese es el reparto», explica Fernández.

Y del campo van a las naves, donde realizan la extracción de la miel. La primera tarea es el desoperculado, es decir, el procedimiento por el que quitan del panal una capa fina de cera, los opérculos, para poder quedarse solo con la miel mediante la fuerza centrífuga que aplican con extractores. La miel se queda en los depósitos, donde se decanta y se deja para que adquiera el grado de humedad óptimo antes de envasarla. En este proceso tampoco hay nada escrito, pero hasta que sale al mercado, la miel puede tardar un mes. Por eso las ventas de miel en Asturias no se concentran cuando acaba la recolección, sino que varía en función de la variedad y la zona.

Julio Fernández La Boalesa (Boal)

Herencia familiar. «Empiezo en apicultura porque mi padre siempre tuvo colmenas», explica. Él, como tantos otros en su zona, mantuvo la herencia familiar, ampliándola. «Hace más de 20 años decido incorporarme a la apicultura como actividad principal y aumento el número de colmenas. Actualmente, entre mi hermana y yo manejamos unas 1.000». Pone el foco en el cambio climático, «que está volviendo locas a las abejas».

Andrea González Tu colmena (Villarín, Castropol)

Sello de calidad. Define la I.G.P. como «una aspiración que teníamos» en tanto se trata de una marca «que pone en valor la calidad y supone una garantía de control». Pone el foco en la miel que elaboran no profesionales para autoconsumo: «La normativa te permite tener hasta 15 colmenas; hablamos de 10 kilos por colmena, eso es mucha miel para una familia...». Y también llama la atención sobre lo necesarias que son las abejas en los ecosistemas: «Tenemos que cuidarlas».

Óscar Martín Casa Martín (Fondos de Vega, Degaña)

Variedad con gusto. El proyecto de esta familia (que incluye la miel pero también el agroturismo) ha ido creciendo poco a poco. La profesionalización trajo consigo una planta de envasado y en la actualidad, aunque la miel de montaña (de castaño, roble, brezo y algo de zarza en su caso) que cosechan entre finales de agosto y principios de septiembre es la protagonista, también ofrecen cera, jarabe de miel, polen, mermeladas y jalea.

Christian Sobrido Ca'viña (Gozón)

Cocina con miel. Su familia empezó con 20 colmenas vendiendo a granel en el pueblo por afición a las abejas. La marca empezó a funcionar en 2016 y, aunque no es la apicultura la única actividad principal de Cristian y su hermano, colocan su producto tanto en casas como en restaurantes. Su oficio contribuye a que la edad media de la I.G.P. de la miel no sea muy alta. De hecho, los números demuestran que en los últimos años cada vez más asturianos escogen la apicultura.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio La miel, a examen

La miel, a examen