
Secciones
Servicios
Destacamos
Albert Serra tiene por norma hacer y decir lo que le da la gana en cada momento. Suelen calificarlo de irreverente, pero más bien es un alma libre que no se pliega a los deseos de quien lo escucha. El 17 de noviembre presenta en el FICX 'Tardes de soledad', la película con la que ganó la Concha de Oro en el Festival de Cine de San Sebastián, en la que retrata las faenas del matador Roca Rey y se cuela por todas las grietas de la tauromaquia. Algunos dicen que es un elogio, otros dicen que es una crítica; él se limita a mostrar la realidad.
–Después de la polémica que hubo en San Sebastián, ¿tuvo miedo a que le dieran la espalda y su película no se proyectara en otros festivales de nuestro país?
–¿Qué polémica? Yo creo que no hubo ninguna.
–Bueno, Pacma pidió su retirada del festival porque argumentaban que «humaniza una práctica violenta».
–Eran cinco o seis personas, nada más.
–¿No le da miedo entonces que se normalice esa cultura de la cancelación en el arte?
–No, de hecho, creo que la cultura de la cancelación está de capa caída. Era algo que estaba más presente hace un par de años, pero ahora la gente se ha dado cuenta de que es algo estúpido. Sería una doctrina y lo divertido del arte, precisamente, es que expresa todos los puntos de vista. Esa riqueza es la que lo define y, si se la quitas, es algo para tontos, se vuelve una cuestión de adoctrinamiento que no tiene ningún sentido para nadie. De hecho, por las obras en sí mismas, no veo que esto vaya a más, lo contrario, la cultura de la cancelación está a punto de desaparecer.
–Presentó ya la película fuera de España. ¿En esos países en los que no hay tauromaquia se recibe con menos prejuicios? ¿Dejan atrás el análisis simplista de toros sí o toros no que impera en nuestro país?
–Tampoco creo yo que en España haya prejuicios. Puedes estar en contra de la tauromaquia, pero esto no tiene nada que ver con la película. También hay gente a la que puede no gustarle la guerra y, sin embargo, ve una película de guerra. Sí que es verdad que quizá, en el extranjero, este asunto lo dan por supuesto y tienen una mirada más antropológica sobre el hecho. No les asustan los toros, saben que son así, que siempre han sido así, que forman parte de la realidad española desde hace muchísimos años y, por tanto, no se fijan tanto en la tauromaquia como en lo que es la película en sí misma.
Un retrato veraz
de la tauromaquia
‘Tardes de soledad’ se
cuela en todos los rincones
de la tauromaquia. Siguiendo
los pasos del matador peruano
Roca Rey, este documental
muestra sin edulcorar
la realidad de un mundo
sangriento y traslada a la gran
pantalla la agonía de los
astados, la violencia que llena
la arena y el baile entre la
vida y la muerte que supone
para los diestros enfrentarse
cada tarde a los toros.
Las cuadrillas, los rituales
previos y el folclore completan
un retrato veraz de esta práctica
Imágenes
de la
película
Intimidad.
La cinta enseña
momentos
previos y
posteriores
a la lidia
Faena.
El documental
muestra varias
corridas de toros
del matador
peruano
Un retrato veraz
de la tauromaquia
‘Tardes de soledad’ se
cuela en todos los rincones
de la tauromaquia. Siguiendo
los pasos del matador peruano
Roca Rey, este documental
muestra sin edulcorar
la realidad de un mundo
sangriento y traslada a la gran
pantalla la agonía de los
astados, la violencia que llena
la arena y el baile entre la
vida y la muerte que supone
para los diestros enfrentarse
cada tarde a los toros.
Las cuadrillas, los rituales
previos y el folclore completan
un retrato veraz de esta práctica
Imágenes
de la
película
Intimidad.
La cinta enseña
momentos
previos y
posteriores
a la lidia
Faena.
El documental
muestra varias
corridas de toros
del matador
peruano
Imágenes de la película
Un retrato veraz
de la tauromaquia
‘Tardes de soledad’ se
cuela en todos los rincones
de la tauromaquia. Siguiendo
los pasos del matador peruano
Roca Rey, este documental
muestra sin edulcorar
la realidad de un mundo
sangriento y traslada a la gran
pantalla la agonía de los
astados, la violencia que llena
la arena y el baile entre la
vida y la muerte que supone
para los diestros enfrentarse
cada tarde a los toros.
Las cuadrillas, los rituales
previos y el folclore completan
un retrato veraz de esta práctica
Intimidad.
La cinta enseña
momentos
previos y
posteriores
a la lidia
Faena.
El documental
muestra varias
corridas de toros
del matador
peruano
Imágenes de la película
Un retrato veraz
de la tauromaquia
‘Tardes de soledad’ se
cuela en todos los rincones
de la tauromaquia. Siguiendo
los pasos del matador peruano
Roca Rey, este documental
muestra sin edulcorar
la realidad de un mundo
sangriento y traslada a la gran
pantalla la agonía de los
astados, la violencia que llena
la arena y el baile entre la
vida y la muerte que supone
para los diestros enfrentarse
cada tarde a los toros.
Las cuadrillas, los rituales
previos y el folclore completan
un retrato veraz de esta práctica
Intimidad.
La cinta enseña
momentos
previos y
posteriores
a la lidia
Faena.
El documental
muestra varias
corridas de toros
del matador
peruano
–Usted para rodar esta película pudo grabar las conversaciones de la cuadrilla y filmar todo el ritual previo y posterior a una corrida. ¿Le costó que lo dejaran acercarse a ese ritual tan íntimo?
–Para nada, estuvieron siempre muy abiertos y hay que agradecérselo porque es de una generosidad extrema. Sinceramente, siempre confiaron en lo que saldría, a pesar de la complejidad y de la sutileza. La riqueza de una cosa como esta –que no está prevista– es que te encuentras de todo en esta realidad filmada. Hay buenos momentos y no tan buenos, pero todo eso forma parte de la belleza de la película porque no hay ningún filtro que intente darte a entender algo ni subrayarte algo.
–Dice la película que 'la vida no vale nada'. ¿Esa manera de entender la vida y de enfrentarse a la muerte que tienen los toreros le ha hecho cambiar su forma de percibir vida y muerte y la línea que las separa?
–Sí. Me gusta mucho esa frase porque ellos la tienen muy presente, en el sentido de que la vida hay que arriesgarla, hay que utilizarla para algo, hay que tirarla por la ventana. Si no se arriesga, si no se utiliza la vida para hacer algo importante, no sirve de nada. La conservación de la vida en sí misma es de ser un vegetal, no tiene ningún valor. La vida empieza a tener valor porque tiene a la muerte delante. Esa finitud, que te puede llegar en cualquier momento (como saben bien los toreros), hace que sepas que tienes que aprovechar la vida para hacer una gran faena. Para ellos, la faena es algo simbólico, esa buena lidia es una lección para todos nosotros en cualquier ámbito posible.
En este
documental
queda muy claro
el compromiso
de los toreros
y se ve en toda
su dimensión
En este
documental
queda muy claro
el compromiso
de los toreros
y se ve en toda
su dimensión
En este
documental
queda muy claro
el compromiso
de los toreros
y se ve en toda
su dimensión
En este
documental
queda muy claro
el compromiso
de los toreros
y se ve en toda
su dimensión
–¿Cree que esta película está haciendo a algunos espectadores replantearse su manera de ver los toros? No hablo de ponerse a favor o en contra, sino de ver lo que hay más allá.
–Tiene ese objetivo. Queda el público dividido, pero se concentra en este asunto, en la intimidad y en un acercamiento muy próximo para entender el porqué de todo esto. Sobre todo, la motivación, que es lo que hay detrás de este compromiso tan fuerte. Al menos, a nivel de sinceridad de lo que se ve, no hay ninguna duda. Si esto va a convencer a alguien o no, ya es otro tema, pero queda muy claro el compromiso de los toreros y se ve en toda su pasión, en toda su dimensión y en toda su disciplina.
–¿Roca Rey qué le dijo al ver 'Tardes de soledad'?
–Él no ha visto la versión definitiva. Ha visto algo en el proceso de montaje, pero era más para evaluar algunos aspectos concretos del documental. Así que, como película acabada, no la ha visto y esperamos a que un día de estos, cuando vuelva a España y tenga la oportunidad, podamos ver la película como obra de arte en sí misma. No nos vamos a fijar en los aspectos técnicos que a él le preocupaban.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
J. Arrieta | J. Benítez | G. de las Heras | J. Fernández, Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras y Julia Fernández
Josemi Benítez, Gonzalo de las Heras, Miguel Lorenci, Sara I. Belled y Julia Fernández
Samantha Acosta | Gijón y Sara Pérez | Gijón
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.