Borrar
Ocho cofrades sacaron de la iglesia a hombros la imagen de San Pedro para presidir la tradicional bendición de las aguas, acto que contó con la participación de la alcaldesa, Carmen Moriyón.

Ver 70 fotos

Ocho cofrades sacaron de la iglesia a hombros la imagen de San Pedro para presidir la tradicional bendición de las aguas, acto que contó con la participación de la alcaldesa, Carmen Moriyón. Damián Arienza
Gijón celebra la bendición de las aguas

Bendición y reivindicación frente a San Pedro

Javier Gómez Cuesta, que cumple 25 años al frente de la parroquia, destaca el valor del «hecho religioso» mientras Asturias Laica criticaba la presencia de autoridades municipales

Iván Villar

Gijón

Sábado, 29 de junio 2024, 15:07

Mientras en el Campo Valdés la Andecha de Cultura Tradicional Na Señardá daba inicio a un repertorio de saltón, muñeiras, jotas y agarraos para disfrute de gijoneses y de varios cruceristas extranjeros desembarcados del buque 'Deustchland», un grupo de jóvenes cofrades ultimaba en los soportales de la iglesia de San Pedro una alfombra 'floral' -aunque a base de sal y serrín- con la imagen del apóstol que da nombre a la Iglesia, con el mar de fondo. Gijón celebra su patrón e inició la jornada con una misa y una bendición de las aguas junto a su templo más icónico que este año estuvieron marcados por el 25 aniversario de Javier Gómez Cuesta al frente de la parroquia. El sacerdote, a quien durante la celebración acompañaron el arcipreste de Gijón y varios párrocos del concejo, hizo referencia a esta efemérides durante la homilía asegurando que este cuarto de siglo se le pasó «como si hubiera sido un día» y agradeciendo el trato recibido durante este tiempo por parte de la ciudad y de sus feligreses, cariño que la Asociación de Amigos de San Pedro también quiso hacer patente este 29 de junio, entregándole al final de la misa su premio anual, consistente en una estatuilla de bronce creada por el escultor Antonio Oteiza y que representa al templo.

En una emotiva intervención donde incluyó menciones y agradecimientos a históricos líderes vecinales de Cimavilla, al «ingenio y la chispa» de su antecesor Don Boni y a la exalcaldesa Paz Fernández Felgueroso «por haber recuperado este día como festivo», Gómez Cuesta reivindicó la importancia «del hecho cristiano», poniendo como ejemplo que «la fe es capaz de levantar catedrales como las de Oviedo, León y Notre Dame y esta iglesia tan preciosa de San Pedro» o que está presente «en un 70% de los cuadros del Prado». También remarcó el papel de los cristianos y la Iglesia en la construcción de la actual civilización occidental y de «un mundo de vida, justicia y paz, valores en los que esta parroquia de Gijón nunca se quedó atrás».

Recordó cómo desde la iglesia gijonesa se sentaron las bases del actual hospital de Jove, nacido como hospital de Caridad, y las escuelas de San Eutiquio. Y lamentó «la poca impronta que se le suele dar a la dimensión religiosa de Jovellanos, que fue un feligrés practicante cuya fe cristiana imprimió toda su vida. Me causa consternación ver que algunos le tachen de masón». El párroco llamó a «recuperar la honra, el honor y el coraje de ser católico, superando comentarios despectivos, peyorativos y que ningunean la importancia de la religión». Y concluyó su homiía asegurando que «por supuesto que estos 25 años han merecido la pena. Y por ellos le doy las gracias a Dios y a vosotros», si bien ya fuera del púlpito aclaró que su discurso no era una despedida, pues su intención, a punto de cumplir 83 años, es seguir al frente de la parroquia.

Al finalizar la misa, ocho cofrades sacaron a hombros desde la iglesia la imagen de San Pedro para presidir la tradicional bendición de las aguas, acto que al igual que la ceremonia en honor del patrón de la ciudad contó con la presencia de la alcaldesa, Carmen Moriyón, y varios miembros de la Corporación, entre ellos la vicealcaldesa Ángela Pumariega, los portavoces de Foro (Jesús Martínez Salvador) y Vox (Sara Álvarez Rouco) y el edil no adscrito, Óliver Suárez. Frente a ellos, y antes de 'regar' con agua bendita el Cantábrico mientras la regidora lanzaba un ramo al mar, Gómez Cuesta reclamó «que no dejen abandonada Cimavilla, que es la abuela de Gijón a la que hay que proteger», recordando que «el ambulatorio está lejos» y hay aparte proyectos que llevan años pendientes como la reforma y apertura al público de la antigua fábrica de tabacos «y el hotelón». Confió en que salgan adelante y que con la ayuda de San Pedro «tirando del barco con un motor fuerte», también lo hagan otros como «Naval Azul, el vial de Jove, el Muro o la estación de Moreda».

El párroco también se refirió al proyecto de reforma en el que trabaja el Ayuntamiento para el Campo Valdés, un espacio que por su ubicación «debería ser tratado como un lugar sagrado, un tótem donde se respira gijonesismo 'playu' y donde no deberían estar permitidos patinetes, mercados, competiciones y bicicletas. Son una profanación de este trono de gloria.». Confío en que la remodelación prevista «sea acertada y respete a la iglesia más filmada, fotografiada y visitada, que es un icono emblemático de la ciudad».

En su intervención, cargada de socarronería, no faltaron guiños futbolísticos, desde su definición de San Pedro como el «delantero centro» de Gijón al deseo de un pronto ascenso del Sporting tras un año en el que «casi, casi», pasando por una explicación de por qué ayer en la imagen del apóstol faltaba el gallo: «Hay quien dice que fue a Oviedo a cantar porque están tristes». El coro Voces de Cimavilla acompañó la bendición de las aguas con una salve marinera antes de cerrar el acto cantando 'Gijón del alma'.

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcomercio Bendición y reivindicación frente a San Pedro