La Camocha, un barrio minero con mucha vida que falta «adecuar a los tiempos»
Los vecinos del barrio gijonés de La Camocha urgen mejoras en las calles y quieren reavivar la plaza del mercado con pescaderías y carnicerías
Fue un primer grupo de veinte casas unifamiliares adosadas, construidas entre los años 1943 y 1946, las que conformaron el núcleo originario de La Camocha, en Gijón. Una veintena de domicilios con dos alturas creadas para ser el hogar obrero de los trabajadores de la mina del poblado. Un número que pronto se volvió insuficiente ante la gran demanda de trabajadores.
Poco a poco, las construcciones de pisos fueron aumentando y, a su vez, se fueron creando escuelas, establecimientos comerciales, un centro de salud, biblioteca, bolera y todo tipo de lugares para cubrir las primeras necesidades de los vecinos. Algunos de ellos se han perdido y otros perduran hasta el día de hoy, pero el orgullo de los trabajadores mineros sigue presente en el mural que decora la entrada de la asociación vecinal Vega-La Camocha, donde se encuentra su tesorera, Ana María Martínez, que asegura que esa unión de los vecinos «de toda la vida» hace que este sea «un lugar estupendo para vivir» donde valora, sobre todo, la tranquilidad. Martínez lleva toda su vida viviendo en La Camocha. «Esta es una barriada minera, donde todos nos conocemos. Pero también damos la bienvenida a todo el que quiera venir», señala. Aunque, eso sí, «siempre y cuando se sepa comportar», puntualiza. «Da gusto vivir aquí, tanto en el aspecto personal como cívico. Es un barrio muy guapo», apoya el secretario David García.
A pesar de ello, la lista de necesidades es amplia. «Nos faltan muchas reformas. Hay que adecuar a los tiempos la zona», dice García. La mejora en el alcantarillado o las baldosas sueltas conforman la lista. Y, como gran proyecto para el barrio, se centra en la calle Río. «Nos gustaría una ejecución importante. Es la zona en la que están todos los bares y donde más confluye la gente en el estar diario. Nos gustaría hacer una plataforma única y darle un uso peatonal. Sería perfecto porque desde ahí se accede a la piscina, al campo de fútbol, al ambulatorio transitorio...», enumera.
Para el presidente vecinal, Jesús Alonso Prieto, una de las cosas más urgentes por hacer son las reformas de «los patios» del cual había un proyecto que solo llevó su primera fase a ejecución. «Actualmente está parado y es de lo más descuidado que tenemos», añade García. «En su momento se acordó hacer unas adecuaciones de aparcamientos», explica. «Estamos intentando que se retome», asegura. En su lista, Alonso también se acuerda de los niños. «Hay que cambiar los parques de arena, porque terminan yendo a ellos gatos y perros que hacen sus necesidades», lamenta.
A ello, Martínez añade que aunque, por ejemplo, «no hay problemas de aparcamiento», sí que existen dificultades a la hora de hacer la compra. «Solo tenemos un supermercado ahora mismo. En el mercado de La Camocha nos falta movimiento. Hay varios puestos vacíos, necesitamos que se ocupen con carnicerías, pescaderías...tenemos que desplazarnos casi un kilómetro a hacer la compra», justifica. En el tema de la naturaleza, habla de los árboles. «Hay situaciones en los que molestan. Si son árboles que tienen una poda habitual hay que tenerlo en cuenta. Algunas ramas entran por las ventanas a los vecinos», critica. «Que los cambien o que vengan a cuidarlos».
Magüestu y halloween
En el otro lado de la balanza, Martínez señala que «hay un buen colegio y están construyendo un ambulatorio nuevo que bienvenido sea», celebra. También presume de la gran vida social que se genera gracias a las actividades de la asociación: «pilates, yoga, taichí, bailes de salón...¡el coro de La Camocha!...», enumera. «Tenemos de todo». Incluso han reabierto la bolera en el mes de mayo, donde han hecho un equipo con los niños para enseñarles este deporte tradicional. «Son los que pueden continuar con este legado».
Además, realizan actividades paralelas dependiendo de la época, como la cabalgata de los Reyes Magos, «va a acabar siendo mejor que la de Gijón», augura. Para este mes de octubre dos citas clave en la asociación: el magüestu y halloween. Y para aquellos que se animen a conocer el barrio, Alonso asegura: «No se arrepentirán».
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