Carantoña sigue haciendo 'Camín'
'Evocación' cumple 25 años. Areces y Paz Felgueroso inauguraron en Begoña el 18 de diciembre de 1999 la escultura que perpetúa el magisterio de quien fuera 41 años director de EL COMERCIO
Dos años y diez días después de su muerte, Francisco Carantoña Dubert (Muros de Galicia 1926-Gijón 1997) quedó inmortalizado en Begoña por la mano amiga, y maestra, del escultor Joaquín Rubio Camín, quien concibió de memoria la silueta de quien dirigió EL COMERCIO durante 41 años, desde 1954 hasta 1995. En aquel concurrido acto, presa de la emoción, Camín no pudo hablar. Aunque en días previos sí relató aquella «manera de ir» por la calle tan suya de Carantoña, con su pausa, su abultada gabardina, los periódicos bajo el brazo y aquellas gruesas gafas a través de las cuales escrutaba su querida ciudad adoptiva desde una aparente nebulosa. Era Begoña, tránsito desde su casa hasta el periódico, con inevitable parada en el Dindurra, lugar de paso diario del gran periodista y escritor, era también donde atesoraba el artista los recuerdos de su infancia, de ahí que calificase el parque como «mi sitio y el suyo».
No habló Camín en la multitudinaria inauguración, pero sí lo hicieron el presidente del Principado y la alcaldesa de Gijón, Vicente Álvarez Areces y Paz Fernández Felgueroso. El primero calificó a Carantoña, a quien conoció bien durante sus doce años de regidor, como «un hombre cómplice de los hechos positivos de la ciudad» a quien profesó gran admiración como un periodista que hizo de su oficio «una labor dignísima desde la que supo participar intensamente en Gijón no solo como profesional sino también como ciudadano».
«Como un árbol plantado»
Felgueroso destacó que la 'Evocación' carantoñana de acero corten quedaba en Begoña «como un árbol implantado en este espacio tan familiar y cotidiano a medio camino entre su casa y su café», juzgó el homenaje como «absolutamente merecido y oportuno» y alabó igualmente la resolución del mismo «con una obra plástica de un notabilísimo creador que ha puesto el más desinteresado empeño en rendir los mejores honores a su viejo amigo». El propio Carantoña, apostilló la entonces regidora, decía de Joaquín Rubio Camín que «creaba para los ojos, el sentimiento y la inteligencia». Completó las bellas palabras de la jornada el presidente del consejo de administración de EL COMERCIO, José García Prendes-Pando, quien evocó los «primeros difíciles tiempos del diario» y consideró a Carantoña un pilar fundamental para proyectarlo al futuro con mano maestra.
Emocionados escucharon sus palabras su viuda, Cruz Álvarez Requejo, así como los seis hijos y los nietos. Y con ellos, políticos de todos los signos, pintores, escritores, músicos, empresarios, sindicalistas y la plana mayor del decano. Ocurrió todo esto hace 25 años. Han pasado muchas lunas, pero Gijón y sus periodistas no olvidan. Siguen aplaudiendo cada 8 de diciembre (como hicieron a la salida del féretro en el funeral en San Lorenzo) al hombre, al pensador y al periodista.