«Debemos valorar lo perdido y salir fortalecidos»
Imprescindibles. Ellos han hecho más llevadera esta pandemia. Cada uno en su campo, han propiciado una vida mejor en momentos difíciles y extraños.
SUSANA D.TEJEDOR / LUCÍA R. LORENZO
Jueves, 24 de diciembre 2020, 02:05
No son héroes, no les gusta el término. Todos ellos dibujan una estampa navideña de esfuerzos, ayuda y cercanía. EL COMERCIO quiere rendirles un homenaje y agradecerles todo lo que han hecho por nuestras vidas. Piden, sobre todo, salud para el año que llega, la cura de la covid, volver a recuperar la normalidad, esperanza y que esta crisis económica afecte lo menos posible a todos.
Miguel Martínez Blanco se siente «orgulloso» de su profesión «por poder ayudar a tantas personas» y espera y desea que en 2021 «todo el mundo recuerde la importancia de las cosas sencillas y, al igual que la opinión pública valora nuestra labor diaria, que las autoridades nos reconozcan a los farmacéuticos como sanitarios de primera línea». Dice que «tuvo que adaptarse a las circunstancias de riesgo e incertidumbre «con mis propios medios y sin los apoyos necesarios». Afronta el nuevo año «con esperanza y optimismo, deseando volver a la normalidad lo antes posible».
Mercedes Díaz es auxiliar de ayuda a domicilio. Tanto para ella como sus compañeras este fue un año «bastante estresante, complicado y duro». Ahora, afronta 2021 con incertidumbre. «Nos hablan de una tercera ola, seguimos viendo muchas situaciones muy irresponsables, no hay una solución garantizada a corto plazo». Vivió las dos olas de forma diferente. La primera, «no disponíamos de equipos de protección, incluso los fabricamos nosotras mismas en un intento de no contagiarnos».
«Sufres pero te haces dura»
También Roberto Álvarez vivió un año intenso. El técnico en emergencias sanitarias participó en dos de las caravanas de ambulancias. «Fue muy emocionante sentir que la gente está muy agradecida con el trabajo que hacemos». En su empresa estaban prácticamente preparados desde marzo, a pesar de enfrentarse a un virus «desconocido».
Marta Álvarez es enfermera vocacional. Lleva 33 años de oficio y ahora lo compagina como voluntaria en la Feria. En toda la pandemia su preocupación fue «cuidar a los de alrededor» y su reto, aprender, junto a sus compañeros, de los que se siente orgullosa y muy agradecida por poder compartir momentos difíciles, pero siempre con buen humor. Para 2021 desea que «valoremos todo lo que nos ha quitado esta pandemia, que nos podamos abrazar». Reconoce la emoción de los aplausos, pero huye de la palabra héroe. «Ese es mi hijo que, por altruismo, ha rescatado en el mar a bebés a punto de morir o quienes sufren una dictadura. Nosotros cobramos por nuestro trabajo».
Anécdotas e historias que han puesto de manifiesto la dureza de muchas vidas, como el de una señora que ingresó junto a su marido y cuando salió del hospital llevaba dos bolsas, la suya y la de su marido, que desgraciadamente no pudo superar la enfermedad. «Sufres pero te haces dura». Lo dice claramente: «Yo no trabajo como enfermera, soy enfermera, me siento enfermera».
Ángel Fernández es conductor de taxi. «La primera ola la viví con mucha tristeza y preocupación. Estar tres meses confinados en casa parecía un mal sueño. La segunda, parecida, pero poder salir ya parece que se lleva un poco mejor».
Pese a la incertidumbre y a pasar un año duro, Fernández siente satisfacción por poder ofrecer un servicio útil para quien lo necesite.
Cristina Secades es fundadora de Kiwín Bio e ingeniera forestal. A finales de agosto obtuvo la primera producción de minikiwis con «muy buena aceptación y mucho cariño y apoyo por parte del público». Afronta 2021 «con ilusión por seguir mejorando, trabajando en nuevos productos, aprovechando al máximo la tierra de la que dispongo y peleando con la burocracia que siempre nos pone a prueba para conseguir nuevas metas». Este año le trajo de todo. «La muerte de mi abuela e imprevistos y dificultades que conllevan trabajar en el campo, daño por avispa asiática y la muerte de animales que llevaban conmigo desde 2016».
La mejor versión de cada cual
Un año con grandes retos. Así ha vivido este 2020 Javier Pérez, coordinador del centro de salud de La Calzada. Destaca la actitud de sus compañeros desde medicina y enfermería, a administrativos y auxiliares. «Creo que cada uno ha sacado lo mejor de sí mismo y gracias a ello hemos podido afrontar esta crisis, y salimos más fortalecidos como equipo de trabajo». Trabajaron a contrarreloj, miedo e incertidumbre durante la primera fase. Ahora, tras contar con la experiencia, «fue más fácil organizarse».
La Guardia Civil Leticia De la Llana destaca «la cooperación ciudadana en cada de una de las intervenciones realizadas, sobre todo, en el tiempo de confinamiento. Fue muy gratificante sentir el cariño de nuestros mayores cada vez que les hacíamos alguna visita para comprobar que estaban bien y disponían de material de protección, medicinas o incluso comida, sobre todo, en la zona rural, nuestra demarcación».
Sirenas para un niño
Daniel López nunca olvidará el día que una madre pidió un favor para su hijo, enfermo y pendiente de una intervención de riesgo. «Era el momento del confinamiento y el niño estaba muy negativo y toda la familia se encontraba ya en una situación desesperada. Por eso, cuando nos planteó que si podíamos hacer algo para el pequeño, que era un friki de los bomberos, decidimos que no solo haríamos un sirenazo y luces». Le escribió en un cartel una frase de ánimo y subió en una escalera hasta su piso. Una vez allí le dijo que era un niño muy fuerte y que sería bombero algún día. «Fue muy emocionante, los aplausos, todo el vecindario aplaudiendo». ¿Un deseo para 2021? «Que no nos falte salud a nadie, con salud se consigue todo».
Bruno Riera dice que le impactaba mucho ver a las ambulancias todo el día y «especialmente cuando se montó el hospital de campaña en Cabueñes, con los militares». Él, que recorría Gijón en su autobús, confiesa que ha pasado miedo a pesar de que está muy orgulloso de cómo ha gestionado la empresa toda la pandemia, «me siento arropado». Su preocupación eran sus padres. «Mi madre está enferma y mi padre casi sin salir, pero hacíamos videollamadas».
Lleva dos décadas en EMTUSA, como antes lo hizo su progenitor. «El es mi auténtico héroe, animándome día a día para que no decayera, siempre haciéndome ir para delante». Esa fuerza le ha fortalecido. «Soy positivo, hay que sonreírle a la vida y dar gracias por todo lo que tienes». Nunca olvidará «los aplausos de las ocho al llegar a Cabueñes».
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